La pedagogía es la ciencia que estudia la educación. ¡Ni más
ni menos!
El objeto principal de su estudio es la educación como un
fenómeno socio-cultural, por lo que existen conocimientos de otras ciencias que
ayudan a comprender el concepto de educación, como por ejemplo: la historia, la
psicología, la sociología, la política, la filosofía etc.
Además, tiene la función de orientar las acciones educativas
en base a ciertas prácticas, técnicas, principios y métodos cuyo objetivo es el
de ayudar/guiar/conducir/intervenir en los procesos de “enseñanza- aprendizaje”.
Ya, los grandes pensadores griegos como Platón, Sócrates y
Aristóteles dejaron plasmado en sus escritos la importancia de asignar métodos
para el conocimiento y estudio de determinadas disciplinas. Aun así, a pesar de
lo indiscutible que es la necesidad de una pedagogía práctica en todo proceso
de enseñanza, existe un sector retrógrado, cerrado de mente y yo diría que,
incluso “negacionista”, que piensa que la pedagogía no es necesaria, incluso
hay profesionales de la educación que siguen pensando que “la letra con sangre
entra” (aunque no se atrevan a decirlo abiertamente por aquello de no ser
políticamente incorrectos/as) y que siguen considerando la obediencia como un
valor a estimular en el alumnado. Son los/as de siempre. Los/as que rinden
pleitesía a las empresas, a los empresarios y a los poderes públicos en general,
los/as que procuran que el fundamentalismo de sus religiones sea el que marque
las pautas a seguir en la educación, los/as de confundir el respeto con el
miedo, los/as que se valen de su posición de poder para imponer sus criterios, los/as
clasistas, los de: "donde manda patrón...", los del "porque sí", los del "yo a tu edad...". Como si los tiempos no cambiaran, como si no se realizaran estudios reputados que avalan otras formas de educación.
¡Todas las etapas educativas necesitan de la pedagogía!
La educación infantil, la primaria, la secundaria, el
bachillerato, la Formación Profesional o la formación universitaria necesitan
de docentes dispuestos a aplicar metodologías pedagógicas adaptadas al
contexto, al alumnado, a las enseñanzas, a los medios, a las circunstancias, a
las necesidades etc.
Se necesita humanizar la educación, adaptarnos todos y todas
a los nuevos tiempos y avanzar. Además, todo eso debemos hacerlo tanto en el
seno de las familias como en las enseñanzas regladas. Dicho de otra forma:
¡La pedagogía es hoy más necesaria que nunca!
Aprendizaje cooperativo, clases o aulas invertidas,
aprendizaje basado en el pensamiento, pensamiento creativo o de diseño,
aprendizaje basado en proyectos, gamificación... Todos estos son métodos
pedagógicos cuya eficacia está fuera de toda duda, por consiguiente, no se
trata de creer o no creer en ellos, sino más bien de aceptar esta realidad que,
por desgracia, un sector retrógrado de los/as docentes todavía se niega a
reconocer.
Os animo a todos mis compañeros y compañeras de carrera a
que sigáis trabajando para convertiros en grandes pedagogos para así conseguir,
entre todos, desterrar de una vez, ideas como la segregación por sexo, la exclusión
de personas con discapacidad pensando que eso afecta a la famosa “excelencia”
del alumnado, la obediencia o la sumisión del alumnado (futuro trabajador), la
pleitesía a las empresas como si estas fueran un ejemplo moral de institución
social, la idea de respeto basada en la posición de poder o el machismo y la
xenofobia como forma de asunción de desigualdades. En esa lucha os vais a
encontrar frente a personas que pertenecen a esos grupos reaccionarios que, os lo aseguro, van a pelear con todas sus fuerzas, todos sus medios (que serán siempre muchos
más que los nuestros, incluidas las posiciones de poder) y todos sus métodos
(métodos de todo tipo, incluyendo los ilegales, los inmorales o los poco éticos)
con tal de conseguir mantener sus privilegios o su forma de entender la
educación anclada en los años de la revolución industrial o, lo que es peor, añorando los años del fascismo/franquismo.
Inventaron las aulas bilingües, que no son más que una forma
encubierta de segregación (como todos/as sabemos), la formación dual, como
forma de proporcionar mano de obra gratis a las empresas (como todos/as sabemos
igualmente) o la privatización de la educación como forma de hacer negocio a
costa de un derecho fundamental de los seres humanos.
Las normas y su cumplimiento son necesarias, las actitudes (incluida la del respeto) se fomentan y se trabajan y la pedagogía es imprescindible en todas las etapas educativas.
Fdo. Diego Bueno
Cuanta razon tienes.
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