http://www.elmundo.es/especiales/educacion/escuelas-publicas.html
El informe PISA (programa internacional para la evaluación
de estudiantes) que, mientras no se demuestre lo contrario, es la única
referencia a nivel internacional de que se dispone para comparar los distintos
sistemas educativos en los países (y cuya eficiencia está claramente en
entredicho), es cada vez más a menudo, usado como arma arrojadiza.
Resulta que hay una noticia que dice:
“El instituto de
Valladolid que supera a Singapur en el informe PISA”.
Y añade:
“Así
funciona el centro educativo más demandado de Castilla y León”
Se usa el informa PISA con fines cuasi electoralistas de la
misma forma que a veces se usaba el terrorismo.
Esta noticia que, en principio (el titular, al menos)
pudiera parecer positiva, esconde características humanas tan deleznables como
habituales en los políticos y cierto tipo de periodismo (finalmente todos
aleccionados por los intereses económicos de las empresas, que son las que
realmente tienen el poder en sus manos)
Dinero es poder. Con dinero se compran voluntades, se extorsiona
y se hace política. Esa política que nos afecta a todos (incluso a los
apolíticos).
Por ejemplo, hay mentira, intento de manipulación, verdades
a medias, complejos, miedos a lo nuevo y un intento de perpetuar esas
directrices educativas que tuvieron su “éxito” a principios del siglo XX con la
implantación de los nuevos sistemas productivos.
Se necesitaba mano de obra en la industria. Por supuesto,
mano de obra barata y super-rentable para las empresas. Mano de obra (carnaza)
que no tuviera cultura, ni creatividad, ni iniciativa ni capacidad de
pensamiento libre. Mano de obra que
estuviera alienada y fabricada para actuar como verdaderos robots de carne y
hueso, que no tuviera capacidad de asociación ni de protesta, ni de exigencia.
La educación, la buena educación de esos trabajadores no importaba. Importaba
que cumplieran con sus trabajos repetitivos, que no protestaran, que no
pensaran, que no se asociaran. Se buscaba la homogenización y a todo aquel o
aquella que fuera distinto se le condenaba a la marginación. Se marcaban pautas
de comportamiento en la vida social e individual. Un hombre “de provecho” tenía
que cumplir con lo esperado. Una mujer “de su casa” también. Todo quedaba
etereotipado y los roles estaban perfectamente definidos.
De ahí nació el sistema educativo que, por desgracia, aun
perdura. Un sistema educativo que buscaba, precisamente, la homogeneidad del
alumnado, la distinción por clases sociales, la acumulación de conocimientos a
base de la memorización, las actitudes de comportamiento en clase más robóticas
que humanas (“la letra con sangre entra”) la segregación por sexo, color de
piel, ideología, clase social, religión...
Se buscaba la obediencia, la eficiencia o la complacencia.
Quedaba castrada toda actitud crítica y todo atisbo de
creatividad que no fuera productiva.
Era la forma de preparar a los futuros trabajadores.
Bien pues este artículo cuyos titulares mencioné antes hace,
precisamente, apología de esa “educación”.
En este artículo (Periódico El Mundo) se empieza diciendo lo
siguiente:
“El Instituto Núñez de Arce es un centro educativo
de los de antes. Masificado, con profesores duros y padres poco dados a
participar en una huelga de deberes. Sin moderneces. No tienen pizarras
digitales, ni programa de excelencia, ni bilingüismo. Los alumnos de 15 años
son conscientes de las ventajas pedagógicas de escribir a mano.
Y termina haciendo referencia a los siguientes rasgos del
centro:
LOS RASGOS DEL CENTRO
- Profesores
bien formados
- Plantillas
estables
- Familias
implicadas
- Exigencia
- Pocas
moderneces
- Aprendizaje
de conocimientos concretos
- Refuerzo
de la Lengua, las Matemáticas y las Ciencias
- Uso
de ejemplos de la vida real
- Evaluaciones
- 20
minutos de lectura diaria en clase
Bien, para empezar hay que decir que los rasgos de cada centro
los marca el tipo de alumnado que hay.
Desde el centro se pueden marcar normas y pautas de conducta
en los pasillos pero la metodología a emplear en clase es cosa de cada profesor
o profesora de la misma forma que los contenidos son los mismos en todos los
institutos.
El profesorado que hay en cada centro está ahí en un
porcentaje altísimo porque el centro está localizado cerca de su lugar de
residencia, por tanto, el profesorado de ese centro es exactamente igual que el
de otros centros.
De la misma forma que en un centro de salud público te
encuentras con médicos mejores o peores, en un instituto pasa exactamente lo
mismo.
No dudo de la profesionalidad y vocación del profesorado de
ese centro, pero es exactamente la misma que en otros centros.
Mencionar, por ejemplo, que la masificación no influye
negativamente en la marcha educativa es una aberración y un insulto al sentido
común.
En cuanto a los supuestos rasgos del centro, decir que:
1.
Los
profesores no son formados por el centro (como todo el mundo debería saber).
Están en ese centro porque les pilla cerca de sus casas (como es lógico) y han
sido formados exactamente igual que el resto de profesores del resto de
institutos.
2.
Que haya una plantilla estable sí que ayuda a la educación (siempre que la plantilla estable sea buena, claro)
3.
