domingo, 29 de mayo de 2022

HABLEMOS DE EXCELENCIA, SEGREGACIÓN, BILINGUISMO ETC. EN LA EDUCACIÓN… ¡¡POR FIN!!

 


   Cuando un centro educativo trata de evitar a determinado tipo de alumnado (alumnado con dificultades de aprendizaje, alumnado con discapacidad, alumnado disruptivo, alumnado de clase social baja, alumnado con necesidades especiales, etc…) se sobreentiende que se convierte en un centro educativo “del taco”, donde prima la “excelencia” (lo entrecomillo porque el concepto de excelencia debe ser, evidentemente, revisado).

   Desde ese momento pasa a ser un centro homogéneo con un tipo de alumnado “ideal”, de tal forma que las familias tradicionales con hijos en edad de estudiar quieren que estos vayan a ese tipo de centros para que no tengan que mezclarse con ese otro tipo de alumnado, dando por hecho que eso es lo mejor para sus hijos e ignorando por completo conceptos tan nobles como la tolerancia, la cohesión social, el aprendizaje colaborativo o el enriquecimiento que ofrece la heterogeneidad.

   A su vez, buena parte del profesorado quiere, asimismo, pertenecer al claustro de ese tipo de centros ya que, por una parte, se va a ahorrar tener que “bregar” con alumnado difícil (¡como si ese no fuera su trabajo!) a la vez que trabajan menos y más cómodamente, y por otra, va a poder profundizar más en la materia de la que es especialista (como si eso tuviera algo que ver con la educación/formación)

   Para cumplir ese objetivo que consiste en conseguir alumnado homogéneo y, como diría aquel de VOX de Castilla y León, “alumnos normales”, se utilizan diversas artimañas. Una de las más usadas y que todos/as conocemos es el bilingüismo. Todos/as sabemos que las aulas bilingües son un elemento disuasorio para ese tipo de alumnado que presenta dificultades de aprendizaje. Se disfrazan de la necesidad del bilingüismo porque” a día de hoy es necesario hablar inglés” pero la realidad la conocemos todos (lo admitamos o no) y es que se trata de un elemento disuasorio para evitar, para discriminar y para segregar a ese alumnado que tiene exactamente el mismo derecho a recibir una educación en los centros educativos (soy perfectamente consciente de que estoy empleando palabras duras, pero para conocer las verdades, lo mejor es llamar a las cosas por su nombre)

Las políticas educativas de la derecha, en España, se basan en el modelo impulsado por el PP y tienen cuatro pilares básicos:

1.      El bilingüismo, como formas de segregación y discriminación del alumnado con dificultades de aprendizaje. (como forma disuasoria para segregarlo y alejarlo)

2.      La apuesta por la escuela concertada, sostenida con fondos públicos, por cierto, pero con la mentira de la gratuidad desde el momento en que se pide “colaboración voluntaria” para ciertas actividades y material (como forma de segregación de las familias sin medios económicos, como forma de hacer negocio de un derecho básico y como forma de adoctrinamiento en una determinada religión)

3.      La libertad de elección, como forma de disfrazar el deseo de elitismo, la diferenciación por clase social y la segregación, una vez más, de ese tipo de alumnado indeseado

4.      La “excelencia” o lo que es lo mismo: La excusa perfecta para segregar al alumnado no deseado.

   Como puede observarse, todas esas medidas son conducentes a provocar la segregación, la diferencia de clases, la desigualdad, el elitismo y la vulneración de derechos fundamentales, y por supuesto, todo ello extraordinariamente alejado, tanto del concepto universal de educación, como de los postulados de los más influyentes pedagogos.

   Dicho esto, ahora me atreveré a dar unos cuantos preceptos solo para los amantes de la educación y para quienes piensan que todo nos iría mejor si estuviéramos mejor educados/as:

-          La integración se consigue integrando a todos y todas, no segregando, no desintegrando. Se consigue haciendo que las aulas sean una muestra de lo que hay en la calle. Solo así es posible aspirar a ser una sociedad mejor, con mejores valores, más tolerante y más y mejor educada.

-          La excelencia no es la consecución de buenas notas en las materias que se estudian. Conseguir que un chaval que no cree en sí mismo y que está acostumbrado al fracaso escolar sea capaz de crear, de sentirse bien consigo mismo o de obtener un resultado distinto a un suspenso, es excelencia. Eso sí que es excelencia porque es la base y el sumun de todo proceso de enseñanza aprendizaje.

-          El hecho de que en el aula esté representado un compendio de tipología de personas sin distinción de sexo, nivel educativo, clase social, religión, poder adquisitivo, ideología política etc, no hace sino enriquecer a todo el alumnado, hacer cercano lo ajeno para entender a las personas, empatizar y sentir a todo el mundo como parte integrante de esa sociedad en la que estamos todos y todas. Esa convivencia, ese compartir objetivos comunes, esa colaboración en el aprendizaje, nos humaniza, nos hace ser mejores personas, nos dota de mayor tolerancia y contribuye a una sociedad cada vez mejor, más libre y más madura. 

-          Concretamente en la formación profesional, la segregación no hace que mejoren los resultados. Puede que estadísticamente mejoren los resultados académicos de los alumnos y alumnas que se matriculan en el centro (que por desgracia es lo que se ve a simple vista y por tanto a lo que aspiran muchos centros), sin embargo, el alumnado segregado terminará acudiendo a otro centro o simplemente pasará a engrosar la lista de alumnos y alumnas que dejan los estudios (esto sí que es fracaso escolar)

-          Las administraciones educativas de la derecha española tratan de invertir cada vez menos en educación. Para ello lo que hacen es privatizar y apoyar a los centros concertados para que haya gente que haga negocio con el derecho a la educación a la vez que segregan y discriminan. La formación dual es una forma de evitar invertir en dotación a los ciclos formativos a la vez que es una forma de que las empresas privadas dedicadas a la educación, ganen dinero sin necesidad de invertir en dotaciones. Eso sí, si la especialidad requiere de mucha inversión, eso corre a cargo del estado. Escuelas para pobres y escuelas para ricos de la misma forma que hay ya sanidad para pobres y sanidad para ricos. A eso aspiran.

-          La educación, al tratarse de un derecho fundamental, debe ser pública, debe ser garantizada por el estado y para que no haya discriminación ni segregación, debe ser inclusiva, plural, democrática, participativa, laica, gratuita, de calidad, igualitaria, coeducativa, compensadora y con profesorado cualificado y comprometido. Todo lo que no incluya absolutamente a todos estos adjetivos hará que disminuya la calidad de la educación, toda política tendente a eliminar cualquiera de estos adjetivos bajará la calidad de la educación.

-          La incorporación al mercado laboral debe ser la consecuencia indirecta de una formación/educación de calidad.

-          Las sociedades no precisan de buenos profesionales. Precisan de buenos profesionales que a la vez sean buenas personas.

-          Los educandos no pueden convertirse en buenos profesionales a la vez que buenas personas si no comparten espacios y tiempos con todas las variantes de personalidades y circunstancias que integran la sociedad.

 

Fdo. Diego Bueno


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