lunes, 28 de mayo de 2012

HABLEMOS SOBRE LOS MEDIOS QUE USAMOS PARA COMUNICARNOS… POR FIN!!

 

Sobre las bonanzas de la comunicación no diré nada. Es obvio que las personas somos sociables y necesitamos comunicarnos.

Hablemos, entonces, de los medios que usamos.

En toda la historia de la humanidad, el ser humano se las ha ideado para comunicarse.

La búsqueda constante por satisfacer, cada vez mejor, las necesidades de comunicación ha sido el impulso que ha logrado la instauración en el mundo de instrumentos cada día más poderosos y veloces en el proceso comunicativo. Sólo basta una retrospectiva para definir cómo el ser humano ha logrado evolucionar sus formas de comunicación: Desde rudimentarios métodos como la escritura jeroglífica, pasando por la invención del alfabeto y del papel, dando un leve salto hasta la llegada de la imprenta, y apenas uno más para la aparición del teléfono, el cine, la radio y la televisión. Todos estos instrumentos han sido ciertamente un avance en las formas de comunicación y, prácticamente todos, han sido posibles gracias a la tecnología, que a su vez ha sido el instrumento cuya evolución ha determinado el avance de la humanidad. Desde siempre, el hombre ha tenido la necesidad de comunicarse con los demás, de expresar pensamientos, ideas, emociones; de dejar huella de sí mismo. Así también se reconoce en el ser humano la necesidad de buscar, de saber, de obtener información creada, expresada y transmitida por otros. La creación, búsqueda y obtención de información son pues acciones esenciales a la naturaleza humana como los son la posibilidad de expresar ideas o sentimientos. Somos más libres cuanto más capacidad tengamos para comunicarnos. Tal vez por eso los grandes saltos evolutivos de la humanidad tienen como hito la instauración de algún nuevo instrumento de comunicación.

 

Como ya sabréis, no siempre las personas hemos podido hablar mediante el lenguaje oral. Nuestra evolución genético-biológica hizo que desarrolláramos nuestras cuerdas vocales, nuestra forma de la boca etc. Para que termináramos hablando oralmente, inventamos lenguajes y lenguas a base de sonidos que nos permitieron una mayor sociabilización. Sin embargo los conocimientos no podían transmitirse más que en dos generaciones, como mucho. Eso suponía un inconveniente a la hora de perpetuar conocimientos básicos para la supervivencia al principio y para el desarrollo más adelante.

Fue a partir de entonces cuando el ser humano creó y desarrolló la escritura. Símbolos que, debidamente interpretados, podían ser “leídos” por cualquiera que supiera interpretarlos.

Evidentemente la imaginación del ser humano es portentosa y ha hecho que a lo largo del tiempo haya conseguido ideárselas para comunicarse, incluso, en la distancia (ya sabéis… palomas mensajeras, señales de humo, código morse etc.)

Durante siglos han existido innumerables medios de comunicación a cual más ingenioso con dos objetivos claros. Facilitar la comunicación y perpetuar los conocimientos.

Una sociedad que quiera estar viviendo el pulso de la historia debe estar compuesta por individuos que tengan ciertas competencias requeridas por el entorno tecnológico.

Ya, desde el punto de vista individual, una persona que quiera comunicarse dispone varias opciones siempre. La forma elegida para la comunicación va a depender de las circunstancias personales del emisor y el receptor así como del tipo de relación que tengan o el tipo de relación que busquen.

De esa forma, dos amigos separados por cientos de kilómetros podrían usar el teléfono, por ejemplo.

Hace solo 15 años era también muy frecuente el uso de la carta escrita en papel en una comunicación laboral.

Sin embargo, desde hace pocos años hemos asistido a otra de esas revoluciones que marcan el devenir de la humanidad. Esta revolución, en la que aun estamos inmersos, ha cambiado por completo el concepto de comunicación dada sus especiales características y ha aportado formas más variadas y amplias de comunicación que han logrado (y lo siguen haciendo) una globalización de las comunicaciones.

Obviamente hablo de internet.

Ya todos tenemos, como mínimo, un computador personal en casa.

