Un título universitario no es comparable a un título de Formación
Profesional de grado superior, pero no porque uno sea mejor que el otro.
Simplemente son distintos y por suerte hasta ahora, complementarios.
Digo “hasta ahora” porque la nueva ley de educación (conocida como “ley Celaa”)
habla, literalmente, de extinguir el cuerpo de profesores técnicos de
formación profesional.
Si bien otros aspectos de la nueva ley han tenido
trascendencia en los medios de comunicación y en redes sociales, y han sido
objeto de distintas fake news con sus correspondientes desmentidos (como los
bulos de que iban a querer cerrar los centros de educación especial o de que el
castellano ya no iba a ser obligatorio en Cataluña), este verdadero atraco
(este sí) contra la dignidad y calidad de la Formación Profesional ha pasado
completamente desapercibido en un intento de “colar” forma sutil y por la
puerta trasera una medida a todas luces injusta, nada efectiva y que atenta
contra la calidad de la educación en Formación Profesional, demostrando un
total sometimiento a las exigencias empresariales, fomentando la precariedad en
el empleo y, lo que es peor, bajando notablemente la calidad de una enseñanza
que, en los “países civilizados”, camina, justamente hacia la dirección
contraria.
Apostar por la extinción del cuerpo de profesores técnicos
de Formación Profesional no es más que apostar por la no complementariedad de
dos tipos de profesionales de la educación cuya suma de conocimientos,
destrezas y metodologías pedagógicas basadas en el “saber hacer” y el “aprender
haciendo” aportan calidad a la educación, máxime si hablamos de Formación
Profesional.
El hecho de no haber empleado unos años en la obtención de
un título universitario, implica generalmente, que ese profesional ha empleado
ese tiempo en trabajar en empresas de su sector y todos sabemos que para referenciar
constantemente a nuestro alumnado acerca de cómo es el trabajo en las empresas,
no hay nada mejor que haber trabajado en ellas.
¿Qué tipo de profesorado querrías para tu hijo/a si se
convirtiera en alumno/a de formación profesional?
Lógicamente querrías un equipo educativo conformado por
profesionales de la educación que aportaran conocimientos metodológicos,
conocimientos conceptuales y conocimientos actitudinales, bien, pues todo eso se
convierte en un imposible si ese equipo educativo no está conformado por un profesorado
que, aplicando metodologías pedagógicas basadas en la transmisión de
conocimientos, procedimientos y actitudes, no incluyera en el proceso “enseñanza-aprendizaje”
las continuas referencias al desempeño del trabajo en las empresas del sector o
el “Aprender haciendo”.
En cualquier tratado de pedagogía moderna se contempla como
necesaria la adquisición de destrezas en el desarrollo del trabajo, pero
también la necesidad de interrelacionar los conocimientos teóricos con la
implementación de dichos conocimientos.
Si vamos aún más lejos, es justo mencionar que los
profesionales de la educación no dejamos de aprender en ningún momento, como
corresponde a la necesidad de ofrecer a nuestro alumnado una formación de
calidad, por eso nos encontramos con compañeros titulados universitarios que,
ya ejerciendo como profesores, aprenden a llevar a la práctica sus
conocimientos teóricos, a conocer cómo es la realidad del trabajo en las empresas,
así como a adquirir destrezas y habilidades metodológicas. De la misma forma,
los profesores técnicos estudiamos un grado universitario y/o realizamos cursos
para adquirir conocimientos teóricos que completen y complementen nuestra
formación metodológica.
De toda esa mezcla es de donde emana la riqueza
correspondiente a las distintas aportaciones y, por tanto, la calidad en la
educación. Es por todo eso que la decisión de este Ministerio de Educación, de
considerar a los profesores técnicos como “cuerpo a extinguir”, no solo
empobrecería la calidad y el prestigio de la Formación Profesional, sino que se
trata de una medida injusta y sin sentido impropia de un gobierno que dice llamarse
“progresista”. Pero es que yendo todavía más lejos y viendo ciertos
planteamientos que acechan a la Formación Profesional (que como etapa educativa
que es, debe velar por la igualdad, la equidad y el derecho de todo el alumnado
a una educación/formación de calidad, gratuita y en igualdad de condiciones)
atisbo en el horizonte intereses ocultos para la mayoría de los ciudadanos, de
ahí la importancia de difundir nuestras reivindicaciones.
Dichos intereses ocultos no son más que otra forma más de
enmascarar lo que llevan años pretendiendo las organizaciones empresariales con
el fin de obtener aun más beneficios a costa de los trabajadores y el alumnado.
Teniendo en cuenta este planteamiento, yo me pregunto.
-
¿Querrán eliminar el cuerpo de profesores
técnicos para que las prácticas del alumnado se desarrollen íntegramente en las
empresas? (algo impensable en nuestro contexto dado el pobre tejido empresarial,
la escasa oferta de empleo y la poca conciencia empresarial)
-
¿Querrán que, forzosa e inevitablemente, haya
que apostar por la formación dual con el consiguiente beneficio únicamente para
las empresas ya que se ahorrarían mano de obra (o sea, aún más desempleo)
debido a que al alumnado no tendría que ser remunerado como un trabajador?
-
¿Querrán ahorrarse el coste de la obligatoriedad
que supone el tener que formar a sus trabajadores?
-
¿Querrá eso decir que los formadores de las
empresas ejercerán una labor educativa sobre el alumnado a pesar de no poseer
conocimientos pedagógicos, a pesar de estar instruidos, únicamente, en unas
determinadas especialidades, a pesar de no haber tenido que superar unas duras
oposiciones y a pesar de no aportar la imparcialidad intrínseca a un
funcionario del Estado?
-
¿Es una forma de ahorrar inversión en educación
para no tener que dotar a los centros de recursos y dejar en manos de la
empresa de turno (con sus intereses y limitaciones particulares) la puesta en
disposición de dichos recursos?
-
¿Es una forma de favorecer aun más la educación
privada con el pretexto de que ellas sí que apuestan por la formación dual (es
decir, sin profesores técnicos, con lo cual se ahorran inversión en talleres y
equipos) y mediante mensajes engañosos convencer a la ciudadanía de que ese es
el camino hacia una educación de calidad?
-
¿Es, en definitiva, una forma de seguir
desmantelando la educación pública con todo lo que eso supone para un país?
Es descorazonador ver cómo, incluso los gobiernos
progresistas (incluidas las administraciones regionales, provinciales y
locales) se pliegan ante los intereses egoístas y desmedidos del sector
empresarial, dañando sin el menor remordimiento, como en este caso tan
flagrante, incluso la calidad de la educación de todo un país.
Piensen y saquen conclusiones.
Los profesores técnicos tenemos claros estos planteamientos
y es por eso que estamos en lucha constante por defender, no solo nuestros
derechos, sino los derechos de nuestro alumnado y, en definitiva, la calidad de
la educación que como es obvio, pasa por la complementariedad y enriquecimiento
que ofrece un profesorado variado, versátil y en constante mejora.
Fdo. Diego Bueno. P.T.F.P. en el IES El Arenal de Dos
Hermanas (Sevilla)
De acuerdo los profesores técnicos y también los profes de secundaria de Formación Profesional. A seguir luchando!!!!
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