Pienso que no hace falta que seamos luchadores imbatibles ni que sintamos que podemos con todo lo que nos echen encima. Con avanzar lento y preciso,
atravesando tormentas y sorteando obstáculos a nuestro tiempo, es más que suficiente.
Creo que no es necesario mostrarnos fuertes cuando estamos
tristes, ni ocultar la fragilidad cuando la vida nos da una buena hostia. Con
permitirnos sentirlo todo y encontrar nuestras herramientas para, cuanto antes,
levantarnos y volver a armarnos, es suficiente.
Creo que no hace falta imponernos objetivos de forma
obligatoria (da igual si son a corto o medio plazo), ni conseguir todo lo que
nos proponemos. Con aceptar que unas veces saldrá bien y otras no, o que
incluso a veces será más hermoso de lo que esperábamos y veamos las
oportunidades en lo imprevisto, es más que suficiente.
Considero que no hace falta que tengamos que poder con todo
solos. A veces tendrá que ser así pero otras veces tendremos que tener la
valentía de atrevernos a pedir ayuda. Deberemos tener claro que si elegimos
apoyarnos en alguien, eso no es depender y que cuidar y dejarnos cuidar es una
preciosa manera de amar. Con eso es suficiente.
Creo que no hace falta que todo sea una lucha, una
contienda, una pelea, un reto o una disputa ni que todo tenga como destino una tremenda
transformación. Con que sepamos cuándo es realmente necesario cambiar algo y cuándo
también es necesario y sano parar, fluir y mirar las nubes sin más, disfrutando
del presente, es suficiente.
Creo que no hace falta que idealicemos, frente al espejo,
una montaña de autoexigencias que al no ser cumplidas nos desmoronen y no nos
permitan vernos. Con reconocer nuestra esencia y desear ser mejores personas
que ayer, es suficiente.
Considero que son necesarios el orden, el compromiso, la
coherencia y la razón, sin embargo hay que estar muy loco para ser un cuerdo
total así que se hace necesaria esa dosis de locura que, de vez en cuando, nos
haga correr la sangre por las venas, nos humanice en el sentido más imperfecto
de la palabra y nos aporte esa pizca de sal que haga de la vida una aventura
apasionante a la vez que responsable. Con eso es más que suficiente.
Creo que son perfectamente compatibles la sencillez y una
buena autoestima, Creo que no son necesarios los alardes, la prepotencia o el
juego sucio. Con ser honestos, fieles a nosotros mismos y mantenernos lo
suficientemente auténticos como para que exista coherencia entre lo que
pensamos, lo que decimos y lo que hacemos, es suficiente.
Pienso que no son necesarios los cuerpos esculturales, ni
las exhibiciones, ni la ostentación por muy sociales que seamos los humanos.
Con cuidar de nuestro cuerpo y nuestra salud para mantenernos sanos permitiéndonos
ciertos excesos o lujos de vez en cuando, es suficiente.
Pienso que el tiempo juega un papel armonizador en los
humanos. Todo lo relativiza, todo lo suaviza. Es por eso que muchas veces
únicamente necesitamos dejar pasar el tiempo porque con cada “tic” y cada “tac”
se van puliendo las aristas cortantes del dolor, de la ira o de la frustración.
Con conseguir que las esperas no nos desesperen es más que suficiente.
Yo creo que no hace falta la apoteosis de la vida ni la
efervescencia de lo novedoso ni el exceso de dramatismo por contingencias
comunes. Con aceptar y valorar nuestra humanidad y este efímero paso por la
tierra viviendo en coherencia con nuestro corazón, es más que suficiente.
Fdo. Diego Bueno
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