A medida que el mundo se recupera de la pandemia, debemos asegurarnos de que las aspiraciones y los derechos de las personas con discapacidad se incluyan y se tengan en cuenta en un mundo pos-COVID-19 que sea inclusivo, accesible y sostenible. Esta visión solo se logrará si se consulta activamente a las personas con discapacidad y a las organizaciones que las representan.”
António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas
Nacer con una discapacidad supone un reto extra, tanto para la persona afectada como para su familia. Todo ser humano debe ir superando dificultades en la vida, todos pasamos por las distintas etapas vitales que, de forma natural, nos van llegando, todos evolucionamos, crecemos y maduramos a nuestro ritmo, pero cuando hay una discapacidad o un conjunto de discapacidades de por medio, toda dificultad se magnifica, todo pequeño reto se convierte en un gran reto, todo parece más inalcanzable. Aparecen miedos nuevos con aspectos monstruosos y debemos aprender a vivir y convivir con ese pellizco en el estómago que todas las familias conocemos bien. Lo bueno es que, en muchos casos, se agranda la dificultad en la misma medida en que aumenta el esfuerzo y se agrandan los logros. La felicidad que esa paradoja reporta, compensa con creces todo sufrimiento. Esa felicidad, ¡concretamente esa!, se transforma en la energía que nos mueve a seguir superando obstáculos y cumpliendo objetivos.
Este año 2021, por ejemplo, David ha conseguido algo que muchas personas dudaron (incluidos nosotros mismos). Obtener su título de la ESO como consecuencia de haber titulado en una Formación Profesional Básica de Informática de oficina (Ofimática). El esfuerzo, durante estos dos cursos, ha sido enorme pero siempre acompañado de pequeñas satisfacciones en cada trabajo, en cada examen, en cada prueba superada. Evidentemente, nada de esto es posible sin la ayuda incondicional y sin el apoyo de todo un equipo educativo y una dirección dispuestos a acompañar a nuestro hijo en su andadura. Es una prueba evidente de que la inclusión no solo es posible, sino que es necesaria para todos. Aun recordamos las palabras de agradecimiento de los compañeros y compañeras de David por todo lo que él les ha aportado.
Felicitación
especial de navidad a David
Fiesta de graduación de FPB de David
Nosotros hemos tenido la suerte de haber nacido en este tiempo y en este lugar. Debemos sentirnos agradecidos por ello porque no todo el mundo tiene esa suerte ni mucho menos. Vivimos en una sociedad avanzada, disponemos de buenos médicos, buenos educadores y leyes justas que garantizan una atención socio-sanitaria decente en comparación con otros lugares y fechas del mundo. Por si fuera poco, en concreto nuestro hijo ha tenido la suerte de nacer en el seno de una familia que lo ha aceptado sin complejos desde el primer día y que no ha escatimado en medios, amor y esfuerzos.
Quedan muchos logros por conseguir, tanto a nivel individual como social. Por desgracia, las personas con discapacidades no siempre han recibido el apoyo familiar/social que merecían y necesitaban y aun a día de hoy queda mucho por conseguir respecto a la comprensión, empatía social y a la asunción de preceptos que han estado desvirtuados por complejos, por falta de información/concienciación, por miedos o por costumbres arcaicas.
Hoy, en lo personal/familiar, hemos podido asistir a otro de esos pequeños pasitos que son celebrados como grandes logros dadas las circunstancias, y es que hoy nuestro hijo David ha desempeñado labores de azafato en un evento y, por tanto, este ha sido su primer trabajo remunerado por cuenta ajena. Por supuesto que lo ha hecho de maravilla dado su carácter amable, educado y cariñoso hasta el punto de que ya está deseando repetir.
Mi personal consejo a todas las familias es que cada logro, cada pasito, cada avance que experimentéis y sintáis con vuestros hijos, lo celebréis como un canto a la vida, como un triunfo de lo humano, como éxito personal/familiar/social, pero si, además, vuestro/a hijo/a padece algún tipo de discapacidad o dificultad añadida, debéis sentir esa profunda alegría en el alma que os mueva a seguir adelante con todas vuestras fuerzas, ánimo y esperanza.
Agradecimientos:
· Al Colegio Diocesano Nuestra Señora de las Mercedes, a todo el equipo educativo que tuvo David, en especial a sus tutores “Nani” y M. Carmen, a Mario y a la dirección del centro. Gracias a todos sus compañeros/as por su tolerancia, comprensión y ayuda.
· A la Fundación Albatros por contar con David para que haya realizado su primer trabajo como azafato en un evento tan bonito y emotivo.
Fdo. Diego Bueno Linero