jueves, 25 de noviembre de 2010

HABLEMOS DE “VAMPIRESAS”… POR FIN!!

Antes que nada, aclarar que me refiero a vampiresas y no a vampiros porque en mi experiencia vital me he encontrado, sobre todo, con “ellas” y mucho menos con “ellos”, pero estoy completamente seguro de que haberlos haylos. Sobre todo, abundan los vampiros en temas relacionados con el mundo laboral y también he tenido la desgracia de tener que lidiar con más de uno.
El vampiro o vampiresa es también conocido como “garrapata”.
La característica principal de cualquier vampiro/esa es chupar la sangre de su víctima. Lógicamente hablamos en términos figurativos, lo cual no lo hace ser menos problemático que si hablara literalmente ¿eh?
Porque la vampiresa presenta una serie de características que la hacen visible (solo a ojos avispados) y la definen como tal.
Se trata de una mujer que, ante todo, posee un egoísmo (“yoismo” que diría aquel) fuera de lo común. Todos somos en cierta medida, egoístas, pero la vampiresa, además de serlo mucho, es manipuladora. Tiene afán manipulador.
Generalmente, en plena conversación, no te escucha o te escucha poco, o no lo hace en la medida de lo que requiere nuestro discurso. Y si te escucha… ve pensando que, seguramente, lo hace para cobrarse luego en términos de atención al hablante, mucho más de lo que ha “pagado” escuchándote a ti.
La vampiresa no regala nada (y mucho menos, su tiempo) y, por tanto, todo lo que te de te lo va a cobrar luego con creces.
Ella es el centro del mundo y, por tanto, lo que le pase al mundo debe tener menor relevancia que lo que le ocurra a ella. Esto hace que, casi siempre, caiga en eso que llamamos “falta de educación”.
Si te toca a ti contar algo, ella te interrumpirá y lo hará con una excusa que, igualmente, habría servido para interrumpirla a ella cuando era ella la que hablaba.
Si le cuentas un problema grave (objetivamente calificado como grave, claro) tendrá la misma trascendencia, para ella, que su problema leve (objetivamente calificado como leve, claro). Ella ya se encargará de conducir la conversación hacia los terrenos que le interese (es decir, hacia ella y su mundo).
Una característica de los vampiros es que saben escoger a sus víctimas, de tal forma que, al igual que el tigre ataca a la presa más débil, la vampiresa lanza sus manipuladoras garras sobre las personas más influenciables. No dejo de reconocer la habilidad que tienen para escoger a sus víctimas. Y, en cualquier caso, si se equivocan, o son desenmascaradas, no importa. ¿Será por víctimas? (tantas como personas conviven de alguna forma con la vampiresa).
¿El objetivo de tal modus operandi? Ser ensalzada y colocada en lo más alto del podium de su mundo. Necesitan, en definitiva, de la propia reafirmación de sus conductas, de las cuales ellas mismas dudan. Y necesitan de la relevancia social (no es más que otro modo de ostentación).
El problema que presenta lidiar con vampiresas es que estas buscan y beben tu sangre y eso, siempre, te deja debilitado. A nadie le gusta sentirse débil o inferior a alguien (salvo que se necesite de la tutela de alguien, bien por inmadurez o bien por problemas personales no resueltos o, generalmente, por ambos).
Sin embargo, la vampiresa, como egoísta de sentimientos que es, no se conforma con gobernar mentes débiles, sino que, además, apunta siempre a los más alto (“demasiado fácil para mi”, deberá pensar más de una al enfrentarse al reto de tener que manipular a alguien manipulable).
Eso la hace estar en el filo de la navaja constantemente (siempre a punto de ser descubierta y siéndolo en muchas ocasiones). Llegan a habituarse a andar en esa tenue cuerda floja hasta el punto de que si son descubiertas y colocadas en la palestra, lo asumen con extraordinaria naturalidad. Por si fuera poco, cuentan con el arma de la autosugestión para convencerse de que esa persona (la que la ha descubierto y le ha recriminado su actitud), en verdad, no merecía la pena como tal (ni para malgastar su tiempo ni su esfuerzo abductor). La primera vez que es descubierta se enfadará con su víctima de una manera desorbitada y si es descubierta en más de una ocasión, te regalará su indiferencia.
La vampiresa, en su afán manipulador, es la que pretende establecer las normas de comportamiento de los demás, de su círculo. Ella determina lo que es correcto y lo que no, cuándo hay que hacer esto o aquello, cuándo hay que ir a tal o cual sitio, quienes deben ir y en qué momento. Ella determina el qué, el quién y el cómo ha de ser todo, siempre, en función de sus necesidades, sus gustos, sus posibilidades o sus apetencias.
De lo que se trata es de que ella ha de ser la reina y, por tanto, a ojos de los demás, ha de ser la cabeza visible, la que destaca y el centro de admiración del personal por lo resuelta que es, por lo guapa que es, por lo inteligente que es etc.
No es nada infrecuente recurrir, incluso, a la mentira (auto mentira a veces, porque, incluso llegan a creérselas) o a apuntarse tantos cuyo mérito no es de ella. Literalmente llegan al robo de ideas y/o iniciativas con tal de aparecer en lo más alto.
Aun así, y en función de su carácter más o menos positivo, yo distinguiría dos tipos de vampiresas.
Por una parte la típica mujer que es alegre, divertida y con alma de líder. Y por otra, tendríamos la mujer negativa que, por problemas personales, tiene la necesidad de ser el centro de un mar de lágrimas de los que la rodean. Con la primera, al menos, te ríes.
La otra gran característica de las vampiresas es la incoherencia. Esto o aquello estará bien o mal en función de mis necesidades (presentes o futuras) y no en función de criterios de raciocinio y coherencia. Anteponen la satisfacción de su instinto de relevancia a cualquier actitud medianamente coherente. Suelen vivir en el caos y suelen poseer mentes atormentadas. Sienten la necesidad de satisfacer necesidades, siempre, perentorias, y para ello no dudan en usar todos los medios de persuasión necesarios (aun dejando de lado obligaciones y responsabilidades). Suelen cansarse pronto de las personas y necesitan del cambio constante en sus vidas. Suelen dejar mucho a medias.
Otras veces tampoco dudan en competir deslealmente pisándote solo para parecer más altas, destacando tus defectos solo para que resalten sus supuestas virtudes o dando una importancia desmedida a aquello que, realmente no la tiene.
A veces, en una especie de síndrome de Estocolmo, consiguen que, una vez descubierto el pastel y apartadas de nuestras vidas, incluso las echemos de menos luego.
Es lo que hay y todos, absolutamente todos (incluidas ellas mismas) hemos conocido o conocemos a alguna vampiresa ¿verdad que si? Pues…. Estad alerta porque pueden haceros perder demasiado tiempo de vuestras valiosas vidas y daros algún que otro quebradero de cabeza. No son buenas personas, en definitiva. Por lo demás… son más inofensivas de lo que parece si usamos nuestras armas para delimitar su poder de influencia.
Gracias

miércoles, 29 de septiembre de 2010

HABLEMOS DE TIPOS DE ESQUIROLES… POR FIN!!

 

  1. Esquiroles obligados. Los que tienen un contrato precario y temen que los despidan (o que sean los primeros en ir a la calle en caso de despidos) como represalia de la empresa por participar en la huelga. Generalmente esperan con ansias la llegada de un piquete que les impida trabajar el día de la huelga.
  2. Esquiroles de nacimiento. Lo llevan en la sangre. Suelen ser de la hermandad del puño y se piensan que el resto somos tontos. Son los que, en realidad, no tienen un contrato precario ni corre riesgo su empleo (generalmente porque trabajan en un organismo público) pero alegan el punto 1 para así cobrar el día de la huelga y, para colmo, quedar bien ante el personal (personal que, generalmente no les dice nada por educación pero que sabe de qué pie cojean aunque ellos crean que no).
  3. Esquiroles ocultos. También de la hermandad del puño y, además, caguetas. Son los que dicen que van a hacer huelga o no dicen nada (alegando su derecho al silencio) y luego, a escondidas, van al puesto de trabajo.
  4. Esquiroles convencidos. Son los que, realmente, no están a favor de la huelga, generalmente, porque están contra los sindicatos y no quieren dejarse manejar por ellos (aun así les cuesta trabajo decirlo abiertamente ¿por qué será? (ver punto en común de los esquiroles para saber la respuesta)
  5. Esquiroles que hacen huelga. No saben de que va la huelga y a muchos de ellos ni les interesa, pero la hacen por cogerse un día de vacaciones y, en cualquier caso, quedar bien ante sus compañeros.
  6. Esquiroles por coacción. Reciben amenazas de empresarios. Son exactamente como los del punto 1 pero, además, están amenazados.
  7. Esquiroles de corrillo. Durante un tiempo antes de la huelga toman la palabra en corrillos para desprestigiar a los sindicatos convocantes con objeto de convencer al número máximo posible de compañeros de que no hagan huelga con objeto de no ser el único esquirol.
  8. Esquiroles por mayoría. Alegan, para justificar su condición de esquirol, que la huelga no tendrá seguimiento y que por mucho que se haga no se conseguirán los objetivos.
  9. Esquiroles lameculos. Son cono los del punto 1 y/o el punto 2, pero, además de por esos motivos, son esquiroles para apuntarse un tanto ante su jefe (jefe que, por supuesto es conocedor de la condición de lameculo del susodicho)
  10. Esquiroles excusados. Pueden poner cualquier excusa para no hacer huelga. Vale cualquier cosa. La excusa puede ser, desde una baja laboral hasta alegar que una vez tuvo un problema con un sindicato y decir que a partir de ese día hace lo contrario de lo que digan.
  11. Esquiroles de clase. Están a favor de la huelga y les gustaría hacer huelga pero su condición de facha les impide hacer huelga para no manchar su reputación.
  12. Esquiroles prostitutos. Reconocen abiertamente que no hacen huelga porque (eso alegan para justificarse) no pueden permitirse el lujo de perder el dinero del día. Suelen vender barata su dignidad. Incluso le ponen precio rápidamente.

PUNTO EN COMÚN DE LOS ESQUIROLES

Todos. Absolutamente todos aceptan las mejoras conseguidas tras la huelga (eso si… con el dinero del día de huelga en el bolsillo y su “reputación intacta”.

PD- Que cada uno de vosotros, esquiroles, se identifique con su tipo. Y si me he dejado alguno en el tintero, que lo haga saber, por favor.

Fdo. Diego Bueno

martes, 28 de septiembre de 2010

HABLEMOS DE LOS SINDICATOS… POR FIN!!

 

Es el tema de moda. Eso es lo que hay que preguntarse, pienso yo. ¿Por qué está de moda?. Indudablemente, está en boga el tema del sindicalismo porque hay convocada una huelga general. Pero… además de eso existe (y eso no se puede negar) una campaña de desprestigio, hacia los sindicatos, iniciada hace ya tiempo. ¿Quién está interesado en desprestigiar a los sindicatos?. Esto es como cuando hay un asesinato. ¿A quienes interesa y quien se beneficia  del desprestigio sindical?. La respuesta a esa pregunta nos llevará al autor del asesinato.

Evidentemente, a quienes más interesa el desprestigio es a los empresarios. Aunque algunos de ustedes se piensan que eso de la lucha de clases ya está pasado de rosca y pertenece a otros tiempos, es evidente que lo decís desde el desconocimiento de la realidad, porque os guste o no, existe y existirá siempre un enfrentamiento entre los intereses (siempre opuestos) de los trabajadores y los empresarios.

Ni que decir tiene que los empresarios lo son, no para crear empleo, no para crear riqueza, no para beneficiar al estado. Los empresarios se hacen empresarios (libremente, por cierto) para hacerse ricos, para no tener que soportar jefes cabrones y, en cualquier caso, para acumular más capital y ganar más dinero que siendo simples trabajadores. El empresario puede elegir entre ser un trabajador normal o ser empresario. El trabajador, en cambio tiene que serlo porque no tiene la posibilidad de ser empresario (para eso hace falta dinero).

Por tanto, y partiendo de la base de que los intereses son contrapuestos (el empresario quiere SIEMPRE trabajadores que trabajen mucho y bien y que no protesten nunca y, el trabajador quiere SIEMPRE trabajar en las mejores condiciones y tener un sueldo lo mayor posible) es evidente que al empresario no le interesa que el trabajador se organice, ni que proteste, ni que exija, ni que reclame derechos.

Ese es el fundamento de la justificación de que existan sindicatos (derecho que tienen todos los trabajadores en empresas de más de 8 trabajadores y que queda recogido como tal en la constitución española. Esa que tanto defienden, con extremada vehemencia, por cierto, algunos).

El empresario cuenta con un arma que suele utilizar contra los trabajadores y que le confiere un poder contra el que hay que luchar para equilibrar la balanza. Me refiero al despido. Las personas que trabajan, lo hacen para poder ganarse un sueldo con el que mantener a sus familias. Si se deja totalmente en manos del empresario la posibilidad del despido libre, esos trabajadores estarán cohibidos a la hora de reclamar derecho alguno. Debe existir una organización (democrática, por más señas) que represente a los trabajadores y que pelee por derechos y mejoras en sueldos y condiciones laborales.

Me cabrea tener que ahondar en razonamientos tan de Perogrullo pero me doy cuenta de que en estos días y, gracias a la enorme campaña orquestada desde la derecha, se hace necesario que la gente sepa cómo son, en verdad, las cosas.

Si en este país gozamos (los trabajadores) de buenas condiciones de trabajo en muchos sectores, es, en enorme medida, gracias a la lucha de los sindicatos. Todos esos que criticáis a los sindicatos, debéis saber que gozáis de esas condiciones tan buenas (suele pasar, sobre todo, en el sector público) gracias a la pelea de los sindicatos. Cuando se negocian convenios colectivos y hay mejoras laborales, es gracias a los sindicatos. Si no te agrada la forma en que actúa un sindicato, puedes afiliarte a otro. Si no te gustan las personas que te representan en tu empresa, puedes votar a otros. O mejor aun… puedes presentarte tu mism@. Eso es la democracia.

¿Qué en los sindicatos hay golfos, ladrones etc.? ¿Me puede alguien decir en qué colectivo no los hay?

Pero… sin duda, también hay personas que prestan su tiempo y sus medios por defender ideas (ideas que luego repercuten en TU beneficio) y ese tipo de gente si que es difícil encontrarlas en otros colectivos (por ejemplo, en el de los empresarios).

