Ya llegó. Con lo lejano que se veía. Quizás no queríamos
mirar.
Ya llegará (decíamos a mediados de agosto como vano intento
de esquivarlo) de momento es verano.
Pues llegó. Con su carga de realidades. Llegó como viento que
despeja humos de sueños. Y nos trae cotidianeidad, nos trae un nuevo comienzo,
un nuevo final.
Uno no sabe si limpiar la mesa de una brazada y arrojarlo
todo al suelo para, luego, reordenar y reubicar… o, quizás, parchear la pared
agrietada.
En cualquier caso… algo hay que hacer porque septiembre nos
reclama seguridad ante nuestra desidia, nos reclama acción ante nuestra quietud,
concentración ante nuestro abandono.
Y sin embargo hoy, parece verano. Sólo me llegan los ojos
limpios y azules. Las caricias, blancas y suaves. La voz, que susurra sonidos
que no significan nada. Hoy es la mañana ancha y limpia. Hoy lo absoluto no
existe. Ni las musas, ni los profetas, ni la verdad exacta, ni la elección
concreta. Hoy, la vida sigue siendo poesía. Hoy, miro hacia arriba, le entrego
mi cuello al cielo. La patria de todos los sueños. Hay quien teme al día, yo
hoy confío en él. Que nadie ni nada me ahogue ni me muerda.
De momento siguen siendo los sonidos y no la luz los que me
avisan de que debo despertarme.
Estos días, el tiempo engaña como engañamos todos. El viento
decide resquebrajar cualquier labio hambriento que espera en cualquier esquina
ser entretenido por un hipócrita cualquiera. Estos días, lo compartimos todo de
manera intermitente. Lo más largo y lo más tierno, se queda corto. Cada vez más
gente por las calles y cada vez más sensación de vacío en la muchedumbre.
Si. Sigue siendo verano pero… ya está aquí septiembre.
Y pesa. Septiembre cae sobre nosotros, nos zarandea, nos
pone en nuestro sitio, nos empuja.
No es necesario haber estado inmerso en un gran trajín
viajero en agosto. Es la imaginación la que nos hace ser viajeros, aventureros
y pecadores. ¿O ha sido real?.
Qué más da!. Ya está aquí septiembre para ponerlo todo en su
sitio, para aclarar ideas, para bañar de plata los sueños de colores.
Ya empezarán a llegar días grises para que seamos
conscientes de la enorme gama de colores que hay entre el negro y el blanco.
Pero hoy no. Hoy para mí… sigue siendo verano.
Buenos días septiembre!
Fdo. Diego Bueno