Ya todos tenemos conexión a la red internet

Como siempre que surge un nuevo medio de comunicación o cualquier avance tecnológico existen adeptos y críticos. La permanencia o no y el uso masivo o no, en nuestras vidas, de dicho sistema de comunicación determinarán, sin duda el éxito o el fracaso.

Siendo objetivo y mirando un poco a nuestro alrededor…. Sencillamente no hay color acerca del éxito o no de internet. No admitirlo es, simplemente, no estar en el mundo.

No le encuentro sentido a que haya gente que no esté dispuesta a usar tal herramienta. Puedo entender que haya gente que no quiera comunicarse o que necesite hacerlo en distinta medida, pero no entiendo que haya gente que renuncie a internet para la obtención de información de todo tipo.

Por suerte internet nos proporciona una alternativa, incluso para las relaciones interpersonales. Relaciones de todo tipo. Todos conocemos de alguien que, incluso ha conocido el amor a través de este medio. Cierto es que en el amor y/o en el sexo, la mejor forma posible de comunicación es en vivo y en directo ya que de esa forma podemos emplear los 5 sentidos. Pero qué ocurre con aquellas relaciones que cuentan con el inconveniente de la distancia?

Hoy día, un pescador o un camionero o un inmigrante pueden comunicarse con su pareja de forma fácil mediante internet. Me parece penoso que no lo hagan porque uno de los dos se niegue a usar este medio. Como penoso y, sobre todo, incongruente, me parece que, para colmo, uno de los dos critique este medio usando para ello, precisamente, este medio. Jajajajajajaja (y digo esto porque lo he visto, claro. He visto gente que, a través de internet, critican internet)

Porque parece como que hubiera que elegir entre una forma de comunicarse u otra cuando resulta que todas son compatibles.

A los que critican las redes sociales, el Messenger o los mails como forma de comunicación yo les diría que por qué no critican el teléfono, por ejemplo.

Seguro que cuando se generalizó el uso del teléfono hubo más de uno o de una que criticó su uso alegando burdamente algo así como… “como el lenguaje oral en vivo y en directo no hay nada”. ¿Y quién coño ha dicho que sea incompatible un sistema y otro?

Es más…. no solo se niegan a usar internet como forma de comunicarse sino que, además, se atrevan a criticarlo.

En fin, las comunicaciones “emisor-receptor” a través de internet cuentan con desventajas muy claras respecto a las comunicaciones en vivo (puestos a comparar es así) (también las comunicaciones telefónicas o por carta clásica tienen inconvenientes) pero también cuenta con ciertas ventajas que son las que hacen que se utilice muy habitualmente esta forma de comunicación. En función de la relación de que se trate, de la distancia entre ambos y de otros aspectos, se debe elegir el sistema adecuado de comunicación y, por supuesto, combinar distintos sistemas. Lo que no termino de entender es cómo se renuncia a una forma en concreto por el simple hecho de que otra forma sea mejor.

Fdo. Diego Bueno

jueves, 1 de marzo de 2012

HABLEMOS DE ANDALUCÍA… POR FIN!!

 ¿Qué somos?, ¿De donde venimos?, ¿Hacia donde vamos los andaluces?

Aun recuerdo (a pesar de los casi doce años que tenía por aquella fecha) aquella famosa manifestación del cuatro de diciembre de 1977. Se trató de algo histórico, un hecho, un logro que quedará impreso en la memoria del pueblo andaluz. Casi dos millones de personas en las calles de Andalucía para reclamar y exigir decididamente (que no “pedir”, como dice la penosa letra de nuestro himno) justicia con nuestro pueblo, libertad, reforma agraria, autonomía y que no continuara la evasión de capitales hacia otras comunidades del estado tal como venía sucediendo desde hacía más de cuarenta años. Aquella manifestación costó, ante todo, la muerte de José Manuel García Caparrós, mártir de toda aquella movida, asesinado cobardemente por grupos de ultraderecha (votantes del partido que, al parecer, y según dicen las encuestas, va a ganar las próximas elecciones en Andalucía) pero desde el punto de vista político significó que por primera vez en la historia de este pueblo (ante todo somos un pueblo, más que una región, una comunidad o una nación. Así lo entiendo yo) la gente se unía y reclamaba derechos y libertades.