Por último, recordarles que esos que se les llaman “liberados” (en el tono más peyorativo posible) no son más que trabajadores elegidos democráticamente por sus compañeros (y en el número que marca la ley) para que los representen. Evidentemente, esa representación exige una dedicación en forma de tiempo. A los empresarios y a la derecha, en general, no les gustan los “liberados” porque, por una parte, no están produciendo y trabajando en la empresa (y os recuerdo que los empresarios SIEMPRE quieren gente que trabaje mucho y que no proteste ni se organice para negociar condiciones de trabajo y exigir derechos) y hay trabajadores a los que tampoco les gustan los liberados porque, simplemente, los envidian y se quejan de que ellos están trabajando mientras sus compañeros liberados están exentos de trabajar en la empresa. A esos trabajadores yo les diría que se presenten ellos como enlaces sindicales o que no voten a los que no les gustan. Y si alguien hace alusión al dinero con el que el estado financia a los sindicatos, simplemente, decirles que el estado aporta cantidades de dinero a todo tipo de asociaciones (incluidos partidos políticos) y que el dinero por representante sindical/anual en España que aporta el estado es la cantidad de 30 euros/año. Cuando queramos atajar, de verdad, la crisis, deberíamos empezar por luchar contra el enorme fraude fiscal (que cometen la mayoría de empresarios, por cierto) y que comparado con lo que le cuesta al estado subvencionar a los sindicatos es una enormidad. Eso sí que es dinero de verdad. Las subvenciones… comparadas con eso son calderilla.

Ah! Y el último tema que quería tratar respecto al sindicalismo es el de los piquetes. Cada vez que hay una huelga (no forzosamente general) sale a la palestra el tema de los piquetes. Resulta que los piquetes coaccionan para que los trabajadores no puedan ejercer su derecho al trabajo….

UN MOJÓN!!

Por supuesto que coaccionan y por supuesto que tienen que coaccionar!!

Respecto de los piquetes hay dos tipos de quejas. Por una parte la que parte de los empresarios. Lógicamente, los empresarios (y la derecha, en general) no quieren piquetes (os recuerdo de nuevo que el empresario quiere trabajadores que trabajen siempre y que sean borregos porque el empresario SIEMPRE busca ganar más dinero y pagar menos sueldos, si es posible, creando menos empleo). Es evidente que a los empresarios les jode que haya piquetes (aunque os intentarán engañar diciendo que velan por vuestro derecho al trabajo).

Respecto a los trabajadores que, libremente, deciden trabajar (y, por tanto no hacer huelga) he de decir que en un porcentaje altísimo lo hacen porque temen represalias por parte del empresario y porque coaccionados por la precaria economía que tienen, no se pueden permitir el “lujo” de hacer huelga o de quedar en entredicho ante sus jefes. ESO SI QUE ES COACCIÓN Y NO LA QUE HACEN LOS PIQUETES!.

Por cierto… esos que dicen que no están a favor de la huelga que sea y que acuden al trabajo… cuando se consiguen cosas (aumentos de sueldo, mejora de condiciones laborales o retirada de medidas que lesionan a los trabajadores, como es el caso de esta huelga general) se montan en el carro y no renuncian a esas mejoras (que es lo que deberían hacer si fueran mínimamente coherentes).

Por todo ello tienen sentido los piquetes. Simplemente se trata de equilibrar un poco la desequilibrada balanza de poder existente entre el empresario y los trabajadores.

Fdo. Diego Bueno   

domingo, 4 de julio de 2010

HABLEMOS DE LAS OPOSICIONES O CÓMO ATENTAR, FLAGRANTEMENTE, CONTRA EL SENTIDO DE LA EQUIDAD Y LA JUSTICIA… POR FIN!!

 

El gran problema, el problema de fondo que subsiste en todo esto es que finalmente quien sale perjudicada es la educación. Esto que cuento es lo que se cuece en las cocinas interiores, en los sótanos de la educación. Y luego criticamos el sistema educativo a sabiendas, únicamente, de los defectos que vemos en la punta del iceberg. Pero… les aseguro que es solo eso. La punta del iceberg. Porque en el fondo subsisten defectos de forma de toda índole. En mi caso y, debido a que me atañe muy personalmente, quiero que se conozca cómo es el proceso de selección de personal que estoy padeciendo para que todo quien lea esto sepa en manos de quienes están sus hijos en institutos.

Me hallo ahora mismo, en pleno proceso de selección de personal. En mi caso opto (ya opto menos) a una de las diez plazas que hay vacantes para la especialidad de mecanizado y mantenimiento de máquinas.

El proceso de selección consta, básicamente, de cuatro pruebas.

-Desarrollo y defensa de una unidad didáctica. En mi caso la he elaborado pero no tengo que defenderla porque llevo algún tiempo dando clases y se supone que esto me faculta para poder elaborar una unidad didáctica, sin embargo, si que he de elaborar y defender una programación didáctica. Y digo yo… si estoy capacitado para una cosa… ¿cómo se duda de mi capacitación para la otra? Solo se explica, tal medida, como una forma de favorecer a los que llevamos dando clases algún tiempo. Aunque luego, en la práctica, seamos unos dejados, unos torpes o unos inútiles (que haberlos, haylos). No existe control sobre nuestra labor docente y, por tanto, se deja todo en manos de nuestra aptitud, nuestra actitud y nuestra vocación.

- Desarrollo de un tema por escrito durante dos horas. En mi especialidad hay 67 temas que equivalen a 67 bolitas que entran en una bolsa para que alguien elija AL AZAR 5 bolas de las cuales cada opositor elije una como tema a desarrollar. Si tienes la suerte de que sale uno de los temas que llevas preparado y, sobre todo, si salen temas que el resto no domina, has triunfado. Si, por casualidad sale una bolita de un tema que todo el mundo domina más o menos bien… la has cagado porque por muy bien que lo hagas no va a haber una diferencia clara entre quienes se han preparado a conciencia estas oposiciones y quienes no lo han hecho. Está montado todo en base a la competencia entre compañeros. Da lo mismo que seas un fenómeno o que no tengas aptitudes. La cuestión es que debes ser mejor que el compañero. Y esa valía se demuestra atendiendo a criterios de… AZAR. Ya. Ya se que ahora mismo estarás pensando que, quizás, no haya otra forma mejor de hacerlo (la hay) y que, en cualquier caso, si has estudiado y te has preparado tendrás más ventajas que el resto. Por supuesto que quien estudia y se prepara tiene más ventaja. Más posibilidades. Pero puede ocurrir que el azar sea caprichoso (recuerdo la canción de Serrat que se titula “es caprichoso el azar”) y, resulta que el azar es caprichoso siempre. Por definición. De hecho, en las pasadas oposiciones también lo fue y, en mi caso particular, me vi beneficiado por el azar. La cuestión es… ¿tiene que depender del azar el hecho de que alguien se convierta en profesor funcionario de por vida?. Una forma más honesta (aunque más incómoda para un tribunal) sería la de desarrollar el tema que elijas, de entre los 5 que salen al azar, durante el tiempo que creas oportuno. De esta forma quien verdaderamente se haya preparado el tema a conciencia podría dejar constancia de ello ya que no estaría limitado por una duración de examen igual para todos. Si elijes un tema que te has preparado bien, maldices que solo dure dos horas y si no te lo has preparado pero puedes decir algo das gracias por ello.

En cualquier caso… es el azar el que decide en un porcentaje demasiado alto.

Y no. No vale eso que se suele decir de… “ya tendrás más suerte” o “Es que esto es así” o “qué se le va a hacer”. Las administraciones en materia de educación están OBLIGADAS a hacer que un proceso de selección de personal sea, ante todo, justo, ecuánime y coherente. Por una parte porque es mucho lo que nos jugamos los que participamos y por otra, por el bien de la educación (esa educación que queremos mejorar entre todos).

- Prueba práctica. A ver. Esto ha sido lo más indignante este año.

Resulta que el tribunal es elegido por pertenecer a la misma provincia en la que se celebran las oposiciones (la provincia sede del tribunal. Recuerdo que en mi caso sólo hay un tribunal) y, en principio, no se me ocurre otro motivo para que esto sea así salvo criterios económicos. Mal vamos si son los criterios económicos los que marcan la propia elección del tribunal.

La sede de mi tribunal ha sido un instituto de Puerto Real (Cádiz). Un instituto que presenta unas condiciones de mantenimiento realmente lamentables, con un taller sucio y mal equipado que intuyo que subsiste gracias al trabajo desinteresado de profesores que se preocupan por ello pero no porque la administración invierta en máquinas, utillaje y mantenimiento, precisamente. ¿Llega dinero al instituto donde se celebran las oposiciones?. No lo se. Supongo que si. Lo que si se es que en 20 años se han celebrado dos oposiciones de mi especialidad en toda Andalucía y… casualidad?... las dos han sido en este instituto. No soy capaz de lanzar ninguna hipótesis acerca de los motivos que han llevado a la elección de este instituto y no otro de los muchos que hay en esta comunidad autónoma.

Lo que sí es curioso es que ningún miembro del tribunal (cinco personas) son profesores de este instituto.

La prueba práctica consiste en la fabricación, en máquinas, de una pieza. Podría ser también una prueba escrita o alguna práctica relacionada con neumática, Hidráulica o control numérico pero la falta de medios hace que sea, materialmente, imposible llevar a cabo ese tipo de prueba.

Dado que en este instituto no hay suficientes fresadoras, la prueba tiene que ser forzosamente de torno. Dado que sólo hay 15 tornos y somos más de 60 opositores, se hace necesario que la prueba se haga en días sucesivos de forma que el orden de actuación sea según la letra que haya salido AL AZAR en sorteo puro y duro celebrado hace ya unos meses.

En este instituto hay 15 tornos. Dos de ellos se dejan de comodín por si, durante la prueba, surgiera alguna eventualidad en alguna máquina, que obligara a un opositor a usar otro torno.

De los 13 tornos que hay… 9 de ellos son tornos antiguos y 4 son modernos. Existen diferencias importantes (sobre todo si desconoces el sistema de palancas de uno de los dos modelos porque en tu instituto no exista alguno de ellos) entre ambos modelos y… a criterio del tribunal (el tribunal quiere que se realice la prueba en turnos de 13 personas ya que hacerlo en turnos de 9 alargaría el proceso) se sortean, antes de empezar la prueba (5 minutos antes) los tornos de tal forma que, una vez más EL AZAR decide donde tendrás que realizar la prueba práctica. Os recuerdo que la cuestión no es hacerlo bien, sino hacerlo mejor que tus compañeros. Evidentemente, el compañero que trabaje en un torno que conozca mejor o que esté en buen estado o que sea de los modelos nuevos… ya cuenta con una gran ventaja sobre el que no tenga esa posibilidad por azar.

Aun así y dado que debe haber un orden de actuación debido al sistema empleado (podrían abrirse 5 institutos, por ejemplo, y que todos los opositores realizaran la misma prueba a la misma hora, por ejemplo, pero… eso cuesta dinero y… en educación parece ser que la consigna es gastar poco o mal).

Pues en esas condiciones… al presidente del tribunal no se le ocurre otra cosa (en una evidente muestra de querer dejar su huella personal en los anales de las oposiciones) que sorprendernos. En esta ocasión no se ha limitado a entregarnos un croquis de una pieza o un conjunto que tengamos que fabricar (ya en las pasadas oposiciones, el tribunal no tuvo la suficiente imaginación como para poner piezas diferentes en días diferentes, sino que puso la misma pieza para todo el mundo, con lo cual, salvo los que tuvieron la mala suerte de concurrir el primer día, el resto llevaba ya las cuchillas afiladas, las herramientas preparadas y la práctica del examen más que ensayada) sino que decide (se ve que le vino la luz en un momento de inspiración o vete a saber bajo los efectos de qué droga estaba este hombre para hacer esto) que seamos nosotros mismos los que diseñemos la pieza a fabricar atendiendo a una serie de condiciones que nos da.

Lo siento por Ana, pero no se me ocurre un calificativo mejor que el de gilipollas. Hay que ser gilipollas para pensar que esta forma de examen no va a trascender. Hay que ser iluso para creer que la sorpresa por el tipo de examen se va a mantener durante todos los días en que hay prueba práctica. Evidentemente la sorpresa de tener que realizar un diseño, se la llevan (nos la hemos llevado) los del primer turno. Ese turno que se decide AL AZAR cuando se escoge la letra que marcará el orden de actuación.

Así que… ahí me tenéis a las 8 de la mañana con un papel en blanco y un lápiz teniendo que diseñar un conjunto que luego fabricaré en torno. Sin la más mínima idea de que fuera eso lo que tendría que hacer. Haces un diseño teniendo en cuenta las herramientas de que dispones pero sin, siquiera, acordarte de cuales son porque llevas tres cajas de herramientas hasta los topes. Haces que las medidas te coincidan e improvisas como buenamente puedes (la prueba no es mala idea, en si, siempre que fuera una sorpresa PARA TODOS). Evidentemente pierdes un tiempo precioso en este proceso.

Al poco de acabar la prueba práctica ya todo el mundo (el resto de opositores) conoce en qué consiste y esa misma tarde (lógicamente yo haría lo mismo) todos han diseñado ya varios conjuntos. A partir del primer día ya no hay sorpresa y todo el mundo tiene varios diseños grabados en mente. Memorizados. Ya todos tienen sus herramientas bien preparadas (ya saben que pueden elegir los diámetros que quieran, los pasos de rosca que quieran o los diámetros de curvas que quieran con lo cual se jode el factor sorpresa y se parte con una ventaja fundamental. La cuestión no es que yo hiciera bien mi pieza, sino que el resto de mis compañeros han partido con mucha más ventaja a la hora de hacer bien la suya. Y todo porque tuve la mala suerte de que salió por AZAR   la letra “A” y mi apellido empieza por “B” y porque hay un presidente de tribunal que, en un acto de mal de famoso o síndrome de Aristóteles, ha querido dejar su impronta, su ocurrencia y su “saberhacer” para los restos. Será recordado por ello, se pensará. Al fin y al cabo sólo ha jodido a los 13 primeros. El resto de opositores parten con la misma ventaja. Hay que ser gilipollas e inepto, coño!.

Porque… ¿es posible que este hombre hubiera sido ecuánime?. Pues claro. Bastaba con imponer que el primer día se haga una pieza y el segundo se haga otra distinta. Es tan fácil como eso. Pero… se ve que eso es demasiado simple para el.

Por si alguien se pregunta que cómo llega a oídos del resto de compañeros la información sobre el tipo de prueba que han puesto el primer día… basta decir que hay compañeros que más que compañeros son amigos. Personas que salen y veranean juntos y que, incluso han tenido que convivir. ¿Cómo ocultar esa información a un amigo si, además sabes que le va a llegar desde distintos lugares?.

Pero por si fuera poco… durante la prueba hubo un opositor (este no se en qué turno iba pero no era en el primero) que entró en el taller, estuvo investigando por varias máquinas y viendo en qué consistía la prueba y nadie le dijo ni que allí no podía estar ni que se fuera. El colmo de los colmos. Para acabar con el cuadro, el impresentable este (me refiero al presidente del tribunal) nos trataba como si fuéramos alumnos y a algunos compañeros opositores, les daba pistas (pistas que yo, por ejemplo, no necesitaba porque se bien lo que hay que hacer en ciertos casos) acerca de cómo elaborar el diseño. O sea… le daba facilidades a esos que compiten conmigo, contra mi (se ve que, además de gilipollas y creído, el hombre quiere pasar por ser muy buena persona).

