lunes, 29 de julio de 2024

¡¡PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID... POR FIN!!

 


Este pasado fin de semana hemos estado en Madrid. En Madrid siempre hay mucha gente. Es la capital de España. Ahí están todas las instituciones del Estado, además se trata de una ciudad con un pasado histórico y un legado cultural y patrimonial espectacular. La capital tiene una población de más de 3 millones de habitantes pero contando con el área metropolitana, hablamos de cerca de siete millones de personas. La villa de Madrid posee, además, una oferta cultural envidiable y es un evidente motor económico del país. Todo ello hace que reciba muchos visitantes foráneos (como nosotros) y que sea destino de mucha migración (sobre todo procedente de sudamérica). Es comprensible que zonas como la Gran Vía estén masificadas permanentemente y eso tiene consecuencias. No obstante, lo que hemos podido ver este fin de semana ... yo, al menos, no lo había visto nunca (y conste que voy mucho a Madrid desde hace ya muchos años). Me refiero a familias enteras (con niños y todo) durmiendo y mal viviendo EN LAS ACERAS. Es, al menos para mi, desolador y desesperanzador ver cómo la gente vive "su fiesta" sin sobrecogerse, sin siquiera inmutarse ante la imagen de tantas personas tumbadas en las aceras (repito.... FAMILIAS ENTERAS CON NIÑOS). La otra imagen que me ha impactado es la de las aceras repletas de basura. Literalmente. Para andar había que ir sorteando latas de refrescos, vasos, envases etc. Las papeleras repletas. Gente que se toma una lata de refresco y la tira al suelo como si nada (supongo que lo hacen porque son libres. Viva la libertad!). En ningún momento vi servicio de limpieza (supongo que les pillaría por sorpresa tanta gente en un fin de semana en Madrid en vez de estar en Benidorm). En fin... Un caos marcado por el individualismo, el todo vale, la falta de ética y el "voy a lo mío y me importa una mierda lo social, lo común, lo humanista". Supongo que me hago viejo y por eso me llaman la atención esos "detallitos".
Fdo. Diego Bueno.
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martes, 23 de julio de 2024

¡HABLEMOS DEL BUEN USO DEL LENGUAJE... POR FIN!

 


Todos nuestros logros como humanos, tanto en lo positivo como en lo negativo, han implicado la utilización del lenguaje. Como seres humanos, usamos el lenguaje de dos formas diferentes y relacionadas entre sí:

Por un lado, lo utilizamos para representar nuestra experiencia (percepción, sensaciones, emociones, conclusiones, etc.) respecto a cualquier actividad. Esto implica razonar, pensar, fantasear o ensayar. Al tratarse de un sistema de representación de nuestro “yo”, creamos un modelo de nuestra experiencia. Este modelo del mundo que construimos a través del lenguaje se basa en nuestra capacidad de percepción.

Por otro lado, usamos el lenguaje para comunicarnos. Lo que comunicamos es nuestra propia representación del mundo, y lo hacemos mediante el lenguaje hablado o escrito. Discutimos, conferenciamos, escribimos, cantamos, etc.

Adquirir herramientas lingüísticas desde muy corta edad facilita el buen uso del lenguaje en ambas vertientes. Por ello, es fundamental, desde un punto de vista pedagógico, que los niños y niñas aprendan un vocabulario amplio, que lo comprendan, lo interioricen y lo usen. Nuestro papel como familias y docentes es incitar, animar y estimular este proceso.

Uno de los grandes objetivos vitales de los seres humanos es construir una historia de vida de la que sentirnos orgullosos/as: nuestros logros, relaciones y aprendizajes. Todo esto se construye y toma forma mental a través de las palabras.

A menudo no somos conscientes de la importancia del uso adecuado del lenguaje. No siempre reflexionamos lo suficiente antes de elegir las palabras que utilizamos. La buena noticia es que nuestro cerebro tiene la capacidad de adaptarse y adquirir nuevas formas de procesar el lenguaje. Todo es trabajable y mejorable. Las personas educadoras y las familias, dada nuestra influencia, tenemos la responsabilidad de ser conscientes de la importancia de las palabras en la construcción del “yo” ya que son herramientas fundamentales, y pueden ser tanto una ayuda como un freno.

El empleo del lenguaje positivo debería ser un elemento clave en todo proceso de enseñanza-aprendizaje, entendiendo que va mucho más allá de reforzar acciones o ideas. Un ejemplo significativo de la importancia de las palabras es el conocido efecto placebo, que se ha demostrado como el mejor y mayor medicamento para cualquier enfermedad. Su importancia es tal que absolutamente todos los estudios farmacológicos lo utilizan para comprobar la efectividad de un fármaco.

