HABLEMOS DE ¿LO NATURAL ES
SIEMPRE LO MEJOR?... ¡POR FIN!
Obviamente va a depender de lo
que estemos hablando, pero es cierto que, en nuestra sociedad, existe una
arraigada tendencia a asociar lo "natural" con lo "bueno",
lo "puro" y lo "saludable" por definición. Esta percepción
pudiera ser bienintencionada, aunque a menudo vemos que forma parte de campañas
publicitarias que solo intentan vender sus productos usando lo “natural” como
reclamo y ocultando buena parte de la verdad a los consumidores. Además de eso,
ese tipo de campañas dañan nuestra percepción ya que a menudo nos hace tender a
simplificar en exceso una realidad mucho más compleja. La naturaleza, en su
estado más original, es un ecosistema de equilibrio y “brutalidad”, de belleza
y peligro. Lo cierto es que hay innumerables ejemplos de elementos y procesos
naturales que son, en el mejor de los casos, mejorables, y en el peor,
francamente perjudiciales.
Antes de profundizar, es crucial
plantearse: ¿qué consideramos realmente "natural"? La línea divisoria
es a menudo borrosa. ¿Es natural un campo de trigo cultivado por el hombre,
producto de milenios de selección artificial? ¿O solo lo es el trigo silvestre
original? ¿Es natural una ciudad, construida con materiales extraídos de la
tierra, o solo un bosque virgen?
A menudo, asumimos como naturales
cosas que son el resultado de una profunda intervención humana. La agricultura,
por ejemplo, ha transformado drásticamente las especies vegetales y animales
para hacerlas más productivas y aptas para el consumo humano. Un plátano
moderno, sin semillas y dulce, dista mucho de su ancestro silvestre. De igual
modo, muchas razas de perros, aunque "naturales" en el sentido de que
son seres vivos, son el resultado de una selección artificial tan intensa que
incluso presentan problemas de salud inherentes.
La naturaleza está llena de
elementos que, aunque son intrínsecamente "naturales", distan mucho
de ser beneficiosos para nosotros:
Tenemos venenos y Toxinas. De
hecho, muchas de las sustancias más letales conocidas son de origen natural.
Están ahí, en plantas, en animales o en hongos.
Tenemos enfermedades. Gran parte
de las enfermedades que han diezmado a la humanidad son "naturales".
Infecciones, malformaciones, enfermedades genéticas…. Todas son naturales y sin
embargo son perjudiciales para las humanidad, para las plantas o para los
animales.
Tenemos desastres Naturales:
Terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, huracanes... todos son fenómenos
naturales que causan devastación.
Tenemos materiales naturales con limitaciones.
Por ejemplo, la madera se pudre y quema. Las fibras naturales son menos
resistentes que muchas sintéticas. El hierro natural se oxida…
Respecto a cómo nos afecta eso
que llamamos “natural” a los humanos, quisiera hacer hincapié, por lo mucho que
nos atañe, en la alimentación ya que, a día de hoy, sabemos que tiene una
importancia enorme en nuestra salud y por tanto en nuestra longevidad. Es
evidente, a mi modo de ver, que en el ámbito de la alimentación, la creencia de
que "natural es siempre mejor" también merece un análisis crítico. Si
bien una dieta rica en alimentos integrales es fundamental, el concepto de
"natural" en el supermercado dista mucho de la realidad ancestral.
Los cultivos modernos, tanto de
frutas como de verduras, han sido seleccionados durante generaciones para
características como el tamaño, la dulzura, el aspecto, la resistencia a plagas
y una mayor vida útil. Esto, a menudo, ha ido en detrimento de su densidad
nutricional comparada con sus ancestros silvestres. Además, la agricultura
intensiva puede agotar los suelos, reduciendo el contenido de vitaminas y
minerales en los productos así que dadas esas características y dado que los
humanos vivimos más años que nunca, a partir de ciertas edades, el cuerpo
humano experimenta cambios metabólicos y de absorción que pueden hacer que
incluso una dieta "natural" y equilibrada no sea suficiente para
cubrir todas las necesidades nutricionales. ¿Por qué ocurre esto?:
Porque hay una disminución de la absorción:
Con la edad, la capacidad del intestino para absorber ciertos nutrientes, como
la vitamina B12 (esencial para el sistema nervioso y la formación de glóbulos
rojos) o el calcio y la vitamina D (cruciales para la salud ósea), puede
disminuir.
Porque hay un aumento de
necesidades de ciertos nutrientes como consecuencia de factores como el estrés,
ciertas condiciones de salud o el uso de medicamentos. Por ejemplo, las mujeres
en edad fértil a menudo requieren suplementos de hierro y ácido fólico. Las
personas mayores pueden beneficiarse de suplementos de vitamina D y calcio para
prevenir la osteoporosis, o de B12 si su dieta o absorción es deficiente.
En estos casos, los complejos
vitamínicos y minerales no son un sustituto de una dieta sana, sino un
complemento valioso que puede ayudar a llenar las brechas nutricionales y
apoyar la salud óptima, especialmente cuando la "naturalidad" de los alimentos
o la capacidad del cuerpo ya no son suficientes.
Precisamente porque lo natural no
siempre es lo mejor, la humanidad ha dedicado milenios a desarrollar
tecnologías y conocimientos que mejoran nuestra calidad de vida, superando las
limitaciones y peligros de la naturaleza y esto se ha producido en todos los
campos. Por ejemplo:
En medicina y salud, las vacunas
han erradicado enfermedades naturales devastadoras. Los antibióticos combaten
infecciones. La cirugía corrige defectos. La higiene previene enfermedades.
En agricultura. la ingeniería
genética permite desarrollar cultivos más resistentes y nutritivos. Los
fertilizantes y pesticidas han permitido alimentar a una población mundial
creciente.
Respecto a materiales, el acero
es más resistente que el hierro puro. Los plásticos son ligeros, duraderos y
versátiles, superando las propiedades de muchos materiales naturales, Etc.
Las construcciones nos protegen
de las inclemencias del tiempo y de los depredadores.
Respecto a transporte y comunicación,
aviones, coches y fibra óptica superan las barreras naturales de distancia y
geografía.
Conclusión
La fascinación por lo
"natural" es comprensible y, en muchos aspectos, beneficiosa,
especialmente en la conservación del medio ambiente y la búsqueda de estilos de
vida saludables. Sin embargo, es fundamental adoptar una perspectiva crítica.
Lo natural no es inherentemente superior o más seguro. La capacidad humana para
observar, comprender y mejorar el mundo que nos rodea ha sido la clave de
nuestro progreso y bienestar. Reconocer las limitaciones de lo puramente
natural nos permite apreciar el valor de la ciencia, la tecnología y la
innovación para construir un futuro más seguro, cómodo y próspero.
Fdo Diego Bueno.
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