Hubo detalles sangrantes de los que me percaté en plena prueba.

Por ejemplo, este hombre no tuvo cojones de colocar en su sitio la caña del contrapunto que se le salió a mi compañero que estaba en el torno situado detrás de mi (la golpeaba para colocarla, que es, justo, lo último que hay que hacer en tal caso) y este compañero se vio obligado a cambiarse de torno (con lo que ello supone).

O, por ejemplo, en mi afán de dejar mi torno limpio (como me lo encontré yo) tardé algo más en limpiar y este hombre me dijo que daba igual, que había que irse a comer ya. Cuento este tipo de cosas para que se sepa en manos de quienes están sus hijos. Tanto por la consejería que elige al presidente (siguiendo no se qué criterios) como la actitud de este hombre (piensen que si es así con sus compañeros… cómo será con sus alumnos).

Y aun me queda la última prueba jejeje.

- La defensa de la programación. Esto es… básicamente, como ir a un casting de una obra de teatro. Has elaborado una programación durante meses y ahora te toca defenderla. Debes entrar en una sala y, durante 30 minutos, debes convencer al tribunal de que la tuya es una buena programación, todo ello, sin olvidarte de nombrar los sucesivos puntos. Ya estoy temiendo tener que interpretar todo esto delante de este tío (vete a saber por donde saldrá). Mi principal trabajo va a consistir en adivinar qué le gusta a este hombre para decirle lo que él quiere y espera oír. Lo demás da igual.

Esto será el próximo jueves día 8. Ya os contaré. Se supone que esta es la prueba que mejor domino pero… intuyo que el AZAR tendrá preparada alguna trampa más para mi. La gente, que en su mayoría me quiere y me valora, me dice que yo puedo, que yo lo valgo, que lo pelee etc. pero… uno se pregunta, por cojones, ¿no tendría que influir algo menos el azar?. Yo creo en mí más que nadie y este proceso supone para mi algo muy importante en mi vida. La educación es mi vocación desde siempre, es por lo que siempre he luchado y considero que es el motor que mueve a las sociedades para bien o para mal. Sólo pretendo que se me de la oportunidad de demostrarlo, de forma justa, ecuánime y no dependiente del azar. Ya podrían preocuparse de comprobar todo eso durante el tiempo en que he ejercido como profesor pero como renuncian a su OBLIGACIÓN de asegurarse que los profesores cumplimos con nuestras obligaciones y estamos preparados para ello… deciden comprobarlo mediante unas oposiciones en las que el azar juega un papel fundamental. Si hay diez compañeros mejores que yo, lo acepto sin problema alguno, pero, ahora que estoy dentro de esto, se perfectamente que algunas de esas diez plazas no serán merecidas si nos atenemos a criterios de actitud, aptitud, vocación y esfuerzo, por no hablar de la no exigencia de aptitudes pedagógicas para esta especialidad.

A toda aquella persona que tenga un mínimo de sensibilidad por la educación de una sociedad debería parecerle, en mi opinión, indignante esto que les he contado.

Fdo. Diego Bueno

domingo, 30 de mayo de 2010

HABLEMOS DE LA “CRISIS”… POR FIN!!

 

Crisis? What crisis?. Eso se preguntaba Supertramp hace ya unos años.

Y yo me lo pregunto ahora.

Si, porque a la vez que todos nos quejamos de la crisis, también todos hacemos el, ya típico, comentario de… “si, pero los bares están abarrotados”.

Los “peperos” se quejaban (y con razón) de que el gobierno tardó mucho en aceptar el término crisis para definir la situación del país. Como si la aceptación del término tuviera algo que ver con la solución o con la causa. Cierto es que las cuentas del estado no andan demasiado bien y cierto es que hay muchas familias que lo están pasando mal. Cierto es que el paro ha aumentado. Pero…. “los bares abarrotados”. De lo cual me alegro ¿eh?. Es sintomático de estado de bienestar.

Y es que yo parto de la base de que existe una clara desvirtuación de la palabra crisis.

Hay gente que habla de crisis mientras se toma 4 cervezas con un platito de gambas y tiene su BMW aparcado en la esquina (mucha más gente de la que pudiéramos pensar).

Por otra parte… es evidente la campaña de desgaste que realiza la oposición. La gente acepta que el gobierno (el que quiera que sea) es el que nos tiene que sacar de la “crisis”. Me cabrea la poca amplitud de miras del personal que, de forma completamente aborregada, se deja llevar por discursos demagógicos y derrotistas por quienes hacen gala de una negatividad fuera de contexto (recuerdo lo del platito de gambas). Es estrambótico el asunto, a mi entender.

Lo primero que hay que decir, si ahondamos un poco en el asunto, es que esta situación ni es exclusiva de España ni la ha creado el partido que gobierna.

Automáticamente muchos podréis decirme (se que en este momento lo estáis pensando jajajajaj) que en España es más acusada que en otros países.

Pues claro que es más acusada. ¿No recordáis acaso, ya, que hace unos años poníamos el grito en el cielo por lo carísima que estaba la vivienda?. ¿No nos acordamos ya que todos los partidos políticos llevaban en sus programas distintas medidas para que bajara el precio de la vivienda? ¿No nos acordamos de que criticábamos a las distintas administraciones por permitir la especulación del suelo, por no construir viviendas VPO o por los chanchullos inmobiliarios?. La situación de España respecto al tema inmobiliario era muy muy muy distinta a la de otros países. Ese es el gran motivo de que aquí la “crisis” (crisis con platito de gambas) sea más acusada.  La famosa burbuja inmobiliaria estalló. Al carajo la construcción! Y, por tanto, miles de puestos de trabajo. Pero ¿qué esperabais?. ¿No decíais que esa situación no podía seguir así?. Todos sabemos que se vendían pisos de 15 millones por 60. Todos sabíamos que un enorme porcentaje de ese dinero era en negro.( ¿O no lo sabíamos, coño!?). Todos sabemos que eso es ROBAR al estado (y, por tanto, a todos). Pero… no sólo no lo parábamos, sino que, como buenos españoles, alabábamos al que era capaz de defraudar al fisco (es decir, a todos) al igual que hemos hecho desde siempre cuando se la “hemos metido doblada” a hacienda. Pues señores!!. Tenemos lo que nos merecemos!. Ahora…. Es fácil y demagógico echar la culpa al gobierno. Por supuesto que no estoy de acuerdo con ciertas medidas que ha tomado el gobierno (el cual ha demostrado tener poca personalidad) sobre todo porque ha generalizado. ¿2.500 euros para familias con ingresos superiores a los 6.000 euros mensuales por tener un hijo?. Es de locos, coño!. Y ese es un simple ejemplo. Pero… el matiz está en que hay que verlo todo. Yo opino que solemos dejarnos llevar por los comentarios demagógicos que, en momentos de sensibilidad social hacia un problema, son fáciles de lanzar. Campaña anti-zapatero despiadada. ¿Recordáis cuando el gran problema del pais era ETA?. ¿Dónde está ETA ahora?. ¿Eso no es mérito del gobierno?. O cuando la vivienda era carísima (problema número 1 según las estadísticas, hace unos años). La vivienda ha bajado de precio. ¿Eso no es mérito del gobierno?.

La crisis no la ha creado el gobierno. La han creado los banqueros y la han hecho más acusada los especuladores y defraudadores a hacienda. Justamente… todos ellos… votantes acérrimos del PP jajajajaja. Que tiene cojones ¿eh?. Y digo yo… Partiendo de la base de que hoy día, si hubiera elecciones, saldría ganador el PP con mayoría absoluta… uno se pregunta…O hay mucha gente rica (especuladores, empresarios y banqueros) o hay mucho gilipollas. Lo siento pero no se me ocurre un calificativo más apropiado para definir a aquel que, siendo un simple currito va a votar al mismo partido que aquellos que provocaron la crisis e hicieron que aquí sea más acusada. Porque lo van a votar para que “nos saque” de la crisis (eso sí… “los bares abarrotados”).

Al final terminan haciendo con nosotros lo que han tratado de hacer (a veces con más éxito que otras) todos los gobiernos de derecha de la historia. Es decir… dividirnos, crear confusión, aborregarnos y servirse de la incultura o cortedad de mente del pueblo llano. Los funcionarios cabreados porque les bajan el sueldo y tienen la sensación de que siempre pagan el pato ellos (funcionarios que trabajan en condiciones laborales envidiadas por el resto de trabajadores) y el resto de trabajadores cabreados porque se producen despidos y sus condiciones de trabajo se recrudecen (y no sólo no se cabrean con los que permiten esas condiciones, sino que la pagan con los funcionarios jajajajja ¿envidia?). Gente que se compró una casa de 60 millones (con un sueldo de 2000 euros al mes) que ahora no pueden pagarla (haberte comprado una de 20 millones, cojones. Ahora pagas tu irresponsabilidad y tu deseo de ostentación). Familias que no llegan a fin de mes y, además, no tiene cobertura social por haber trabajado sin contratos o con contratos falsificados con tal de ganar más dinero (engañando al estado, de nuevo).

Y… mientras todo eso ocurre… los especuladores son los que más se quejan de la crisis. Los mismos que la han creado. Los que han tenido que vender su audi y quedarse sólo con el BMW. Porque están en crisis. Y los bares abarrotados. Los mismos que votarán PP. Los mismos que lanzan consignas anti-zapatero (qué manía de personalizar).

Hay que ser cínico para actuar así y hay que ser gilipollas para creérselo!!

Joder! Y lanzan la consigna de que el PSOE, que tanto presumía de inversión social, ahora tiene que tragarse sus palabras porque rebaja las pensiones. Y la gente se lo cree. Y la gente no tiene cojones de ver que, precisamente, el PSOE ha subido las pensiones mínimas un 50% en su legislatura y tampoco ve que el SMI (sueldo mínimo interprofesional) ha subido en este tiempo más que en toda la historia!. Eso no lo ve la gente (con el platito de gambas mientras se quejan de crisis, eso sí). Y sí que tienen ojos para compadecerse de que fulanito ha tenido que parar la obra de su chalet en el campo porque hay crisis (y ha despedido a sus albañiles a los cuales tenía trabajando sin contrato de trabajo y sin medidas de seguridad). Y crean la sensación de que la clase política, en general, deja mucho que desear (independientemente de que sea cierto en algunos casos) en cuanto a preparación y que cobran sueldos abusivos (lo cual es incierto, por cierto) para que cuando lleguen las elecciones, ese desencanto se traduzca en abstención. Saben perfectamente que es la abstención la que les dará el poder.

 Ah! Y a los que aun duden de si el PP lo hará mejor… que se den una vueltecita por Valencia y comprobarán, no solo que quienes gobiernan son los mayores ladrones y especuladores del país, sino que, además, es la comunidad con mayor déficit del estado. Eso si… sin cobertura social para los sueldos más irrisorios. Es evidente que no da igual quién gobierne, pero también lo es que el mayor problema es la mentalidad española. Es lo que tenemos. Para lo bueno y para lo malo.

Yo aumentaría la plantilla de inspectores de hacienda un 100% y les pagaría 300 euros al mes mas una comisión porcentual en función del fraude que detecten. Ahí es donde hay que meter mano. Os aseguro que con lo que se defrauda al fisco nos convertimos en el país más rico del mundo. Ya que no hay concienciación… que haya persecución y multas. Y, por supuesto… que quien más tenga, más pague a hacienda. Para que cuando hablen de crisis lo hagan con conocimiento de causa.

A los del platito de gambas que se quejan de crisis… evidentemente, yo les daría un paseo por cualquier país de Sudamérica, Asia o África o, mejor aun… los trasladaría en el tiempo a hace 50 años para que pudieran entender qué significa, de verdad, la palabra crisis.

Fdo. Diego Bueno

lunes, 5 de abril de 2010

HABLEMOS DE, ¿POR QUÉ A UN ATEO LE APASIONA LA SEMANA SANTA?… POR FIN!!

 

Incompatible para mucha gente, supongo. La semana santa es un acto, a todas luces, religioso. Ante todo religioso. No se concibe la celebración de la semana santa sin la religión cristiano-católica.

Y yo estoy de acuerdo.

Es un acto religioso pero… no sólo es religioso. Hay mucho más. Es más, en cualquier celebración religiosa hay mucho de humano (todo, en realidad, desde una óptica atea). No se concibe lo divino sin lo humano. Y ahí encontramos lo que a mí, personalmente me interesa. De cómo el ser humano es capaz de hacer lo que hace para conmemorar y/o celebrar un acto religioso, cómo lo lleva a cabo, cómo reacciona ante diversos estímulos e incluso cual es el origen (fundamentalmente pagano) de esta otra epifanía con carácter ecuménico.

También, antes que nada quisiera desterrar, de vuestras cabezas pensantes, la idea de que a un ateo no tiene por qué interesarle el evangelio. A mi, personalmente, me interesa mucho (independientemente de que lo conciba como la palabra de un dios en el que no creo bajo ningún concepto).

Para mi el evangelio es la palabra del hombre, es el testimonio de lo que el hombre ha ideado para fabricar un dios en el cual creer (como lo es el Corán también, por ejemplo).

Es innegable el éxito de la historia (para mí, leyenda intencionada) de la pasión de Jesús como lo es su belleza. Para mi es un testimonio (uno más, en este sentido) de cómo somos los humanos, de cómo somos capaces de lo mejor y lo peor. Un compendio de actuaciones tan humanas como universales, una guía moral (nueva moral que terminó triunfando o, al menos, imponiéndose), aprovechando el desconcierto judío provocado por la intervención romana en sus asuntos. Cohecho, malversación, política de bajos fondos, intereses, afán de protagonismo, tiranía, juicios paralelos, prejuicios, miedos, chantaje, luchas de poder… un sinfín de actuaciones ilegítimas y, sobre todo, injustas, por parte del sanedrín y de las autoridades romanas en Judea dieron lugar a muchos disidentes (en forma de herejes) entre los que se encontraba Jesús con sus innovadoras ideas acerca de cómo debía ser encaminada su religión, el judaísmo, en ese contexto de crisis interna. 

Pero en realidad no es sólo la semana santa (y lo que ello representa desde el punto de vista divino-humano), en sí, lo que me interesa, sino (localizando y concretando aun más) la celebración de la semana santa en Sevilla.

Sevilla es una ciudad (intentaré ser lo más objetivo posible cuando hablo de Sevilla aunque os digo ya, que no lo voy a conseguir) con unas características propias, inigualables, únicas y espectaculares.

