martes, 25 de abril de 2023

ENTRE BURLAS Y BROMAS

 

ENTRE BURLAS Y BROMAS

Ambos conceptos pertenecen a la categoría genérica de lo que solemos conocer como “humor”.

No, no todo vale en el humor y no todo vale en nombre de la libertad de expresión, sobre todo cuando se busca hacer daño (por menor que este sea) de forma intencionada.

Cuando la broma se convierte en sarcasmo desaparece el humor. Como mucho, puede convertirse en un producto del ingenio o la creatividad, incluso puede tener otras funciones (reivindicativas, repercusivas etc.)

En la burla existe una componente de poder, una posición de superioridad de quien hace la burla hacia quien es víctima de ella. No quiere decir que esa superioridad sea real sino que es más bien una pretensión, generalmente basada, precisamente, en problemas de autoestima. Es decir, quien se burla de alguien por cualquier aspecto (ya sea físico o conductual) pretende reforzar un “yo” generalmente dañado o necesitado de “cariño”.

La burla es, por tanto, un recurso común en personas histriónicas lo cual no implica que haya que serlo para usar la burla como mecanismo de comportamiento.

La broma, en cambio, es inocente, no deja de ser un pellizco que nos distiende, un acercamiento a lo emocional, una buena intención, una forma de hacer la vida agradable a las personas. Es, por consiguiente, algo que nace de personas que pretenden que los ambientes sean más agradables, más cercanos, más distendidos, más saludables y, por consiguiente, se ejecutan de igual a igual. Prima el ingenio y la creatividad. Incluye la ironía que no es sarcástica y la consecuencia debe ser, en todo caso, la sonrisa o, directamente, la risa de todos y todas sin que haya daños colaterales.

El éxito de la broma o el chiste se mide en número y calidad de sonrisas y risas. El supuesto éxito de la burla, se mide, en cambio, en nivel de daño producido, nivel de desquiciamiento provocado y nivel de seguimiento y/o seguidores.

Para que la burla consiga su objetivo, es necesario que la víctima o sus seguidores estén presentes de la forma que sea.

Muchas veces, la diferencia entre burla y broma, ante un mismo mensaje, radica en la presencia o no de las víctimas y/o sus seguidores. La burla suele ser repetitiva, reiterativa. Quienes la usan suelen abusar de ella a pesar de que la víctima muestre claramente su malestar. Es ahí cuando ya hablamos de acoso. La finalidad del acoso suele ser herir, humillar, avergonzar, incomodar o intimidar y suele divertir a quien la hace (y sus seguidores), pero no a quien la recibe.

Tanto la burla como la broma definen ciertos aspectos fundamentales de la ética personal de quienes la llevan a cabo. Como se suele decir… cada cual queda retratado por su intención, independientemente del efecto causado.

El acto de cobardía y la falta de compasión que supone burlarse de personas pertenecientes a colectivos marginados y, por consiguiente, necesitados de ayuda, nos indica el tipo de sociedad en la que estamos inmersos, la moral imperante y la calidad de la ética personal de esas personas. Por suerte, en nuestro país, hemos avanzado mucho en concienciación a pesar de que todavía nos queda mucho por mejorar.

 

Fdo. Diego Bueno

domingo, 16 de abril de 2023

NO HACE FALTA DEMASIADO. LAS VIRTUDES DE LA SENCILLEZ

 



Pienso que no hace falta que seamos luchadores imbatibles ni que sintamos que podemos con todo lo que nos echen encima. Con avanzar lento y preciso, atravesando tormentas y sorteando obstáculos a nuestro tiempo, es más que suficiente.

Creo que no es necesario mostrarnos fuertes cuando estamos tristes, ni ocultar la fragilidad cuando la vida nos da una buena hostia. Con permitirnos sentirlo todo y encontrar nuestras herramientas para, cuanto antes, levantarnos y volver a armarnos, es suficiente.

Creo que no hace falta imponernos objetivos de forma obligatoria (da igual si son a corto o medio plazo), ni conseguir todo lo que nos proponemos. Con aceptar que unas veces saldrá bien y otras no, o que incluso a veces será más hermoso de lo que esperábamos y veamos las oportunidades en lo imprevisto, es más que suficiente.

Considero que no hace falta que tengamos que poder con todo solos. A veces tendrá que ser así pero otras veces tendremos que tener la valentía de atrevernos a pedir ayuda. Deberemos tener claro que si elegimos apoyarnos en alguien, eso no es depender y que cuidar y dejarnos cuidar es una preciosa manera de amar. Con eso es suficiente.

Creo que no hace falta que todo sea una lucha, una contienda, una pelea, un reto o una disputa ni que todo tenga como destino una tremenda transformación. Con que sepamos cuándo es realmente necesario cambiar algo y cuándo también es necesario y sano parar, fluir y mirar las nubes sin más, disfrutando del presente, es suficiente.

Creo que no hace falta que idealicemos, frente al espejo, una montaña de autoexigencias que al no ser cumplidas nos desmoronen y no nos permitan vernos. Con reconocer nuestra esencia y desear ser mejores personas que ayer, es suficiente.

Considero que son necesarios el orden, el compromiso, la coherencia y la razón, sin embargo hay que estar muy loco para ser un cuerdo total así que se hace necesaria esa dosis de locura que, de vez en cuando, nos haga correr la sangre por las venas, nos humanice en el sentido más imperfecto de la palabra y nos aporte esa pizca de sal que haga de la vida una aventura apasionante a la vez que responsable. Con eso es más que suficiente.

Creo que son perfectamente compatibles la sencillez y una buena autoestima, Creo que no son necesarios los alardes, la prepotencia o el juego sucio. Con ser honestos, fieles a nosotros mismos y mantenernos lo suficientemente auténticos como para que exista coherencia entre lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos, es suficiente.

Pienso que no son necesarios los cuerpos esculturales, ni las exhibiciones, ni la ostentación por muy sociales que seamos los humanos. Con cuidar de nuestro cuerpo y nuestra salud para mantenernos sanos permitiéndonos ciertos excesos o lujos de vez en cuando, es suficiente.

Pienso que el tiempo juega un papel armonizador en los humanos. Todo lo relativiza, todo lo suaviza. Es por eso que muchas veces únicamente necesitamos dejar pasar el tiempo porque con cada “tic” y cada “tac” se van puliendo las aristas cortantes del dolor, de la ira o de la frustración. Con conseguir que las esperas no nos desesperen es más que suficiente.

Yo creo que no hace falta la apoteosis de la vida ni la efervescencia de lo novedoso ni el exceso de dramatismo por contingencias comunes. Con aceptar y valorar nuestra humanidad y este efímero paso por la tierra viviendo en coherencia con nuestro corazón, es más que suficiente.

Fdo. Diego Bueno


HABLEMOS DE POR QUÉ LOS ATEOS ESPAÑOLES NOS ATREVEMOS A CRITICAR A LA IGLESIA CATÓLICA MUCHÍSIMO MÁS QUE A OTRAS RELIGIONES

  Estoy ya un poco harto de leer y escuchar a gente (generalmente cristiano católicos/as) ofenderse e incluso insultar a los ateos que, como...