Que las
familias se impliquen es el deseo de cualquier centro y cualquier
profesor/profesora o cualquier equipo directivo, pero, por desgracia, hay
lugares y contextos en los que las familias no se implican o lo hacen de la
forma menos positiva.
No es mérito del centro ni del profesorado
que las familias se impliquen. Simplemente el tipo de alumnado que hay en ese
centro proviene de familias con poder adquisitivo y nivel socio-cultural alto y
eso facilita mucho las cosas, evidentemente.
4.
Exigencia.
Por mucha exigencia que haya, no dista mucho de la exigencia que hay en otros
institutos. La exigencia la transmite el profesorado y como ya hemos explicado,
el profesorado es exactamente de las mismas características que en cualquier
instituto público. Evidentemente, si el alumnado que tiene a su cargo es un
alumnado homogéneo, proveniente de familias con alto nivel cultural y con un
coeficiente intelectual elevado, la exigencia, forzosamente, ha de ser mayor
(otra cosa es que eso sea positivo).
5.
Pocas
moderneces. Esto sí que suena a risa. Para empezar la página web del
instituto es una buena página, por no hablar de las aulas virtuales. Es mentira
que haya pocas “moderneces” pero es que además, si así fuera, estarían
renunciando a herramientas valiosísimas desde el punto de vista
pedagógico-metodológico-educativo (tal como indican los mejores y más
reconocidos pedagogos a nivel mundial y el propio sentido común)
6.
Aprendizaje
de conocimientos concretos. Que alguien me explique qué es eso. Es de risa
también. ¿Conocimientos concretos? ¿Hay que renunciar a los abstractos?. ¿No se
enseña lo concreto en otros institutos? ¿Hay que competir con Google o
Wikipedia?, ¿Se hace apología de la memorización? Es algo que el autor del
artículo debería explicar, si.
7.
Refuerzo
de la lengua, matemáticas y ciencias. Los currículos son exactamente los
mismos en todos los institutos y en todas las materias. Cierto que en las
programaciones se enfatizan más ciertos aspectos, pero casualmente, son las
mismas materias que se enfatizan en todos los institutos.
8.
Uso de
ejemplos de la vida real. Bienvenidos a la nueva pedagogía (esa a la que
anteriormente decía que renunciaba). Como todo…. Se hace de la misma forma en
todos los institutos.
9.
Evaluaciones.
¿Evaluaciones?. Quien ha escrito esto no tiene ni idea de cómo se actua en la
enseñanza. Por supuesto que hay que evaluar. Se hace en todas partes y se usan
las mismas herramientas y criterios de evaluación. Lo menciona como si ese
fuera el único instituto en que se evalúa.
10. 20 minutos de lectura diaria en clase.
Que leer es bueno es algo evidente pero no se trata de leer por leer sino de
conseguir que el alumnado ame la lectura. Para ello no basta ponerlos a leer y
por supuesto, esto se hace también en el resto de institutos de toda España.
¿Estos
son los rasgos que hacen que este instituto obtenga tan buenos resultados?
¿Esta es la panacea?
Una
vez desmontadas todas estas barbaridades queda en el aire la pregunta del
millón.
Si
no es mérito del centro ni del profesorado, ¿qué es lo que hace que este
instituto obtenga esos resultados en el informa PISA?
EL ALUMNADO.
Evidentemente
es el tipo de alumnado.
Desde
el punto de vista del nivel económico-socio-cultural existen tres categorías.
Las
familias con niveles socio-culturales medio y bajo quieren que sus hijos
estudien junto a los de nivel alto.
Las
familias con niveles socio-cultural alto quieren que sus hijos estudien con
otros de su mismo nivel.
En
tal instituto (por el entorno en el que está situado) hay un número elevado de
alumnos y alumnas provenientes de familias con nivel socio-cultural alto, por
tanto….
a)
¿Qué hacen todas las familias?
Todas las familias quieren que sus hijos
estudien ahí.
b)
¿Qué hace el instituto?
Segrega y busca que solo acceda a él
alumnado proveniente de familias con nivel socio-cultural alto ya que eso dará
fama al instituto, se “apuntará el tanto” y la opinión pública pensará que ESE
es el instituto bueno al que deben acudir sus hijos. Evitará la matriculación
de alumnado proveniente de otras capas sociales o alumnado con necesidades
especiales
c)
¿Qué hace el profesorado?
Inevitablemente subirá el nivel de
exigencia ya que ese tipo de alumnado se lo permite, habrá pocos problemas ya
que los alumnos con necesidades especiales no estarán ahí (bastantes
dificultades tiene mi hijo para estudiar como para encima matricularlo en un
instituto como ese en el que la exigencia es alta, dicen las familias de
alumnos con problemas para el estudio)
La consecuencia
lógica de todo esto es:
·
Masificación
·
Métodos de enseñanza desfasados pero que
funcionan ya que con alumnado brillante funciona todo
·
Fama inmerecida
·
Discriminación
·
Falta absoluta de integración
·
Educación clasista
·
Falta de enriquecimiento personal del alumnado
en la formación como personas que todo sistema educativo debería tener como
objetivo.
Todo esto que acabo de decir no
habría hecho falta decirlo con solo haberme percatado antes de que el director
del centro en cuestión fue entrevistado por Carlos Herrera en la COPE. Con ese
dato habría bastado para saber por dónde iban “los tiros”.
Fdo. Diego Bueno.
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