Sevilla es, ante todo, dual. Los sevillanos no conocemos el punto medio. Nuestro carácter es dualizador. Tendemos a la bifurcación, no para crear dos caminos, sino, más bien, para llegar al mismo sitio de dos formas radicalmente opuestas. Toda esa dualidad enfrentada conforma lo que es y lo que significa Sevilla. En pocos lugares como aquí se conoce tan pronto el sentido del ying y el yang. Aquí se es del Betis o del Sevilla. Aquí se toma partido siempre. Los remedios y las tres mil viviendas, la torre del oro y la giralda, la macarena y la trianera, Sevilla y triana, cofradías de barrio y cofradías serias, silencio o calvario o gran poder y macarena o gitanos o trianera.

Sevilla bulliciosa (a veces chabacana y siempre alegre y abierta) y Sevilla silenciosa (a veces lúgubre y siempre sabiendo escuchar los silencios con calma).

Y todo ello bordado de tirabuzones barrocos, olores de azahar mezclado con incienso, colores de atardeceres eternos de primavera tras la clausura invernal, destellos de palios soleados, plata en movimiento en los candelabros de cola, oscuridad de callejones, creados para que el viento se refresque acariciando la cal de las paredes, verde naranjo que estrena el blanco azahar en domingo de ramos, cielos que inventan el color azul, morados de muerte. Rojos de pasión. ¿Cómo no va a tener un color especial?. Y todo ello bajo la atenta y perpetua miarada de la Giralda o el guiño cómplice de unos de los ojos del puente de Triana.

¿Por qué me apasiona la semana santa?

  • Porque me apasiona la vida. A nadie que sea de Sevilla y sienta pasión por la vida puede no gustarle la semana santa.
  • Porque la celebración pagana, que en realidad es el origen de esta fiesta, consiste en celebrar la llegada de la primavera. Y la primavera es la estación, por excelencia, de Sevilla.
  • Porque es una excelente excusa para pasear por la ciudad cuando, tras el frío invierno, la llegada de la primavera nos sorprende cada año brotando por las paredes.
  • Porque no existe una fiesta (y esta celebración es, ante todo, una fiesta) con un porcentaje de participación semejante. Hablamos de unos 45.000 nazarenos, cada uno de ellos con la implicación de sus familiares. Sumémosle costaleros, capataces, sacerdotes, policía, séquitos, músicos, acomodadores, empleados del ayuntamiento, guías turísticos, hoteles, etc. Hablamos de un índice de participación, en relación a la población de la ciudad, altísimo. Un ejemplo de organización que ya quisiera yo que tuviéramos en otras facetas sociales. Mucho mejor nos iría a los andaluces si todo ese alarde de organización y participación fuera puesto al servicio de otras necesidades sociales. Pero así somos los andaluces. Para lo bueno y para lo malo. Lo innegable es lo extraordinario del asunto, lo paradójico. Y todo ello es movido por la pasión, por los sentimientos. Son los sentimientos los que mueven todo esto (independientemente de su carácter religioso). Es nuestra idiosincrasia. Tan incongruente como atractiva. En definitiva, venimos a demostrar al mundo que cuando queremos somos capaces de todo. Y digo todo esto porque no es fácil (de eso no me cabe duda) organizar semejante “tinglado”. Pintoresco, lúdico, turístico, frívolo a veces, pero también, sentimental, sensible, humano, moral y trascendente.
  • Porque todo se desarrolla en las calles de esta ciudad, a la vista de todos. Nos gusta que se nos vea, nos gusta lo social. Hacemos público lo íntimo. Restregamos nuestras miserias públicamente, bien tras el semi-anonimato de la túnica de nazareno, bien ostentosamente al paso del paso.
  • Porque lo he “mamao” desde pequeñito.
  • Porque cuando miro a la macarena a los ojos (debes hacerlo si eres valiente) veo a mi madre. La esperanza macarena tiene carácter y me gustan las mujeres con carácter.
  • Porque recuerdo mi niñez cuando contemplo las imágenes, las iconografías, las mismas escenas que se reproducen desde siempre y que, sin embargo, cada año tiene connotaciones distintas.
  • Porque mi padre fue monaguillo en la catedral (aunque sólo fuera para poder comer algo) a la que todas las cofradías (y yo mismo) acuden en carrera oficial.
  • Porque cada una de las escenas bíblicas iconografiadas me hacen pensar en lo que representan. En el poder de los buenos sentimientos humanos, a veces, tan denostados, como la compasión, la humildad, la entrega abnegada y sin condiciones o la igualdad de derechos y deberes. Escenas como, por ejemplo, las de “la bofetá”, el lavado de manos de Poncio Pilato o las tres caídas de Jesús dan mucho que pensar.
  • Porque me atrae la idea andaluza del culto a la muerte para desmitificarla y convertirla en vida (sin la cual no es entendible esa muerte)
  • Porque en esta celebración no hay distinción entre ricos y pobres, drogatas, deportistas, burgueses, pijos, niños, mayores, padres e hijos. No hay clases sociales. No sólo todos tienen derecho a participar (de la forma que sea) sino que todos participamos.
  • Porque puedes estar tomándote una cervecita en la calle bromeando con los amigos, contando un chiste verde, quizás, y en cuanto el paso pasa por delante de nosotros lo dejas todo y miras, contemplas, admiras, te conmueves quizás y  luego puedes seguir con las bromas.
  • Porque cada año, en según qué lugar y qué situación, se me vienen a la cabeza los seres queridos que ya no están con nosotros. Bonita forma de llevarlos siempre conmigo.
  • Porque el morbo de la muerte (más si es pública) es atractivo a todos.
  • Porque es buena ocasión para hablar de la muerte a nuestros hijos (desde la óptica que sea. Laica o religiosa).
  • Porque tienes la ocasión de ver cómo todo un barrio se echa a la calle un martes santo, vestidos de domingo, para presumir de cofradía (hablo concretamente del cerro, por ejemplo) mezclándose jóvenes “ninis”, ancianos, impedidos y, sobre todo, trabajadores, con el factor común de su cofradía, su fe, sus llantos y su ostentación. Todo eso ayuda a comprender al ser humano (sus limitaciones y sus capacidades), a ser piadoso, tolerante y compasivo.
  • Porque no concibo un domingo de ramos sin el blanco de "la paz" en un enclave como el parque de María Luisa.
  • Porque me encanta oír el crujir de la caoba de la canastilla de “la cena”
  • Porque es sobrecogedor el bufido de los costaleros (verdaderos penitentes) en las “levantás”
  • Por la forma única en que los capataces “mandan” los pasos. Otra demostración del carácter sevillano.
  • Por el enorme respeto que observo en la gente ante el sufrimiento humano.
  • Por la devoción con que mi gente vive y siente “su” religión.
  • Por el revuelo de “las esperanzas” (trianera o macarena). Si te das cuenta, la esperanza es lo más ansiado del ser humano.
  • Porque en esta ciudad es posible oír el silencio en una multitud de forma única e incomparable.
  • Por la forma única e inmejorable que tenemos los ciudadanos de gestionar las “bullas”.
  • Porque de no ser por la semana santa jamás habría podido dar un paseo en barca por el Guadalquivir a las dos de la madrugada mientras el puente de Triana, en su especial “trabajadera”, soporta sobre su costal el peso de la multitud, que se agolpa por saludar (con tremenda alegría) a Triana, que camina hacia Sevilla con su forma incomparable de decir “aquí estoy yo!”.
  • Porque gracias a la semana santa puedo disfrutar, paladear y embelesarme con la belleza incomparable de piezas musicales como “amargura”, “virgen del valle”, “ione” o “Caridad del Guadalquivir” (por ejemplo).
  • Porque gracias a la semana santa puedo recrearme ante la belleza de parroquias (En Sevilla tantas, casi, como bares) como “Omnium Santorum” del siglo XIII, en la calle Feria, por ejemplo.
  • Por la labor social de muchas hermandades y, en mi caso concreto, la participación en gastos y organización del centro de estimulación precoz de la hermandad del buen fin, al que mi hijo David asistió durante sus cuatro primeros años de vida.
  •  Por el arte. El arte a la hora de llevar los pasos, el arte de la orfebrería, el arte de la imaginería, de la música, de los bordados, el arte de las “vestidoras”, el de los costaleros, el arte de los capataces, de los músicos etc. Mucho arte en la calle. Una exposición en movimiento en la que se cuida hasta el último detalle. Un lenguaje propio, especial, único.
  • Porque es una ocasión estupenda para compartir momentos con mi hijo mayor, al cual ya he dejado un legado de sevillanía del cual, a su vez,  yo fui heredero.
  • Porque ¿a quién no le gusta tomar unas tapitas y unas cervecitas en buena compañía en un entorno como el casco antiguo de Sevilla en primavera?

Podría mencionar muchísimos más porqués pero creo que con estos queda suficientemente aclarado el asunto.

Fdo. Diego Bueno

domingo, 14 de marzo de 2010

HABLEMOS DEL ADIOS A UN AMIGO… POR FIN!!

 

Es curioso cómo la muerte nos lleva a pensar en la muerte.

Nos hace pararnos y pensar, analizar y situarnos en el contexto de la vida.

Porque cuando un amigo se va… se va un trozo de nuestra vida. Se va un pasado común que no volverá a ser esperanza. Esperanza y futuro van de la mano como incompatibles son con la muerte.

Queda la nostalgia de los momentos vividos y compartidos.

Y no! No está en el cielo porque no existe el cielo. El amigo que se va está en el mismo lugar en el que se encontraba antes de nacer. En la nada. Y la nada es nada. Los matemáticos intentan simbolizarla con el número 0. Es curioso que el 0 se represente con la forma de un círculo. Si la muerte es la nada, la vida es un círculo. Todos los días mueren y nacen personas. La vida se renueva y nosotros formamos parte de ese círculo.

 Lo único que queda (que no es poco) es el legado de amistad, de su concepto, de los momentos compartidos por contemporaneidad, afinidad y complementación. Y todo eso es ya mucho, porque inunda los corazones de los que tuvimos la enorme fortuna de ser sus amigos. Pero su recuerdo durará un par de generaciones a lo sumo. Es triste y, sin embargo me siento afortunado de pertenecer a una de esas generaciones.

A estas alturas de partido son muchas las personas que han pasado por nuestras vidas y todas, en mayor o menor medida, han dejado alguna huella en nosotros. Cuando una de esas personas la definimos como AMIGO la huella que deja es honda.

Queda el vacío, la despedida soñada y no cumplida, la impotencia y la desazón. Queda una vida (la mía y otras) enriquecida por la que se ha marchado.

Luego están las típicas frases de cementerio. Que si la vida es un asco, que si estaba para él, que si el destino está escrito etc.

Estoy totalmente de acuerdo con Machado cuando dijo que “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”.

En realidad la muerte duele a los vivos. En el sepulcro hay un solo muerto y muchos corazones enterrados.

Qué verdad tan enorme es que la amistad no depende del espacio y el tiempo, porque el tiempo es el que demuestra que los avatares y vicisitudes de la vida no son suficientes para separar una verdadera amistad. Porque aun en la lejanía, incluso a veces, en el desencuentro, la amistad perdura como perdura el amor. Cuando la muerte rompe esos lazos notamos la llama que incendia el alma. Notamos el escalofrío de sabernos vivos y, por tanto, candidatos a la muerte. Comprendemos el significado de la palabra “jamás”. Porque quien se va ya no vuelve.

Me quedo, sin duda, con los momentos vividos. Muy vividos. Masticados, acaso, con deleite. Momentos compartidos que, eso si… no olvidaré “jamás”.

Este artículo, por supuesto, está dedicado a mi amigo que se fue. Antonio Ruiz Adame y a su viuda, Belén.

Fdo. Diego Bueno

jueves, 11 de febrero de 2010

 

        Y aunque digo “personas” no puedo ocultar que me estoy refiriendo, en un altísimo porcentaje, a mujeres.

         Lo siento pero vengo observando, desde siempre, que esto es algo vinculado al sexo femenino.

         Tanto la queja (con su carga de cabreo implícita) como el lamento (más tristeza que cabreo) han formado parte de la existencia de infinidad de mujeres (empezando por mi propia madre) y eso me hace pensar que debe haber algún tipo de influencia hormonal en el asunto. Sin embargo no se puede pasar por alto la parte de responsabilidad que nos corresponde ni la influencia cultural-educacional.

        A menudo quizá nos descubrimos quejándonos de pequeños rechazos, de faltas de consideración o de descuidos de los demás. Observamos en nuestro interior ese murmullo, ese gemido, ese lamento que crece y crece aunque no lo queramos. Y vemos que cuanto más nos refugiamos en él, peor nos sentimos. Cuanto más lo analizamos, más razones aparecen para seguir quejándonos. Cuanto más profundamente entramos en esas razones, más complicadas se vuelven.

        Entramos en una especie de espiral de la queja.

        Es la queja de un corazón que siente que nunca recibe lo que le corresponde. Una queja expresada de mil maneras, pero que siempre termina creando un fondo de amargura y de decepción.

        Hay un enorme y oscuro poder en esa vehemente queja interior. Cada vez que una persona se deja seducir por esas ideas, se enreda un poco más en una espiral de rechazo interminable. La condena a otros, y la condena a uno mismo, crecen más y más. Se adentra en el laberinto de su propio descontento, hasta que al final puede sentirse la persona más incomprendida, rechazada y despreciada del mundo.

        Además, quejarse es muchas veces contraproducente. Cuando nos lamentamos de algo con la esperanza de inspirar pena y así recibir una satisfacción, el resultado es con frecuencia lo contrario de lo que intentamos conseguir. La queja habitual conduce a más rechazo, pues es agotador convivir con alguien que tiende al victimismo, o que en todo ve desaires o menosprecios, o que espera de los demás (o de la vida en general) lo que no se puede exigir. La raíz de esa frustración está, no pocas veces, en que esa persona se ve autodefraudada, y es difícil dar respuesta a sus quejas porque en el fondo a quien rechaza es a sí misma.

         Quizás el miedo provocado por seguir roles desfasados hace que esa persona quede bloqueada, por una parte, para actuar y cambiar aquello que no le gusta de su vida y por otra, ese miedo no le deja ver, apreciar y valorar todo lo bueno que posee.

        Una vez que la queja se hace fuerte en alguien (en su interior, o en su actitud exterior), esa persona pierde la espontaneidad hasta el punto de que la alegría que observa en otros tiende a evocar en ella un sentimiento de tristeza, e incluso de rencor. Ante la alegría de los demás, enseguida empieza a sospechar. Alegría y resentimiento no pueden coexistir. Cuando hay resentimiento, la alegría, en vez de invitar a la alegría, origina un mayor rechazo.

