¡¡HABLEMOS
DE PEDIR PERDÓN Y PERDONAR… POR FIN!!
Todas las personas cometemos errores muy variados a
lo largo de nuestra existencia. Eso es algo bien sabido a la vez que asumido
(supongo y espero, claro). Si tienes la suerte de tener
a tu lado a personas capaces de disculparse y pedir perdón de corazón, valora a
esas personas porque no suele ser frecuente. Si tienes a tu lado a personas
capaces de perdonar, valóralas igualmente porque tampoco es frecuente.
Existen muchos motivos por los que a muchas personas les cuesta un mundo pedir perdón, pero ninguno de ellos es bueno para ningún tipo de relación, ya sea esta de amistad, de pareja o profesional. Algunos de estos motivos por los cuales a la gente le cuesta pedir perdón son estos:
a) No reconocer los errores
B. b) Problemas
de autoestima
C. c) Desconfianza
D. d) Orgullo
y amor propio mal entendidos
E. e) Incapacidad
para ver la perspectiva de la otra persona
F. f) Importarle
poco la otra persona
De la misma forma, perdonar de verdad implica una especie
liberación ya que permite que soltemos nuestro rencor, nuestro deseo de
venganza o nuestra ira. Para perdonar se necesita, entre otras cosas:
a) A) Tener
claros los errores a perdonar mirándonos a nosotros mismos con la misma vara de
medir para no ser injustos/as.
b) B) Poseer
una autoestima sana que no nos impida tener compasión hacia la otra persona.
c) C) Confiar
en la otra persona.
d) D) Darnos
de comer a espuertas, a nosotros mismos, platos llenos de orgullo, de
prepotencia o de amor propio mal entendido.
e) E) Ponernos
en el lugar de la otra persona. Empatizar.
f) F) Que
nos importe verdaderamente la otra persona
Como puede observarse, si relacionamos los epígrafes en
mayúsculas con los que están en minúscula, se necesita exactamente lo mismo
tanto para pedir perdón como para perdonar. (Aa; Bb; Cc; Dd; Ee; y Ff)
Tanto pedir perdón como perdonar no tienen por qué implicar
que la relación se salve. Lo que sí implica es la capacidad para la empatía,
para las ganas de aprendizaje y crecimiento personal, para ejercer la bondad,
el altruismo, la tolerancia o la compasión, en definitiva, la capacidad para
amar. Las personas que no tienen capacidad para amar no suelen perdonar y les
cuesta pedir perdón y viceversa.
Teniendo en cuenta estas premisas, me reitero…
Si tienes la suerte de tener a tu lado a personas capaces de
disculparse y pedir perdón de corazón, así como para perdonar… ¡valóralas y
cuídalas! porque no suele ser frecuente. Y si, para colmo, tienes la enorme
fortuna de ser tú mismo/a quien tiene facilidad tanto para pedir perdón como
para perdonar… ¡ENHORABUENA! Tanto tu salud física como la mental lo notan.
Por último, os dejo unos cuantos preceptos respecto al
perdón y la solicitud de perdón:
- Perdonar significa entender, no justificar.
- Al igual que ocurre con el amor, para poder perdonar a
otros, debemos ser capaces de perdonarnos a nosotros mismos. Imposible amar si
no nos amamos.
- Perdonar implica entender y asumir que los demás también
cometen errores.
- Para perdonar hay que quitar trascendencia a los defectos
del otro.
- Es necesario entender los motivos que han hecho que la
otra persona actúe de forma errónea.
“Solamente aquellos espíritus verdaderamente valerosos
saben la manera de perdonar y pedir perdón. Un ser vil ni perdona ni pide
perdón nunca porque no está en su naturaleza”.
-Laurence Sterne[1]-
Fdo. Diego Bueno
[1]
Laurence Sterne (Clonmel, 24 de noviembre de 1713 - Londres, 18 de marzo de
1768) fue un escritor y humorista irlandés.
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