miércoles, 8 de enero de 2025

HABLEMOS DE POR QUÉ LOS ATEOS ESPAÑOLES NOS ATREVEMOS A CRITICAR A LA IGLESIA CATÓLICA MUCHÍSIMO MÁS QUE A OTRAS RELIGIONES

 

Estoy ya un poco harto de leer y escuchar a gente (generalmente cristiano católicos/as) ofenderse e incluso insultar a los ateos que, como yo, criticamos las mentiras, los errores, las manipulaciones, los desvaríos y las mil fechorías que ha cometido y comete la iglesia católica a lo largo de sus 2000 años de existencia. Mentiras, abusos y violaciones a menores, extorsiones, manipulaciones, querencia por las dictaduras, connivencia con gobiernos totalitarios, crímenes, robos, expolios, desfalcos etc.). Considero que no le debemos absolutamente nada a la iglesia católica, ya que de existir esa supuesta moral que nos convierte en buenas personas por el hecho de ser cristianos, significaría que los 1400 millones de chinos y los 1400 millones de indios no podrían ser buenas personas por no acceder a los preceptos de la moral cristiana. Evidentemente en todas partes hay buenas personas que hacen el bien y otras que hacen el mal, sin embargo, la iglesia católica es una institución que ha promocionado y facilitado:

·         El expolio (basta con darse un paseo por el Vaticano para ver lo que hay allí y que pertenecía a otras culturas)

·         El apego a las dictaduras y regímenes totalitarios (con conocer algo de historia bastaría)

·         La permisividad de abusos y violaciones a niños y niñas (el celibato es, claramente, antinatura y por tanto se fomenta que en el seno eclesiástico se den, porcentualmente, infinitamente más casos de abusos y violaciones)

·         El robo de bebés para dárselos a familias adineradas

·         Abusos de poder (véanse vidas y obras de Papas, cardenales, obispos etc.)

·         La mentira (Compárese lo que nos contaban con lo que dicen los evangelios, cómo lo dicen, quienes lo dicen y qué se callaban)

·         El machismo (es decir, la falta de igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres) relegando a la mujer a papeles secundarios, cuando no, ocultos, negando el placer a la mujer, fomentando su dependencia del hombre o usándola como mero instrumento destinado, únicamente, a parir y criar hijos e hijas (si eran hijos, mejor que mejor) o a satisfacer el placer sexual de los hombres. 

·         Frenos al progreso (cada vez que han ido surgiendo pruebas científicas respecto a cualquier rama de la ciencia, han tachado de herejes a los científicos y, por consiguiente, han obstaculizado la aparición y fomento de descubridores, investigadores etc, incluidas ciencias tan trascendentes como la medicina)

¿Y por qué critico a la iglesia católica y no al islam, por ejemplo?

El motivo es demasiado obvio como para tener que explicarlo, no obstante, en deferencia a esas personas que desean no entenderlo, yo se lo voy a dejar muy clarito:

“Nuestras vidas, en nuestro entorno, tanto la del ciudadano más pío como la del más ateo de los convecinos, está dominada por el catolicismo: el nombre que llevamos es, mayoritariamente, el de algún santo/a católicos, el de una advocación de la Virgen, o el del mismo Jesús; nuestra vida está repleta de actos sociales que no son más que formas sacramentales católicas —bautismos, primeras comuniones, bodas, funerales, etc.—, a los que asistimos con normalidad aunque no seamos creyentes; las fiestas patronales de nuestros pueblos se celebran en honor de un santo/a católicos o de la Virgen; nuestros periodos vacacionales preferidos —Navidad, Reyes, Semana Santa, San José, San Juan, el Pilar, la Inmaculada...— son conmemoraciones católicas; un sinnúmero de hospitales, instituciones o calles llevan nombres católicos; gran parte del arte arquitectónico, pictórico y escultórico de nuestro patrimonio cultural es católico; un elevadísimo porcentaje de centros educacionales, escolares y asistenciales —y sus profesionales— son católicos; la influencia católica en los medios de comunicación es muy notable, creciente y encubierta —especialmente gracias a las redes conformadas por grupos de poder como el Opus Dei o Legionarios de Cristo—, al igual que sucede en la Administración de Justicia, tal como se encargan de recordar muchas sentencias, entre ellas algunas relevantes del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional; y, en fin, nuestros gobiernos —sin importar su color político— siguen financiando con nuestros impuestos a la Iglesia católica.[i] Lo queramos o no, estamos obligados a vivir bajo un catolicismo social, y ello no es ni bueno ni malo, simplemente es. Está justificado, por tanto, que nos ocupemos en reflexionar sobre algo que tiene tanto peso en nuestras vidas.”

Lo que es, dice o hace la Iglesia católica, por tanto, nos incumbe en alguna medida a todos, ya que resulta imposible sustraerse a su influjo cultural tras dos milenios de predominio absoluto de su espíritu y sus dogmas en el proceso de conformación de mentes, conciencias, costumbres, valores y hasta legislaciones. Si nos detenemos a pensar, nos daremos cuenta de que no sólo tenemos una estructura mental cristiana o católica para ser creyentes, sino que también la tenemos para ser ateos; para negar algún dios y su religión sólo podemos hacerlo desde la plataforma que nos lo hizo conocer, por eso un ateo de nuestro entorno cultural es, básicamente, un ateo cristiano o católico. Nuestro vocabulario cotidiano, así como nuestro refranero, supura cristianismo y catolicismo por todas partes. La forma de juzgar lo correcto y lo incorrecto parte inevitablemente de postulados cristianos o católicos. Los mecanismos básicos de nuestra culpabilidad existencial son un dramático fruto de la (de)formación católica (heredera, en este aspecto, de la dinámica psicológica judeocristiana).

 

Bibliografía

 

 Rodríguez, Pepe. Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica: (Edición revisada) (p. 5). B DE BOLSILLO. Edición de Kindle.

Cfr.

http://www.publico.es/espana/284410/millones/euros/financiar/iglesia/catolica.

 

 

 

 



[i] Según el diario público (11-01-2010) “cada año, el estado financia con más de 6000 millones de euros las actividades educativas, sociales, sanitarias y de culto de la iglesia católica. Solo en centros escolares se ceden más de 3500 millones, más otros 600 millones destinados a pagar profesores de religión u otros docentes en centros concertados. A ello hay que añadirle los 241 millones que la conferencia episcopal obtuvo de la declaración de la renta en 2009 (el 5% del total que recibe la iglesia del estado), los que van a parar a las ONG católicas a través de la otra casilla del IRPF, y las exenciones que, pese a lo que dice la ley, aun mantiene la institución”.

HABLEMOS DE POR QUÉ LOS ATEOS ESPAÑOLES NOS ATREVEMOS A CRITICAR A LA IGLESIA CATÓLICA MUCHÍSIMO MÁS QUE A OTRAS RELIGIONES

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