        Esa actitud de queja es aún más grave cuando va asociada a una referencia constante a la propia virtud, al supuesto propio buen hacer: “Yo hago esto, y lo otro, y estoy aquí trabajando, preocupándome de aquello, intentando eso otro... y en cambio él, o ella, mientras, se despreocupan, hacen el vago, van a lo suyo, son así o asá...”.

        Son quejas y susceptibilidades que parecen estar misteriosamente ligadas a elogiables actitudes en uno mismo. Todo un estilo patológico de pensamiento que desespera enormemente a quien lo sufre. Justo en el momento en que quiere hablar o actuar desde la actitud más altruista y más digna, se encuentra atrapada por sentimientos de ira o de rencor. Cuanto más desinteresado, entregado, trabajador, responsable, cumplidor pretende ser, más se obsesiona en que se valore lo que hace. Cuanto más se esmera en hacer todo lo posible, más se pregunta por qué los demás no hacen lo mismo que él/ella. Cuanto más generosa quiere mostrarse, más envidia siente por quienes se abandonan en el egoísmo. Típico comentario de… “esta sí que vive bien por esto o aquello”

        Cuando se cae en esa espiral de crítica y de reproche, todo pierde su espontaneidad. El resentimiento bloquea la percepción, manifiesta envidia, se indigna constantemente porque no se le da lo que, según él o ella, merece. Todo se convierte en sospechoso, calculado, lleno de segundas intenciones. El más mínimo movimiento reclama un contramovimiento. El más mínimo comentario debe ser analizado, el gesto más insignificante debe ser evaluado. La vida se convierte en una estrategia de agravios y reivindicaciones. En el fondo de todo aparece constantemente un yo resentido y quejoso.

        ¿Cuál es la solución a esto? Quizá lo mejor sea esforzarse en dar más entrada en uno mismo a la confianza y a la gratitud. Sabemos que gratitud y resentimiento no pueden coexistir. La disciplina de la gratitud es un esfuerzo explícito por recibir con alegría y serenidad lo que nos sucede. La gratitud implica una elección constante. Puedo elegir ser agradecido aunque mis emociones y sentimientos primarios estén impregnados de dolor. Es sorprendente la cantidad de veces en que podemos optar por la gratitud en vez de por la queja. Hay un dicho que dice: “Quien no es agradecido en lo poco, tampoco lo será en lo mucho”. Los pequeños actos de gratitud le hacen a uno agradecido. Sobre todo porque, poco a poco, nos hacen a uno ver que, si miramos las cosas con perspectiva, al final nos damos cuenta de que todo resulta ser para bien.

        Lo malo no era tan malo y lo bueno es lo que rescatamos para convertir en sana nostalgia lo que podría haber sido amargo recuerdo.

        Señores! Y sobre todo Señoras!!. Vamos a quejarnos menos, coño!. Vamos a intentar cambiar lo que no nos gusta. Con coraje pero sin cabreos ni obsesiones. Con valentía y coherencia. Sin caprichos cambiantes y siguiendo una línea previamente trazada. Con optimismo y positividad. Y sobre todo con agradecimiento.

        Señores! Y sobre todo Señoras!!. Es signo de poca inteligencia no aceptar, no apreciar, no valorar lo bueno que hay a nuestro alrededor. Es un vano esfuerzo que, además, no es gratis. Estúpida pérdida de tiempo intentar barrer el desierto aun a riesgo de morir de insolación o sed.

Fdo. Diego Bueno

sábado, 30 de enero de 2010

HABLEMOS DEL FRÍO DE LAS MUJERES… POR FIN!!

 

Es invierno cuando escribo esto.

En invierno, al menos en España, hace frío.

Hace más frío que en verano.

Hace frío para todos.

En agosto llegamos a los 40 grados en Sevilla

En invierno llegamos a a 1 grado algún día.

Que si, que vale, que hace fresco, joder! Pero…una cosa os voy a decir:

20ºC NO ES FRÍO. A 20ºC se está muy bien con algo de ropa. Y cuando hacen 20ºC da lo mismo que sea invierno o verano, coño!.

Claro que ahora está de moda la frasecita mágica jajajajaja. Esa que lo cambia todo.

Me refiero a esa de… “sensación de frío”.

Que tiene cojones la cosa ¿eh? Que ya la mencionan hasta en los partes meteorológicos!

“Hace 20ºC pero la sensación de frío es como si hiciera -3ºC”

Ea!

Toma ya!

A ver quién discute eso!

Y digo yo… vale que la sensación de frío existe. Viene determinada, básicamente, por dos factores. La humedad y el viento. Pero señoras!! En un bar ni hay humedad, ni hay viento ni pollas en vinagre, coño!

Lo digo porque el otro día dos compañeras se quejaban de frío en un bar en el que hacía verdadera flama pero… según ellas, era por la sensación de frío jajaja.

Es como cuando entro en el hipercor y la gente no se quita los chaquetones aun a 60ºC.

Vale que vosotras sois más frioleras (y aquí no hay distinción entre delgadas o entraditas en carne) por naturaleza pero (y esto lo plasmo en forma de pregunta por no… ofender jajajajaja) ¿no será que también sois más quejicas?

Señoras!!... Vamos a mover esas carnes! Que estáis enfrascadas en plena campaña de dieta pre-bikini y post-mantecados y, digo yo que, habrá que mover las carnes ¿no?

Vamos a hacer más ejercicio porque se ve que sólo a base de comer más no es suficiente para quitaros el frío.

Vamos a quejarnos menos, coño!, que esto es Sevilla, que no es Estocolmo!

(Miedo me da la “sensación de frío” que me recorre ahora mismo al saberme el blanco de varias collejas que, además, en mi calva suenan más)

Porque eso no es lo peor. Lo que te descentra es que luego, cuando llegue el verano “la calor” será insoportable para ellas, también.

En cuanto vaya al mediamarkt compraré una estación meteorológica de esas que miden hasta la humedad relativa.

Menos mal que tenéis la suerte de que nosotros siempre estamos calentitos y ni siquiera nos molesta el frío de vuestras desamparadas manos cuando se posan (cual conejo que busca cobijo en su madriguera) en nuestras partes “nobles” jajaja.

Ayyyyy! Si no fuera por nosotros…

Fdo. Diego Bueno

 

sábado, 23 de enero de 2010

HABLEMOS DE LA PUTA ESPECIE HUMANA… POR FIN!!

 

Ayer fuimos víctimas de un incidente en el parque.

Sergio vino, corriendo, asustado y con lágrimas aflorando en sus ojos, a donde estábamos Eva y yo sentados tomando una cerveza para avisarnos de que había unos niños acosando, humillando y riéndose de David. Fuimos corriendo a ver qué pasaba y, al parecer, lo habían engañado dándole una de esas botellitas de refresco de limón para que se la bebiera. El matiz es que previamente la habían llenado con orina. No se si David llegó a beber. Lo que sí se es que esos niños se reían mucho. Luego, al parecer, jugaban con una pelota (y ahí es donde Sergio se percató) a darle pelotazos a David.

Lógicamente acudí furioso y descargué mi ira sobre esos niños. El problema es que son niños y como tales… te das cuenta de que no puedes hacer nada. Ya estaba hecho el daño y por mucho que yo me empeñe volverán a hacer daño y David volverá a recibirlo.

David no… David no es consciente de nada de eso. David no entiende que haya personas que hagan daño gratuitamente. Puedo decir que a Sergio le pasa igual pero Sergio, al menos, cuenta con la suficiente inteligencia para esquivar ese tipo de situaciones. David no tiene armas. David sólo nos tiene a nosotros.

Intento dar vueltas en mi mente. Intento pensar los “por qués”. 

Lo que más me dolió fue ver la angustia de Sergio, su impotencia para poder parar aquello y por no haber estado antes. Me dolió su pena. A David no le afecta, o al menos, no le afecta como a nosotros. Es lo bueno de la inconsciencia.

Luego, tras el incidente… seguimos sentados pero… tanto Eva como yo no estábamos en la conversación. Tanto ella como yo nos sentíamos mal. Muy mal. Observas cómo la gente acepta de forma impasible ese tipo de situaciones cuando no se trata de sus hijos.

Actualmente la bondad no es un valor en alza, precisamente. La gente acepta de forma automática que las relaciones entre personas es una guerra para la que hay que estar preparados con armas. Armas, supuestamente, de defensa que luego usan para atacar, invadir y humillar. La especie humana es tan “animal” que necesita de la humillación del prójimo para destacar sus supuestas virtudes.

En definitiva nos comportamos como lo que somos. Animales. Somos una especie animal más, solo que para adueñarnos del medio contamos con un arma con la que no cuenta el león. La “inteligencia”. Por desgracia somos así de beligerantes. Gracias a esa violencia extrema nos hemos adueñado del planeta. Lo hemos conquistado, lo hemos transformado, hemos extinguido muchas especies animales y vegetales y, actualmente somos el animal que reina en el planeta. Lo que no pensamos es que nuestra extinción (auto extinción)  está asegurada a corto plazo y tendremos el triste honor de extinguirnos habiendo durado, como especie, menos que los dinosaurios, por ejemplo. La diferencia es que antes nos habremos llevado por delante a miles de especies y que, probablemente, no dejemos nada vivo en este planeta.

Es cierto que en España hay una moral imperante que detesta las buenas formas, la EDUCACIÓN, el respeto a los demás, la tolerancia y la solución de problemas por la vía pacífica. Es cierto que esa moral imperante destaca el individualismo, el egoísmo, el “yo” “mi” “mío” del que hablaban los Beatles en una canción, el “vivir” el presente aun a costa de destruirlo, la inmediatez de los placeres, la ostentación de bienes materiales, la satisfacción de “necesidades” cuanto antes a costa de lo que sea.

Es cierto todo eso pero… el uso de la inteligencia como arma, el ataque a los débiles como artimaña para alcanzar plenitud inmediata y la humillación del prójimo como prueba de poder…. No es una cuestión de la moral imperante en España, sino de la condición de la especie humana.

Todos somos conscientes de que debemos preparar a nuestros hijos para la guerra. Todos intentamos inculcarles toda esa basura acerca de la maldad humana.

Pero…. Qué ocurre cuando te topas con un ser que ve las cosas de otra forma?

Ya sea por su educación o, simplemente, por sus “carencias”, en cuanto a aptitudes, que los demás sí poseen.

Y, sobre todo…. ¿Qué hacemos si uno de esos seres es tu propio hijo?

Es triste. Muy triste, porque se que nadie que tenga hijos “normales” puede ver todo esto. Nadie es capaz de entender al 100% todo esto que digo.

Qué hacer?. Ir contracorriente?, ¿Montarnos en ese carro que sabemos que no es el correcto?.

Veo en los medios de comunicación a 1000 fantoches egoístas que son verdaderos iconos. Ídolos de masas. Veo cómo la gente se preocupa del precio de los pantalones en rebajas, de no se qué crema que deja la piel suave, de no se qué aparato que sirve para esto o aquello. Y mientras todos estamos ocupados en gilipolleces como esas vemos, igualmente, cómo hay personas que mueren desnutridas, atacadas por enfermedades perfectamente curables, vemos a gente que se juega la vida por pertenecer a nuestro círculo privilegiado, vemos cómo se encumbra a belenes Esteban, a Cristianos Ronaldos o a Arturos de gran hermano.

Así es esta especie. Eso es lo que somos. Ni podemos ni queremos cambiar. Ya sólo es cuestión de tener más o menos suerte de que te toque un papel u otro en la vida.

Se ve que a nosotros nos tocó el papel que tenemos y que debemos aceptar, porque lo verdaderamente penoso de todo es que, aun así, debemos dar gracias por haber nacido.

Hay momentos en que uno odia al ser humano por ser como es. Lo malo es que eso supone odiarme a mi mismo porque supongo que yo también soy uno de “ellos”.

Tengo tanto que aprender de él….

Y quiero que Sergio siga por donde va. Quiero que cuente con armas para la guerra pero que sean armas suficientes (y no más) para sólo defenderse al ser atacado. Quiero que se olvide de cómo somos los humanos para que no vea la vida como una guerra que hay que afrontar cabreado. Quiero dotarlo de armas para la detección de belleza, para la creación de belleza. Desde la bondad. Sin necesitar atraer la atención de los demás humillando al más débil o siendo protagonista de cada capítulo colectivo.

Me gusta que no se ria de las desgracias ajenas, que no utilice a otras personas para conseguir la aprobación de los demás, que no necesite ser el protagonista para conseguir esa aprobación. Me gusta que necesite únicamente, la aprobación de su conciencia. Una conciencia que estamos forjando entre todos, incluida la enorme influencia de David.

Me siento orgullosísimo de su bondad, de su sencillez, de su humildad, de su discreción, de su adaptabilidad, de su sensibilidad, de su falta de egoísmo. Es verlo a él y sentir que estamos haciendo bien las cosas. En cuanto a David he de decir que no soy más que un afortunado por poder olerlo mientras me recuesto junto a el en el sofá.

Fdo. Diego Bueno

 

domingo, 10 de enero de 2010

HABLEMOS DEL ABORTO... POR FIN!

 

1. ¿Qué es el aborto?

La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere.

El Derecho español considera aborto la muerte del feto mediante su destrucción mientras depende del claustro materno o por su expulsión prematuramente provocada para que muera, tanto si no es viable como si lo es.

En el lenguaje corriente, aborto es la muerte del feto por su expulsión, natural o provocada, en cualquier momento de su vida intrauterino.

2. ¿Cuántas clases hay de aborto?

El aborto puede ser espontáneo o provocado. El espontáneo se produce o bien porque surge la muerte intrauterinamente, o bien porque causas diversas motivan la expulsión del nuevo ser al exterior, donde fallece dada su falta de capacidad para vivir fuera del vientre de su madre. Si el aborto es provocado, se realiza o bien matando al hijo en el seno materno o bien forzando artificialmente su expulsión para que muera en el exterior.

En ocasiones se actúa sobre embarazos de hijos viables, matándolos en el interior de la madre o procurando su muerte después de nacer vivos. Esto no es, médicamente hablando, un aborto, y de hecho muchas legislaciones que se consideran permisivas en la tolerancia del aborto lo prohíben expresamente, porque lo incluyen en la figura del infanticidio. Pero no ocurre así en otros casos, como por ejemplo en España, donde el Código Penal no tiene en cuenta la viabilidad del feto para que se dé el delito de aborto, y, en contrapartida, se puede matar en algunos casos a fetos viables sin recibir ningún castigo penal, al amparo de la legislación vigente precisamente en materia de aborto. Por eso utilizaremos en estas páginas la definición de aborto según el lenguaje corriente, de modo que la muerte provocada de un feto viable también será considerada como aborto.

3. ¿Es un ser humano el fruto de la concepción en sus primeras fases de desarrollo?