Estimulemos el buen uso del lenguaje, promoviendo la adquisición de un vocabulario extenso y variado. De ello depende, en gran medida, el éxito en la vida: en el ámbito profesional, en las relaciones, y en la gestión de los contratiempos. Un “yo” fuerte, resiliente y seguro, es más capaz y eficiente. Con un lenguaje positivo es infinitamente más fácil poseer una buena autoestima, ser más educado/a, tener mejores sentimientos y ser más auténtico/a, asertivo/a, creativo/a o, simplemente, disfrutar más intensamente de cualquier expresión de belleza con la que nos topemos.

Fdo. Diego Bueno.


miércoles, 17 de julio de 2024

AZUL PASTEL, VIOLETA Y ROSA... TOULOUSE

 



AZUL PASTEL:

Prosperidad, edad media- renacimiento, enrejados de balcones y ventanas, perfumes, elaboración laboriosa.

El glasto (Isatis Tinctoria) es una planta de flor amarilla, usada desde la Antigüedad por sus propiedades medicinales y por producir un tinte azul muy estable.

El cultivo y la comercialización del glasto se desarrollaron durante el Renacimiento, sobre todo en la región de Lauragais, entre Toulouse, Albi y Carcasona. Lo que se llamó el Triangulo Azul.

Entonces, el modo de elaboración era bastante largo. Las hojas del glasto se recogían, se secaban y se machacaban. Tras una fermentación se hacía con la pasta unas pelotas llamadas coques o cucañas La región de Lauragais era pues “el país de Cucaña”. Estas pelotas se machacaban después para hacerlas polvo: era el pigmento que llamaban “agranat”.

El tinte se obtiene por oxidación: cuando se sumerge el paño en el tanque con el tinte sale de color verde. En contacto con el oxígeno del aire se opera la magia y el paño se vuelve azul.

Este color indeleble es de gran calidad. Dicho pigmento se ha empleado también en pintura lo que ha ayudado al desarrollo de la región.

Este Siglo de Oro finalizó cuando dicho comercio terminó a causa de la competencia del negocio del añil, planta de propiedades tintóreas más fácil de transformar.

La gama de los productos derivados del glasto es hoy muy amplia: textil, papelería, accesorios, etc.

La planta de glasto también se utiliza en cosmética y la encontramos en varias tiendas de Toulouse y sus alrededores. Aceite, pigmentos y semillas se utilizan por sus características hidratantes y reconstituyentes como cremas y jabones. Lo encontramos en Graine de Pastel y en Terre de pastel.

VIOLETA:

La flor del amor

En una de sus canciones, Luís Mariano cantaba que el amor era “un ramito de violetas“. La violeta de Toulouse es hoy día uno de los símbolos de la Ciudad Rosa.

Una leyenda atribuye la aparición de esta flor en Toulouse a una historia de amor. Cuentan que un oficial del ejército de Napoleón III que venía de Parma, en Italia, trajo un ramillete de violetas a su novia tolosana.

En el lenguaje de las flores la violeta simboliza el pudor, el recato. Al regalar un ramillete de violetas a alguien le estamos diciendo “te quiero en secreto”.
Con sus hojas en forma de flor, es ideal para deshojar margaritas.

Existen más de 300 variedades de violeta, cien de las cuales el Centro de Conservación de la Violeta presenta en los invernaderos municipales de Toulouse traídas de diferentes países.

Esta delicada planta sin semillas se cultiva mediante esquejes y en invernadero. La violeta de Toulouse es una violeta múltiple que puede tener entre 30 a 50 pétalos. Florecen durante 4 a 5 meses y se recogen entre octubre y marzo. Si la violeta no está siempre en flor se pueden encontrar todo el año productos derivados de ella: dulces, decoraciones, fragancias, ropa, cosmética, etc.

El perfume de esta flor tiene la particularidad de adormecer inmediatamente los receptores olfativos. Es decir que, cuando respiramos esta flor, no conseguimos seguir oliendo su perfume durante algún tiempo. Necesitamos esperar unos minutos para que el sea de nuevo posible.

Todos los años, el primer fin de semana de febrero se celebra en la plaza del Capitole de Toulouse, la fiesta de la violeta. Talleres para saber cambiar de maceta la violeta, exposiciones, animaciones para todos, etc. Es la “Fiesta de la violeta”.