Somos un pueblo con una historia milenaria en la que ha habido absolutamente de todo: invasiones, intercambios culturales, riquezas de todo tipo, pobreza extrema, influencias de distintas culturas, guerras, coexistencia y convivencia de distintas religiones... Somos cuna de la primera ciudad, entendida como tal, de todo occidente, lugar donde se ubica la primera ciudad del mundo en cuanto a riqueza e influencia durante muchos años del siglo XVI, cuna de artistas sobresalientes en todos los campos de las artes etc.

Sin embargo, a pesar de que han existido desde siempre unos rasgos comunes (culturales, sociales, lingüísticos, de forma de vida y filosóficos), claramente identificativos, unas fronteras naturales (sierra al norte, mares al este y al sur y río Guadiana al oeste) y una problemática común…. A pesar de todo eso…. Solo aquel año (tres cuartos del siglo XX) Andalucía fue capaz de unirse, salir a la calle y exigir lo que es suyo.

Y la gran pregunta es… ¿por qué tuvimos que esperar tanto?. ¿De donde viene ese inmovilismo típico andaluz?.

Como no soy nacionalista (ni andaluz, ni español, ni de mi calle) no me veo en la obligación de tener que ensalzar constantemente la tierra que amo y con la que me siento identificado. Ello me permite ser lo suficientemente objetivo como para poder apreciar, no solo lo bueno de mi tierra, sino también aquellas particularidades que me indignan o, simplemente, no comparto.

Porque si bien es cierto que en mi tierra nacieron, se criaron y sintieron personajes de la literatura como Lorca, Góngora, Alberti, Bécquer, Machado, Álvarez Quintero, Cernuda, Vicente Aleixandre, Juan Ramón Jiménez o Al-Mutamid. Filósofos como Séneca, Maimónides o Averroes. Arquitectos como Vandelvira (tan genio y tan excepcional como, por ejemplo, Gaudí pero infinitamente menos conocido y reconocido). Escultores como Martínez Montañés, Pedro de Mena o Roldán. Pintores como Picasso, Zurbarán, Murillo o Velázquez. Músicos como Falla, Andrés Segovia o Paco de Lucía. Actores y actrices de renombre, cineastas, bailaores, cantantes y cantaores y personajes destacados en todas las artes habidas y por haber…. A pesar de nuestra forma de ser y sentir, de que concebimos la vida como un paseo y no como una guerra, a pesar de que nos mueve la pasión, la sensación, los sentidos y los sentimientos, a pesar de que convertimos en rito el trato con los demás en lo cotidiano, de que cantamos y bailamos las penas, que tenemos claro que hay que vivir el presente, que nos expresamos en la calle, en los bares, de que nuestro sentido del manejo del tiempo aun está lejos de estar sometido a las prisas de las grandes ciudades, de que mostramos claramente los sentimientos, de que olvidamos la tristeza, probablemente iluminados por este sol que nos pertenece, de que hacemos del ingenio constante una forma de vida, de que sabemos lo que es sentir el pellizco que cautiva del flamenco, de que trabajamos para vivir y no al revés, de que somos un pueblo donde convivir suele ser fácil, donde la gente comparte lo que tiene y hace gala de una sencillez exquisita, donde los silencios tienen tanta importancia como el bullicio. A pesar de que nuestro paisaje nos hace sentir afortunados ya que nos bañamos en dos mares y es posible pasar una mañana del mismo día esquiando y por la tarde tomando el sol y bañándonos en la playa, donde cohabitan las más escarpadas montañas junto a las más inmensas llanuras, donde existen vergeles frondosos y paisajes desérticos, pueblos blancos por los que no ha pasado el tiempo y ciudades modernas y saludables, conjuntos histórico-artísticos y arte a raudales…

A pesar de todo esto… existe otra Andalucía.

Fdo. Diego Bueno

HABLEMOS DE: "EL MAL EN INTERNET"… POR FIN!!

  HABLEMOS DE "EL MAL EN INTERNET"… POR FIN!!    Internet, en general y las redes sociales, en particular, nos han acercado tanto...