Desde que se produce la fecundación mediante la unión del espermatozoide con el óvulo, surge un nuevo ser humano distinto de todos los que han existido, existen y existirán. En ese momento se inicia un proceso vital esencialmente nuevo y diferente a los del espermatozoide y del óvulo, que tiene ya esperanza de vida en plenitud. Desde ese primer instante, la vida del nuevo ser merece respeto y protección, porque el desarrollo humano es un continuo en el que no hay saltos cualitativos, sino la progresiva realización de ese destino personal. Todo intento de distinguir entre el no nacido y el nacido en relación con su condición humana carece de fundamento.

4. ¿Así que no es verdad que al principio existe una cierta realidad biológica, pero que sólo llegará a ser un ser humano más tarde?

No. Desde que se forma el nuevo patrimonio genético con la fecundación existe un ser humano al que sólo le hace falta desarrollarse y crecer para convertirse en adulto. A partir de la fecundación se produce un desarrollo continuo en el nuevo individuo de la especie humana, pero en este desarrollo nunca se da un cambio cualitativo que permita afirmar que primero no existía un ser humano y después, sí. Este cambio cualitativo únicamente ocurre en la fecundación, y a partir de entonces el nuevo ser, en interacción con la madre, sólo precisa de factores externos para llegar a adulto: oxígeno, alimentación y paso del tiempo. El resto está ya en él desde el principio.

5. ¿Cómo puede existir un ser humano mientras es algo tan pequeño que no tiene el más mínimo aspecto externo de tal?

La realidad no es sólo la que captan nuestros sentidos. Los microscopios electrónicos y los telescopios más modernos nos ofrecen, sin lugar a dudas, aspectos de la realidad que jamás habríamos podido captar con nuestros ojos. De manera semejante, la ciencia demuestra rotundamente que el ser humano recién concebido es el mismo, y no otro, que el que después se convertirá en bebé, en niño, en joven, en adulto y en anciano. El aspecto que presenta varía según su fase de desarrollo. Y así, en la vida intrauterina primero es un embrión pre-implantado (hasta la llamada anidación, unos 12-14 días después de la fecundación, en que cabe la posibilidad de que de un mismo óvulo fecundado surjan gemelos); después es un embrión hasta que se forman todos sus órganos; luego, mientras éstos van madurando, un feto, hasta formarse el bebé tal como nace. Y después continúa el mismo proceso de crecimiento y maduración, y más tarde se produce el inverso de decadencia hasta la muerte.

Por eso no tiene sentido decir que un niño proviene de un feto, sino que él mismo fue antes un feto, del mismo modo que un adulto no proviene de un niño, sino que antes fue niño, y siempre es el mismo ser humano, desde el principio. Y tan absurdo sería defender que el hijo recién concebido no es un ser humano porque no tiene aspecto de niño, como suponer que el niño no es un ser humano porque no tiene el aspecto externo del adulto.

6. Admitiendo que existe una nueva vida desde el momento de la fecundación, ¿no podría ser una vida vegetal o animal, para llegar a ser humana en una fase posterior?

No. Con los actuales conocimientos genéticos, es indudable que cada ser es lo que es desde el momento de la fecundación. De la unión de gametos vegetales sólo sale un vegetal; de gametos animales no racionales, por ejemplo un chimpancé, sólo sale otro chimpancé, y de la unión de gametos humanos se crea un nuevo ser de la especie humana, que es tal desde el principio, pues así lo determina su patrimonio genético específicamente humano.

7. ¿Ha habido épocas en que se haya creído que el fruto de la concepción de la mujer podía ser un individuo no humano?

Sí. Hubo épocas en que, por ignorancia de los mecanismos genéticos, se creyó que una mujer fecundada por un hombre podía concebir un ser no humano o medio-humano. Esta idea es una manifestación de superstición y de ignorancia científica que hoy debe tenerse por superada. Otra cosa es que, por enfermedades o alteraciones diversas, puedan producirse trastornos en el momento de la fecundación que desemboquen en la formación de productos anómalos, como la llamada "mola vesicular" o los "huevos abortivos", que carecerán de capacidad de desarrollo. O que, en ocasiones, conduzcan a hijos con malformaciones congénitas, cuya vida, sin embargo, es merecedora del mismo respeto y la misma protección que la de los seres normalmente constituidos.

8. ¿Y no puede suceder que, aunque el fruto de la fecundación sea una vida humana, ésta no llegue a constituir un ser humano individual hasta un momento posterior?

En la realidad no existen más que seres humanos individuales. El concepto de vida humana es una abstracción que no existe más que encarnada en seres individuales de la especie humana. La vida humana, en general, es una idea abstracta; una vida humana concreta no es, no puede ser en la realidad, otra cosa que un ser humano.

9. Pero dado que hasta el decimocuarto día posterior a la fecundación existe la posibilidad de que de un óvulo fecundado salgan no uno, sino dos seres humanos (gemelos monocigóticos), ¿no habría que afirmar que mientras sea posible tal división no existe un ser humano individualizado?

El que puedan llegar a existir dos seres humanos a partir de un mismo óvulo fecundado no significa que antes de la división no haya ninguno, sino más bien que donde había uno -por un proceso todavía no bien conocido- llega a haber más de uno.

Hay que tener en cuenta que no es lo mismo individualidad que indivisibilidad. Un ser vivo puede ser individual, pero divisible; es el caso de las bacterias y otros microorganismos. El que en una determinada época de su evolución biológica un ser vivo pueda ser divisible no invalida su carácter de individuo único en los momentos anteriores. El ser humano, como se ha dicho antes, hasta aproximadamente el día 12-14 de su evolución es individual, pero divisible, y a partir de la anidación es ya único e indivisible.

10. Si existe un ser humano desde la fecundación, ¿por qué los científicos se refieren a él con términos varios según su fase de desarrollo: cigoto, mórula, blastocisto, embrión, feto?

Porque la vida de un ser humano es un largo proceso que se inicia cuando de dos gametos, uno masculino y otro femenino, surge una realidad claramente distinta: el nuevo ser humano, fruto de la fecundación, quien en las distintas etapas de su desarrollo recibe nombres distintos: el cigoto es la primera célula que resulta de la fusión de las células masculina y femenina. Tras unas primeras divisiones celulares, este ser humano recibe el nombre de mórula, en la que pronto aparecerá una diferenciación entre las células que formarán el embrión (lo que hemos llamado embrión preimplantado, y que algunos llaman preembrión) y las destinadas a formar la placenta. En esta nueva fase, el ser humano se llama blastocisto, y anidará en la pared del útero de su madre. Después se irán diferenciando sus órganos, unos antes que otros, durante todo el período embrionario, al tiempo que la placenta se desarrolla por completo. El embrión se llamará entonces feto, y continuará su crecimiento mientras se produce la maduración funcional de sus órganos hasta que, en un momento dado, nacerá y se llamará neonato, recién nacido. Y este proceso único, que se ha desarrollado suavemente, sin cambios bruscos, continúa después del nacimiento, y el neonato se hace niño; el niño, adolescente; el adolescente, joven; el joven, adulto y el adulto, anciano. Todos éstos son los nombres que distinguen las etapas de la vida de un solo ser que surgió con la fecundación y que será el mismo hasta que muera, aunque su apariencia externa sea muy diferente en una u otra fase.

11. ¿No podría entenderse que hasta que sea viable, es decir, hasta que sea capaz de subsistir fuera del vientre materno, el hijo no nacido no es un ser humano, puesto que depende de su madre para existir?

No. El hecho de que en una determinada fase de su vida el hijo necesite el ambiente del vientre materno para subsistir no implica que sea una parte de la madre. Desde la fecundación tiene ya su propio patrimonio genético distinto del de la madre, y su propio sistema inmunológico diferente también del de la madre, con quien mantiene una relación similar a la del astronauta con su nave: si saliese de ella moriría, pero no por estar dentro forma parte de la nave.

Por otra parte, lo que se llama la viabilidad (es decir, la probabilidad de que el hijo siga viviendo en el exterior tras un embarazo cesado prematuramente) es mayor a medida que la gravidez está más avanzada, pero es muy difícil determinarla en el tiempo, pues el que el hijo pueda seguir viviendo depende en gran parte de factores externos: . tipo de parto, atenciones médicas que reciba el niño, abundancia o escasez de medios y estado de la técnica en el lugar en que ocurre el nacimiento, etc. Además, a medida que avanzan los conocimientos de la ciencia va disminuyendo la edad del embarazo en que se puede considerar viable un feto. Por eso la adquisición de la viabilidad, como el aprender a andar o a hablar, o el llegar al uso de razón, son cosas que le pasan a un ser humano, pero en modo alguno momentos en que éste se convierte en humano. No tiene sentido hacer depender la condición humana del desarrollo tecnológico.

Por lo demás, la capacidad de subsistir fuera del seno materno ha de ser forzosamente ajena a la determinación del inicio de la vida humana, porque un recién nacido es también absolutamente incapaz de subsistir por sí mismo sin recibir los oportunos cuidados. El nacimiento determina un cambio en el modo de recibir el oxígeno y un cambio en el modo de alimentarse, pero el resto del desarrollo continúa el curso que ya se inició en el comienzo de la vida intrauterino.

12. A pesar de todo, si alguien tuviese dudas de en qué momento exacto surge un nuevo ser humano, ¿qué actitud ha de adoptar?

En el supuesto de que alguien tenga dudas acerca de si en un instante concreto ya comienza a existir un nuevo ser humano o todavía no existe, debe abstenerse de interrumpir su normal desarrollo o de darle tratos indignos del hombre, pues ante esta duda debe prevalecer la posibilidad de que sí estemos ante un ser humano; al igual que, en caso de duda sobre si un hombre está ya muerto o todavía no, se exige que se le respete como ser humano vivo hasta que haya certeza de su muerte. Hasta tal punto la sociedad valora la protección de la vida humana, que para extirpar un órgano con destino a un trasplante no basta con la probabilidad de que el donante haya fallecido, sino que se exigen rigurosos criterios científicos para diagnosticar su muerte.

Que esto es así se puede apreciar muy vivamente en los casos dramáticos de hundimiento de edificios o de mineros atrapados en un derrumbamiento: los trabajos de desescombro y de rescate prosiguen mientras no haya completa certeza de que no queda nadie vivo, y jamás se suspenden sólo porque se suponga meramente probable que hayan muerto todos.

13. ¿En qué momentos de su vida intrauterina va desarrollando el hijo no nacido sus distintos órganos y funciones?

·                A las dos semanas se inicia el desarrollo del sistema nervioso.

·                A las tres semanas de vida empieza a diferenciarse el cerebro, aparecen esbozos de lo que serán las piernas y los brazos y el corazón inicia sus latidos.

·                A las cuatro semanas ya empiezan a formarse los ojos.

·                A las seis semanas la cabeza tiene su forma casi definitiva, el cerebro está muy desarrollado, comienzan a formarse manos y pies, y muy pronto aparecerán las huellas dactilares, las que tendrá toda su vida.

·                A las ocho semanas el estómago comienza la secreción gástrica; aparecen las uñas.

·                A las nueve semanas se perfecciona el funcionamiento del sistema nervioso: reacciona a los estímulos y detecta sabores, pues se ha comprobado que si se endulza el líquido amniótico -en el que vive nadando dentro del vientre materno- ingiere más, mientras que si se sala o se acidula, lo rechaza.

·                A las once semanas ya se chupa el dedo, lo que puede verse perfectamente en una ecografía.

La mayor parte de los órganos están completamente formados al final de la duodécima semana, y casi todos ellos funcionarán ya en la segunda mitad de la vida intrauterina. Pero hay cambios que no se producirán más que después de nacer: la primera dentición sólo aparece seis meses después del nacimiento, los dientes definitivos lo hacen hacia los siete años y algunas veces las últimas muelas no salen hasta bien avanzada la edad adulta. La pubertad, con todos sus cambios anatómicos y fisiológicos, acaece en la segunda década de la vida, y la capacidad reproductora en la mujer se inicia poco después de la pubertad y cesa en el climaterio. Es decir, la vida es un proceso único, que empieza en la fecundación y no se detiene hasta la muerte, con sus etapas evolutivas e involutivas.

14. Entonces, ¿con qué fundamento defienden algunos que el hijo aún no nacido forma parte del cuerpo de la madre, y que es ella la única que puede decidir sobre el destino del hijo?

Quienes así argumentan no tienen ningún fundamento en absoluto. La realidad demuestra categóricamente que el hijo es un ser por completo distinto de su madre, que se desarrolla y reacciona por su cuenta, aunque la dependencia de su madre sea muy intensa, dependencia que, por cierto, continúa mucho tiempo después del nacimiento. Ni siquiera forman parte del cuerpo de la madre la placenta, el cordón umbilical o el líquido amniótico, sino que estos órganos los ha generado el hijo desde su etapa de cigoto porque le son necesarios para sus primeras fases de desarrollo, y los abandona al nacer, de modo semejante a como, varios años después del nacimiento, abandona los dientes de leche cuando ya no le son útiles para seguir creciendo. Por tanto, pretender que el hijo forma parte del cuerpo de la madre no es, en el mejor de los casos, más que una muestra de absoluta ignorancia.

ll. COMO SE PRACTICA EL ABORTO

15. ¿Cuáles son los métodos habituales en la práctica del aborto?

El aborto provocado tiene por objeto la destrucción del hijo en desarrollo en el seno materno o su expulsión prematura para que muera. Para conseguir este resultado se suelen usar diversos métodos que en otras circunstancias se emplean normalmente también en ginecología y obstetricia, y que se eligen atendiendo a los medios de que se disponga y a la edad del feto que hay que suprimir. Los métodos más utilizados son: aspiración, legrado, histerotomía ("mini cesárea"), inducción de contracciones e inyección intraamniótica.

16. ¿No existen también unas píldoras abortivas?

Aunque se ha intentado muchas veces el uso de medios con apariencia de medicamentos para producir abortos, hasta ahora sólo lo ha conseguido con alguna efectividad la llamada "píldora abortiva" (RU-486). Mediante su administración en época muy temprana del embarazo, antes de la sexta semana de vida del hijo, es decir, antes de que se produzca la segunda falta de la regia en la madre, se intenta que este preparado hormonal anule la función de la placenta en formación, con lo que se produce la muerte del hijo, que es en ese momento un embrión necesitado absolutamente de la función nutritiva de la placenta, y entonces ocurre su consiguiente expulsión con todas sus envolturas. Si no se consiguen completamente los resultados perseguidos hay que recurrir a un legrado para consumar el aborto.

17. ¿Cómo se practica un aborto por aspiración?

Se dilata primero el cuello uterino con un instrumental adecuado a esta función, para que por él pueda caber un tubo que va conectado a un potente aspirador. La fuerza de la succión arrastra al embrión y al resto del contenido uterino, todo deshecho en pequeños trozos. Una vez terminada la operación de succión se suele realizar un legrado para obtener la certeza de que el útero ha quedado bien vacío. Este método se suele usar cuando el embarazo es de menos de diez o doce semanas.

