El acto en sí no lo es, ya que por desgracia ocurre cada día
en cualquier discoteca de España por ejemplo. Por eso se inventó eso de “hacer la
cobra”. El problema no es querer besar a una chica. El problema es cogerle la
cara para que no tenga escapatoria posible. Es como ese acto, que siempre he
odiado, de la gente que te arrastra la barbilla para que les prestes atención o
que constantemente te están tocando en el codo reclamando la misma atención que
Iker Jiménez presta a sus invitados. Como si la atención pudiera robarse o
exigirse, como si un beso sin consentimiento tuviera valor más allá de la
demostración de poder de un hombre sobre una mujer o de un jefe sobre una
empleada o de un gilipollas salido y baboso sobre una chica que en ese momento
no puede defenderse por el contexto en que se encuentra. Para muestras de
cariño ya se vale el abrazo, no obstante, el pico en sí no es un acto tan grave
como dicen que decimos. ¡Lo que ocurre es que el beso no va solo! Va acompañado
de unos gestos fuera de lugar, de un comportamiento inaceptable en un cargo
como ese y sobre todo, de una repercusión a nivel internacional. Estamos
hablando de un campeonato del mundo, de muchas televisiones retransmitiendo la imagen
de un país. Estamos hablando, asimismo, de un cargo de representatividad muy
bien pagado por cierto y muy tenido en cuenta a nivel mundial. Eso es lo que convierte
en grave el acto del beso. Eso y el coger la cara para que no haya escapatoria,
eso y el tratarse de mujeres, eso y no ser la primera vez. El pico en sí no es
tan grave pero lo que vino después lo agravó exponencialmente como, por
ejemplo, el intento de compra de voluntades mediante chantajes o mediante
subidas de sueldo y renovaciones en público.
Precisamente porque no ha matado ni violado a nadie, nadie
pide para él ni el paredón, ni siquiera la cárcel. Lo que se le pide son unas
disculpas sinceras, un reconocimiento de errores y una dimisión por la imagen
dada y el daño causado. Ni siquiera se pedía una dimisión irrevocable. Con
poner su cargo a disposición hubiera bastado. Todos hemos sido educados en el
machismo y tenemos normalizados muchos comportamientos machistas de los que no
somos conscientes a veces, por eso, en alguna ocasión, todos cometemos algún
error. Otra cosa es cometer errores de comportamiento ocupando ese tipo de
cargos y sin necesidad alguna. Uno debe ser consciente de en qué contexto se
encuentra para saber qué es lo correcto y lo que no. No obstante, no pasa nada.
Se pide perdón, se analiza, se aprende y se corrige en la medida de lo posible.
Así es como avanzamos. Pero no. Por desgracia estamos hablando de una persona
prepotente, machista y con actitudes chulescas (como muchas otras que parece
ser que hay incrustadas en las federaciones, en algún partido político, en
administraciones públicas, en consejos de administración de grandes empresas…).
Hay muchos rubiales todavía en España. Sin la suficiente humildad y honestidad
como para reconocer errores, aprender, pedir perdón de verdad y dimitir cuando
es evidente la cagada a nivel internacional.
Ah y a quienes piensan que hay otras cosas más importantes,
personalmente, me parece lo suficientemente importante el tema porque estamos
hablando de machismo y por tanto, de desigualdad, estamos hablando de
educación, de imagen de un país a nivel internacional, de empañar un triunfo
histórico a nivel mundial, de buenos modales, de principios, de ética, de saber
estar, de normas sociales de comportamiento básicas, de humildad… Además, todo
esto es compatible con hablar igualmente de los precios de la gasolina o el
aceite y de lo que sea menester. Comprendo que a los machistas casposos les
moleste el tema pero por suerte, los tiempos del “caudillo” ya pasaron y por
consiguiente una mujer ya puede jugar al fútbol si le da la gana (no como
antes, que era vilipendiada y objeto de burlas) y una sociedad puede indignarse
con ese tipo de comportamientos, no como antes que había que estar callados/as
porque no había libertad de expresión ni de reunión.
Ha venido muy bien este debate social a pesar de que es
cansino por repetitivo. El incidente ha servido para concienciar a gente que se
colocaba de perfil ante temas como el machismo y a la vez, para que muchos y
muchas machistas salgan de sus cavernas y queden identificados/as.
Fdo. Diego Bueno