ROSA:

Situada en el suroeste de Francia, a orillas del río Garona, Toulouse es conocida como «La Ville Rose» (La Ciudad Rosa) debido al característico color de sus edificios, construidos con ladrillos de terracota. Esta vibrante metrópoli, capital de la región de Occitania, es la cuarta ciudad más grande de Francia y alberga una rica historia, un río convertido en un oasis natural y una curiosa relación con el espacio.

En diversos lugares de Francia existe un hombre que toca con su acordéon la famosa canción “La vie en rose” de Edith Piaf. En la misma, la cantante hablaba acerca de un amante en cuyos brazos se pierde, en los que nace esa "vida en rosa". Una sensación similar nos invade cuando paseamos por las callejuelas de Toulouse, la ciudad rosa de Francia, la confidente de un río Garona que divide todos sus encantos para desplegar una sucesión de postales irresistibles: desde los pícnics a base de baguettes con crudités junto al canal du Midi hasta el grupo de tolosanos que juega a la petanca en las inmediaciones de la plaza de la Dorada.

Toulouse es la joya de Occitania, con su encanto medieval y la certeza de ver la vida a través de nuevos colores.

La ausencia de producción de piedras llevó a los habitantes a moldear sus propios ladrillos a partir de la arcilla obtenida de canteras cercanas. El color rojizo de este material procede del conocido “brique foraine” o ladrillo de tonos rojizos y rosados tan típicos de esta ciudad.

Un perfecto hilo conductor que nos guía a través de un casco antiguo prácticamente intacto -a falta de la antigua muralla- que podemos descubrir partiendo de la rue Gambetta, una de las calles más bonitas de Toulouse. Los balcones hinchados de flores, la rosada paleta cromática y los cafés típicos regalan una estampa que incita a perderse en la rica historia de la ciudad.

miércoles, 10 de julio de 2024

HABLEMOS DE “LA VIDA PASA”… POR FIN!!

 


Pasa en un santiamén que se decía antes. Pasó volando. Pasa todo lo voluptuoso de la vida. Las inseguridades, lo intenso, las vivencias, los nervios a flor de piel. Todo pasa. Hasta las incertidumbres pasan. Los que nos movemos en edades que rondan los 60 años de vida… absolutamente todos tenemos la misma sensación: ¡Qué rápido pasó todo. Parece que fue ayer cuando tal y tal!

Andamos como despistados, abrumados por el paso implacable del tiempo, cohibidos a veces por su velocidad cada vez mayor. Peleamos contra la nostalgia a la vez que disfrutamos de ella en nuestro fuero interno. Ahora llega la calma, lo contemplativo, los movimientos lentos. Es como si con ello quisiéramos parar un poco el tiempo. Hacemos balance a veces y sentimos envidia por no poder disfrutar en estos momentos de nuestra juventud dadas las enormes posibilidades de que dispone la gente joven a día de hoy y sin embargo sentimos la sana nostalgia de nuestros maravillosos tiempos pasados que tan felices nos hicieron. Nos movemos en la cuerda floja buscando el equilibrio entre un estado depresivo no desmedido provocado por el declive físico/psíquico y un “gracias a la vida que me ha dado tanto”. Entre el agradecimiento por seguir vivos y la tristeza que provoca el saber que la juventud se fue y ya no volverá jamás. Entre las tinieblas del futuro en forma de muerte cada vez más cercana y la luz que nos inunda el corazón sabedores de que todavía queda mucho por hacer y sentir. Equilibrio entre valorar más que nunca cada minuto vivido y cada bocanada de aire inhalado y sentir la inevitabilidad del paso del tiempo comprobando que se van cumpliendo, poco más o menos, los pronósticos agoreros. Equilibrio entre rodearnos únicamente de personas conscientemente elegidas y sentir, a veces, la más absoluta soledad en todos los sentidos. Supongo que por eso combinamos estados de felicidad asociados al bienestar de que disfrutamos o la sensación del deber cumplido y las metas alcanzadas, en contraposición a la insoportable levedad del ser o el desasosiego que provoca la impotencia que supone comprobar que el ser humano no tiene remedio. Reconfortante felicidad por la suerte de haber nacido y vivido en época y lugar inmejorables en comparación con otros tiempos y lugares y la desazón de saber que el mundo seguirá su curso sin nosotros como si nada a la vez que somos conscientes de que está abocado a la extinción de la humanidad.

Fdo. Diego Bueno


HABLEMOS DE: "EL MAL EN INTERNET"… POR FIN!!

  HABLEMOS DE "EL MAL EN INTERNET"… POR FIN!!    Internet, en general y las redes sociales, en particular, nos han acercado tanto...