18. ¿En qué consiste el método de legrado?

El legrado o raspado, también llamado "curetaje", es el método que se usa más frecuentemente. Se comienza por dilatar convenientemente el cuello del útero, lo que sólo se puede hacer bajo anestesia. Luego se introduce en el útero una especie de cucharilla de bordes cortantes llamada legra o "cureta", que trocea bien a la placenta y al hijo al ser paseada de arriba abajo por toda la cavidad del útero. Los trozos así obtenidos se extraen con la misma legra.

Este método suele practicarse sobre todo en los tres o cuatro primeros meses de la vida del hijo. Si el embarazo ha superado las doce semanas, las dificultades aumentan y hay que triturar muy bien el cuerpo del feto para sacarlo al exterior. A veces pueden quedar grandes restos en el interior del útero, por ejemplo la cabeza, y por eso el abortador debe identificar cuidadosamente todos los restos extraídos para asegurarse de que no ha quedado nada dentro de la madre.

19. ¿Por qué se usan estos métodos sólo en los primeros meses del embarazo?

Porque el hijo crece y se desarrolla muy rápidamente, y pasado este tiempo su trituración y su expulsión por vía vaginal se hace muy difícil para quien realiza el aborto y muy peligrosa para la madre.

20. ¿En qué consiste el método de abortar conocido por "mini cesárea"?

La cesárea es una intervención que se realiza al final del embarazo, y que consiste en extraer al hijo a través de una incisión en el abdomen de su madre, cuando por las causas que fuere no es posible su nacimiento por el conducto normal. Esta operación ha salvado muchas vidas tanto de madres como de hijos. Una cesárea practicada cuando han transcurrido todavía pocas semanas de embarazo se llama "mini cesárea", y consiste en practicar una incisión en el útero a través del abdomen materno para extraer por ella al hijo y a la placenta. Este método se suele realizar a partir de la decimoquinta o decimosexta semana del embarazo. Habitualmente se extraen niños vivos, que se mueren poco después por ser inviables. Pero a veces por este procedimiento se han obtenido niños vivos que eran viables, y entonces se les ha dejado morir sin prestarles los cuidados que posiblemente habrían permitido salvarlos, o bien se les ha provocado la muerte, habitualmente por asfixia.

21. ¿En qué consiste el aborto por inducción de contracciones?

Consiste en la provocación de la expulsión del feto y la placenta mediante la administración a la madre, por diversas vías, de sustancias (prostaglandinas, oxitocina) que producen contracciones semejantes a las de un parto, las cuales provocan a su vez la dilatación del cuello uterino, y la bolsa en que está el hijo se desprende de las paredes del útero. El niño puede nacer muerto, porque se asfixia en el interior de su madre, o vivo.

También se emplean en ocasiones, y previamente al uso de oxitócidos, unos tallos o dilatadores hidrófilos que, colocados en el cuello uterino, se hinchan progresivamente y lo dilatan.

22. ¿En qué consiste el método de la inyección intraamniótica?

Se inyecta en el líquido amniótico en que vive el hijo, a través del abdomen de la madre, una solución salina hipertónica o una solución de urea. Estas soluciones irritantes hiperosmóticas provocan contracciones parecidas a las del parto, y con un intervalo de uno o dos días tras la inyección, el hijo y la placenta suelen ser expulsados al exterior. En un cierto número de casos hay que efectuar después un legrado para asegurarse de la expulsión de la placenta.

Este método se utiliza en ocasiones para evacuar un feto muerto espontáneamente y retenido en el útero, y sólo puede usarse en un embarazo ya avanzado. Si se trata de provocar un aborto, es decir, si el hijo está vivo dentro de su madre y hay que suprimirlo, también el embarazo tiene que ser de cierto tiempo, de más de cuatro meses.

La solución irritante introducida previamente suele envenenar al feto, produciéndole además extensas quemaduras. Alguna vez, en lugar de soluciones cáusticas, se han introducido en el líquido amniótico prostaglandinas; pero los que provocan abortos prefieren las otras soluciones, porque se obtienen fetos muertos con más seguridad, y es desagradable que el hijo nazca vivo y haya que matarlo o dejarlo morir a la vista de todos.

23. ¿Puede decirse que estos métodos sean seguros para la vida o la salud de la madre?

No. La palabra "seguridad" es completamente inadecuada para estas situaciones. En los abortos por aspiración existe el riesgo de infecciones e incluso de perforación del útero, y que a la hemorragia se una la lesión de órganos abdominales de la madre. Este riesgo se incremento en los abortos por legrado. En los abortos por inducción de contracciones las complicaciones más graves son las hemorragias y las embolias, y en las "mini cesáreas" se corre el riesgo de desgarros de la cicatriz y de infecciones sobreañadidas. En las inyecciones intraamnióticas puede producirse el paso de las sustancias tóxicas al sistema circulatorio de la madre.

Es cierto que estas complicaciones no son muy frecuentes y que la mortalidad materna no es alta (aunque hay complicaciones y hay muertes), pero existen secuelas importantes derivadas de estas manipulaciones, que pueden influir seriamente en el desarrollo de embarazos posteriores.

Hay que mencionar también aquí el alto riesgo de alteraciones psíquicas que pueden aparecer muchas veces de forma tardía. El aborto supone frecuentemente para la madre, aunque se someta a él voluntariamente, un fuerte trauma psíquico.

En suma, ningún aborto es "seguro" para la mujer que aborta. Se trata tan sólo de una manera de hablar, por contraposición a otros métodos que implican aún más riesgo.

24. ¿Existen, pues, otros métodos, más burdos y peligrosos para la madre, que se usan en el aborto clandestino?

Sí. Desde hace miles de años existen testimonios históricos de abortos provocados, con gran riesgo para la vida de la madre. Hoy día siguen usándose métodos caseros en los abortos clandestinos.

25. ¿No sería mejor entonces, legalizar el aborto para evitar los riesgos de esos abortos clandestinos, o para que las mujeres más pobres no estén en inferioridad de condiciones respecto de las más ricas, que pueden ir a abortar al extranjero?

En primer lugar, debe saberse que incluso en los países con legislación muy permisivo sobre el aborto, el aborto clandestino sigue existiendo, por mil razones muy fáciles de comprender (adulterios con consecuencias no deseadas, necesidad de ocultar un embarazo para mantener cierta posición social, o tantas otras). En cualquier caso, las circunstancias exteriores que rodean al aborto pueden hacerlo más sórdido e inhumano por poner en peligro la vida de la madre además de la del hijo. Pero el aborto, sea de mujeres ricas o pobres, se haga clandestinamente o bajo la protección del Estado, se practique sin medios o con la más sofisticado tecnología, es siempre el mismo crimen contra la vida de un inocente indefenso, y esta acción nunca se puede justificar.

III. LAS LEYES SOBRE EL ABORTO

26. ¿Cómo se ha venido regulando el aborto en los ordenamientos jurídicos de las naciones?

En la Grecia y la Roma antiguas el aborto, así como el infanticidio, estaban generalmente permitidos y socialmente aceptados. Desde que el Derecho se humanizó por influencia del cristianismo, el aborto se ha castigado siempre como un crimen.

En el siglo XX se han producido varias modificaciones en esa situación: la Unión Soviética permitió el aborto en 1920, y en la década de los 30 se añadieron varios países escandinavos y posteriormente otros del Este de Europa entonces bajo la dominación soviética, así como Japón.

A partir de finales de los años 60 se va permitiendo el aborto provocado -con más o menos restricciones, según los países- en el mundo occidental, aunque en muchas naciones sigue respetándose y protegiéndose el derecho a la vida del no nacido.

27. ¿Cuál es la situación en España?

En España el aborto ha sido un delito castigado en el Código Penal sin excepciones hasta 1985, en que una reforma del Código, conocida popularmente como "ley del aborto", estableció unos supuestos en que, por concurrir determinadas circunstancias, el aborto no será punible.

28. ¿Significa esto que el aborto ya no es delito en España?

No. El aborto en España es un delito regulado en el Código Penal, en el Título VlIl ("delitos contra las personas"), Capítulo III, artículos 411 a 417 bis, ambos inclusive. En esos preceptos se establecen unas penas para quienes aborten, como se establecen en otros lugares del Código para quienes asesinen, violen o roben.

29. ¿Cuál es, entonces, la novedad que supuso la "ley del aborto"?

La nueva legislación, si se realiza en las circunstancias y condiciones que prevé esa legislación, no se castiga a quien lo practique ni a quien consienta que se le practique.

30. ¿Cuáles son esas circunstancias?

Son de tres clases: unas, relativas a la madre: que preste su consentimiento al aborto; que del embarazo se derive un grave peligro para su vida o su salud física o psíquica, o que el embarazo sea el resultado de un delito de violación. Otras, relativas al hijo: que se presuma que habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas. Otras, en fin, relativas a la misma práctica del aborto: que cuando se realice en virtud de uno de los casos anteriores, se haga en un centro autorizado para ello; que se practique por un médico o bajo su dirección; que, en algunos casos, haya uno o más dictámenes médicos que aconsejen el aborto, y que éste se realice no más tarde de determinados plazos en los casos de violación o de presuntas malformaciones del hijo.

31. ¿Cuál es la justificación que se ha dado para que el aborto no se castigue en algunos casos?

En algunas legislaciones se parte de la base de que el hijo concebido y no nacido no merece ninguna protección legal más que a partir de determinado tiempo de vida intrauterino, que es cuando se le empieza a considerar merecedor de protección. Según este criterio, el aborto es legal en determinado plazo del embarazo. Este sistema se conoce como el "sistema de plazos".

En otros ordenamientos, como ocurre en el caso español, se considera que el hijo merece protección legal desde el inicio de su vida, pero se establecen las circunstancias en las cuales abortar deliberadamente no debe ser castigado. Este es el sistema conocido como "sistema de indicaciones", que suele ser mixto, es decir, que a cada indicación suele corresponder un plazo de embarazo en que el aborto provocado no es punible.

32. ¿Es más restrictivo el sistema de indicaciones que el sistema de plazos?

Sí, porque en el sistema de indicaciones la Ley considera la vida del no nacido como un bien digno de protección, aunque se piense que no debe castigarse penalmente a quien aborta si existe un conflicto de bienes que el Estado no quiere prejuzgar cómo se resuelve. En cambio, en el sistema de plazos la vida del no nacido se convierte en una cosa disponible y destruible por la libre voluntad privada de la madre, pues el Estado se desentiende de ese no nacido y no le dispensa absolutamente ninguna protección.

33. ¿Explica de alguna manera nuestra legislación las razones por las cuales se establecen ciertas indicaciones para que el aborto no sea punible?

Normalmente, los promotores y quienes consienten las leyes que facilitan el aborto provocado intenta justificar la legislación permisiva argumentando que, en casos límite, no puede exigirse de las madres angustiadas una conducta heroica, ya que ésa no es función de la norma penal.

34. ¿Y no es, efectivamente, así?

No. Cualquier legislación penal establece con carácter general que los "casos límite", en los cuales una persona se ve obligada, física o psíquicamente, a cometer un delito (cualquier delito, no sólo el aborto), implican la exención de responsabilidad penal del autor. También en España se da esta eximente de responsabilidad, llamada "estado de necesidad", que, apreciada por el juez, conlleva la absolución del autor del delito. Esto quiere decir que no era necesaria una legislación específica para los "casos límite" en materia de aborto provocado, pues jamás se ha condenado a nadie por este delito, en la historia judicial española, si concurría la circunstancia de estado de necesidad.

Si lo que se pretendía era resolver los casos límite, la reforma del Código Penal no sólo no ha venido a llenar una laguna, que no existía, sino que ha transmitido a la sociedad la errónea impresión de que abortar en determinadas condiciones no es delito, tanto si se trata de casos límite como si no.

35. ¿Y no es lo mismo, a fin de cuentas, aplicar una eximente que declarar ciertos abortos no punibles?

No, porque en el primer caso la ley sigue transmitiendo a la sociedad el mensaje de que abortar es un delito, aunque los jueces apliquen la máxima comprensión hacia el delincuente en estado de necesidad, y en el segundo se transmite la idea de que basta con cumplir determinados requisitos formales para que abortar no sea delito, e incluso pueda llegar a ser una conducta socialmente respetable.

36. Entonces, ¿por qué se hizo esta modificación del Código Penal, si también antes se absolvía en casos de estado de necesidad?

Algunos de los promotores de la actual legislación sobre el aborto nunca han ocultado que éste tiene que ser el primer paso para que la sociedad considere el aborto provocado, en cualesquiera circunstancias, no sólo como algo legítimo, sino como un derecho de las madres de suprimir a sus hijos. Más adelante veremos que en la ley española, aparte de verdaderos estados de necesidad, se contemplan como causas de no punibilidad del aborto circunstancias normales en la vida, por duras que puedan ser.

Por otra parte, si no se realizaba la reforma como se realizó, no habría sido posible, entre otras cosas, el establecimiento legal de centros dedicados a la práctica de abortos, como si fueran una actividad médica o terapéutica en lugar de una sistemática eliminación de hijos aún no nacidos. Esta ocultación de la realidad se vive hasta el punto de que a los abortos provocados se les denomina con el eufemismo de "interrupciones voluntarias del embarazo", o incluso con las iniciales "I.V.E.", que sugieren algo técnico y científico, y desde luego ajeno a la posibilidad de que haya una víctima humana en este proceso, como en efecto la hay.

37. ¿Qué opinan los médicos de la realización de abortos provocados?

La gran mayoría de los médicos, en España y en todo él mundo, se niegan terminantemente a practicar abortos, porque saben que un aborto provocado es acabar violentamente con la vida de un ser humano, y esto es enteramente contrario a la práctica de la Medicina.

38. ¿Qué dice el artículo del Código Penal español que declara no punibles determinados abortos?

Es el artículo 41 7 bis, y su texto es el siguiente:

1. No será punible el aborto practicado por un médico, o bajo su dirección, en centro o establecimiento sanitario, público o privado, acreditado y con consentimiento expreso de la mujer embarazada, cuando concurra algunas de las circunstancias siguientes:

1ª: Que sea necesario para evitar un grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la embarazada y así conste en un dictamen emitido con anterioridad a la intervención por un médico de la especialidad correspondiente, distinto de aquél por quien o bajo su dirección se practique el aborto.

En caso de urgencia por riesgo vital para la gestante, podrá prescindiese del dictamen y del consentimiento expreso.

2ª: Que el embarazo sea consecuencia de un hecho constitutivo de delito de violación del artículo 429, siempre que el aborto se practique dentro de las doce primeras semanas de gestación y que el mencionado hecho hubiese sido denunciado.

3ª: Que se presuma que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas, siempre que el aborto se practique dentro de las veintidós primeras semanas de gestación y que el dictamen, expresado con anterioridad a la práctica del aborto, sea emitido por dos especialistas de centro o establecimiento sanitario, público o privado, acreditado al efecto, y distintos de aquél por quien o bajo cuya dirección se practique el aborto.

2. En los casos previstos en el número anterior no será punible la conducta de la embarazada, aun cuando la práctica del aborto no se realice en un centro o establecimiento público o privado acreditado o no se hayan emitido los dictámenes médicos exigidos".

Se trata, pues, de una legislación mixta, de indicaciones y de plazos, aunque en el primero de los tres supuestos se atiene exclusivamente al sistema de indicaciones.

39. ¿Qué quiere decir "no será punible el aborto practicado por un médico, o bajo su dirección, en centro o establecimiento sanitario, público o privado"?

Con estas expresiones se quieren significar varias cosas: la primera, que la conducta descrita en este artículo no lleva aparejada la imposición de pena alguna si se cumplen los supuestos y los requisitos del propio artículo. También se quiere decir que la ley no obliga a que el aborto lo practique un médico; lo puede realizar cualquiera, aun sin requisito alguno de cualificación, siempre que un médico reconozca haberío dirigido. Y se establece que, para que el aborto no sea punible, debe hacerse en un establecimiento que reúna determinadas condiciones técnicas, que están reguladas por Decreto y se refieren al personal y las instalaciones de que ha de disponer el lugar.

40. ¿Qué quiere decir la circunstancia 1ª de este artículo?

Quiere decir que la determinación de si la vida o la salud física o psíquica de la madre corren grave riesgo como consecuencia del embarazo, se hará solamente por medio de un único certificado médico. El aborto fundado en esta circunstancia se conoce como "aborto terapéutico".

41. ¿Por qué se llama "aborto terapéutico"?

Inicialmente se llamó así al aborto que se practicaba cuando entraban en colisión la vida de la madre y la del hijo. Hoy se extiende esta calificativo a cualquier dolencia o riesgo de dolencia. En este último sentido, se pretende sugerir que mediante el aborto se cura alguna enfermedad de la madre, aunque, en términos estrictos, un aborto provocado no cura nada, no es terapia de nada.

42. ¿De cuántas semanas ha de ser el embarazo para que en esta circunstancia el aborto no sea punible?

No hay plazo alguno. La madre podrá abortar impunemente en cualquier momento de su embarazo si el certificado médico se basa en el peligro para su vida o su salud.

43. ¿Es frecuente que la vida de una mujer corra grave peligro como consecuencia de su embarazo?

No; es muy raro que eso ocurra. Con los últimos adelantos de la ciencia médica, es cada día más difícil que se plantee esta colisión entre la vida de la madre y la del hijo. La realidad más bien inclina a decir lo contrario: hay más ocasiones de peligro de muerte para una madre como consecuencia de un aborto provocado que como consecuencia de su embarazo.

44. ¿Y respecto de la salud física de la madre?

Ciertamente, un embarazo que se considere normal es de por sí una sobrecarga que debe sufrir la mujer embarazada, y puede producir, y de hecho produce, trastornos de diversa índole; pero parece cosa clara que ninguna de estas irregularidades entra en las causas previstas para que el aborto no sea punible, ya que entonces sobraría la ley, porque, como queda dicho, esas disfunciones corresponden a embarazos que médicamente se consideran perfectamente normales.

En determinadas ocasiones puede suceder que un embarazo agrave una enfermedad previa a la madre, pero resulta muy difícil cuantificar el riesgo añadido que pueda suponer el embarazo y, en cualquier caso, la madre bien atendida podrá superar sin mayores problemas las dificultades planteadas, porque hoy existen medios sobrados para que así suceda. Por otro lado, no debe olvidarse que la práctica de un aborto puede suponer por sí misma un empeoramiento de la salud de la madre.

Finalmente, hay que tener muy en cuenta la enorme desproporción de los valores en conflicto en este caso, que son la mejor o peor salud de la madre frente a la vida o la muerte del hijo. No se puede justificar la eliminación del hijo para evitar un agravamiento de la salud de la madre.

45. ¿Y en cuanto a la salud psíquica?

Todo embarazo no deseado supone, claro está, una perturbación emocional en la madre, como ocurre en cualquier disgusto serio. Pero de ahí a suponer que venga a producirse un grave peligro para su salud psíquica media un abismo. Si hubiéramos de juzgar por las causas alegadas para la realización de abortos no punibles en España, tendríamos que concluir que en efecto es muy frecuente que un embarazo causa "grave peligro" a la salud psíquica de la madre pues, de hecho, la inmensa mayoría de los abortos realizados en España al amparo de la ley lo son por esta causa. El portavoz de un establecimiento que realiza abortos en Madrid ha declarado que "practicamos el aborto libre sin estar fuera de la ley, porque interpretamos que cada embarazo no deseado supone un grave riesgo para la salud psíquica de la madre".

46. Parece que son muchos los que, efectivamente, creen que todo embarazo no deseado ya es de por sí una grave enfermedad psíquica para la mujer.

Esta es una de tantas creencias erróneas, que se mantienen como consecuencia de la ignorancia, deliberada o no, de una realidad tan evidente como que la vida se compone necesariamente de momentos felices y momentos tristes, e incluso amargos. El llevarse un disgusto grave, sufrir un desengaño importante o tener que soportar consecuencias desagradables de algo que se hizo sin medir el alcance de sus efectos, son cosas que ocurren continuamente en todos los órdenes de la vida, sin que por eso nadie pueda decir en serio que todos los que están en una situación así sufren una grave enfermedad psíquica. Los habrá que sí, pero es obvio que éste no es el caso corriente, ya que de lo contrario habría que aceptar el absurdo de que todos los hombres y mujeres sobre la tierra sufren una grave enfermedad psíquica por el hecho de existir; el absurdo de que la existencia, por llevar consigo episodios infelices, es en sí misma una grave enfermedad psíquica.

De todos modos, aun suponiendo que una mujer que se encuentra embarazada sin querer estarlo sufre un trastorno psicológico de importancia, hemos de tener en cuenta que la experiencia demuestra que muchos, por no decir muchísimos, embarazos no deseados se transforman, si se deja nacer al hijo, en gozosas maternidades deseadas, y bien deseadas. La experiencia demuestra que lo más corriente es que un feto no querido se convierta en niño queridísimo cuando nace. Y eso no tiene nada de particular, porque la madre puede experimentar, ante un embarazo que no quería, una perturbación emocional que le dificulte el hacerse cargo cabalmente de a quién lleva en sus entrañas, pero esa situación desaparece en cuanto oye al hijo llorar y lo ve agarrándose a su pecho para tomar su alimento.

Existen, sin embargo, casos en los que la madre detesta a su hijo ya nacido de todos modos, como hay madres, y padres, que aman intensamente a sus hijos cuando son pequeños y los odian cuando ya son mayores, por las circunstancias que fuere. En situaciones así, parece que la legislación más prudente será la que se ocupe de velar por la vida y la seguridad de los eventualmente amenazados, sobre todo si son desvalidos e inocentes de toda culpa (arbitrando sistemas de adopción, de acogida, de educación, etc.), y no una legislación que acepte como legal el infanticidio o el parricidio.

47. ¿Hay algún modo de contrastar si el peligro alegado en el certificado médico existe y, de existir, si es o no grave?

Resulta muy difícil contrastar eso. El estudio de los trastornos psíquicos tienen todavía, según opinión unánime de los especialistas, mucho camino que recorrer. Hablar en general de "salud psíquica" es tan vago e inconcreto que puede no significar científicamente nada. No se ha demostrado hasta ahora que ningún tipo de enfermedad mental conocido y preciso se pueda curar solamente mediante un aborto, porque es prácticamente imposible esta clase de demostraciones, como es igualmente imposible demostrar que el aborto no sea más perjudicial para la salud psíquica de la madre que dejar que el hijo nazca.

48. ¿Qué quiere decir la circunstancia de violación?

Quiere decir que para que el aborto no sea punible, hay que haber denunciado previamente la violación, y que el aborto hay que realizarlo en los tres primeros meses del embarazo. El aborto por esta razón se conoce como "aborto ético".

49. ¿Por qué se llama "aborto ético"?

Se le ha dado este nombre por los que consideraban que el aborto provocado en estos casos era éticamente admisible. Hoy, con esta expresión se quiere transmitir la sensación de que se remedia un acto de salvajismo como es toda violación, aunque, en realidad, el aborto no remedia nada, ya que la violación no puede dejar de haber existido, y el hijo fruto de la violación es completamente inocente. El abortar por causa de violación no tiene nada que ver con la ética, porque no es una actitud ética el tratar de compensar una injusticia con otra injusticia.

50. ¿Por qué se establece el plazo de tres meses en este caso?

No existe ninguna razón con fundamento biológico o médico para que el aborto deliberado por causa de violación no sea punible antes de los tres meses de gestación y sí lo sea después de ese plazo. Únicamente ocurre que la realización del aborto es más fácil y ofrece menores riesgos para la madre cuanto más pequeño sea el hijo en el útero materno.

51. ¿Es frecuente la práctica de abortos legales fundados en la causa de violación?

No; es sumamente rara, porque es muy infrecuente que de una violación se siga un embarazo. Además, para estos casos tiene que intervenir la Policía como consecuencia de la obligación de denunciar la violación antes de la práctica del aborto, lo cual inclina de inmediato a acogerse a la circunstancia del "grave peligro para la salud psíquica" de la madre, que sólo requiere un certificado médico, no exige plazo alguno para la práctica del aborto y mantiene alejada a la Policía.

52. ¿Qué quiere decir la circunstancia de riesgo de graves taras del feto?

Quiere decir que para que el aborto por causa de mal-formaciones del feto (llamado también "aborto eugenésico" o "eugénico") no sea punible, han de cumplirse estas dos condiciones:

a) que existan dos certificados médicos, emitidos por especialistas diferentes del que eventualmente practique el aborto, en los que conste la presunción de graves taras del hijo;

b) que el aborto se realice en las primeras veintidós semanas de gestación, es decir, hasta los cinco meses y medio de vida del hijo en el vientre de su madre.

53. ¿Por qué se llama "aborto eugenésico"?

La palabra "eugenésico" significa "de buen origen". Desde fines del siglo pasado se estudia la eugenesia, que es la ciencia que estudia cómo mejorar los factores hereditarios en las especies vivas, también en la humana, y que tuvo un gran desarrollo en Estados Unidos; ya entrado este siglo, en la Alemania nazi se fomentó el nacimiento de niños de padres de raza aria, y se trató de evitar, mediante la esterilización, la reproducción de personas con reales o supuestas taras genéticas.

Se ha aplicado este término a este tipo de aborto porque se pretende evitar así el nacimiento de niños con malformaciones o anomalías. Pero esta denominación no es idónea, ya que mediante esta forma de aborto no se consiguen mejorar los factores hereditarios de la especie humana.

54. ¿Por qué se establece el plazo de veintidós semanas de gestación para esta clase de aborto?

Porque hacia la vigésimo segunda semana es cuando con las técnicas más habituales se pueden detectar signos de que el hijo padece alguna malformación congénita.

55. ¿No es mejor evitar que nazca un niño llamado a tener una vida disminuida, con grandes sufrimientos tanto para él como para su familia?

No. El pensar de esta manera conduce a la aberración de suponer que dar muerte a un ser humano en determinadas circunstancias es hacerle un favor. La muerte como remedio va directamente en contra no sólo de los más elementales planteamientos humanitarios, sino también del sentido común.

Los poderes públicos, ante los casos de minusvalías físicas o mentales, no solamente no deben predicar la muerte, sino que tienen la grave obligación de promover una legislación que les preste atención especialísima, pues no hay mejor expresión de solidaridad que una legislación que ayude positivamente a la más plena integración social de los deficientes y al logro por su parte de toda la calidad de vida que les sea asequible. No existe más atroz muestra de insolidaridad que patrocinar la muerte del ser humano con graves taras cuando ya existe y está vivo, aunque sea antes de su nacimiento.

Pero además de estas cuestiones de principio, la experiencia nos muestra continuamente que personas aquejadas de graves taras físicas, que según la ley española podrían haber sido matadas impunemente antes de nacer, han prestado y prestan servicios relevantes, y aun espectaculares, a la comunidad humana. Y por lo que respecta a los minusválidos psíquicos, también la experiencia de millares de hijos deficientes nos enseña que ellos son a menudo unos felices miembros de sus familias y unos decisivos factores de cohesión familiar y de amor mutuo.

Hay que decir, por último, que la legislación española establece una lacerante desproporción entre lo probable de la malformación y lo seguro de la muerte en este tipo de aborto no punible.

56. ¿Son frecuentes los abortos realizados acogiéndose a esta circunstancia?

No; son muy infrecuentes, porque cuando se tiene conocimiento de que el hijo o la hija son o pueden ser deficientes, resulta más fácil acogerse a la circunstancia primera ("grave peligro para la salud psíquica" de la madre), que sólo requiere un certificado médico en lugar de dos, y además no limita la práctica del aborto con ningún plazo.

57. En este artículo del Código Penal se dice, además, que no se castigará a la madre que aborte acogiéndose a una de estas "indicaciones", aunque no haya certificados médicos o el aborto no se haga en un "centro acreditado". ¿Cuál es el significado de esta afirmación?

Con este mandato se quiere eximir de toda culpa penal a la madre que consiente que se le practique un aborto porque crea erróneamente que se cumplen los requisitos de la ley, aunque no sea así. En este caso, se castigará solamente a los demás autores del delito.

58. ¿Y qué ocurre si se demuestra que un certificado médico de los exigidos no responde a la realidad de un riesgo para la vida o la salud de la madre, o a una probable malformación grave del hijo?

Si se demostrase esto, el aborto así practicado sería un delito punible, y los culpables (autores materiales, inductores, cómplices, encubridores) deberían ser castigados. Pero es sumamente difícil que en la práctica ocurra esto, porque tendría que abrirse una causa penal, previa denuncia que permitiera al juez investigar, y tanto la madre como los familiares lo que quieren a todo trance es olvidar este episodio dramático de sus vidas, lo cual beneficia a los médicos y demás personas que se lucran económicamente con la práctica del aborto. Todo esto sin contar con la gran dificultad técnica que entraña la averiguación de la veracidad de lo que se dice en un certificado médico, sobre todo si en él se establecen previsiones o pronósticos y no diagnósticos.

59. ¿Pueden ampliarse en la legislación española los supuestos en los que el aborto no se castigue penalmente?

Desde luego que sí, y, si ocurriese esto, no sería ninguna novedad, puesto que en las legislaciones de algunos otros países también se considera no punible el aborto realizado por causas socio-económicas, es decir, si la llegada del nuevo hijo implicase un sacrificio económico o social que los padres considerasen insoportable. Es el llamado "cuarto supuesto", que algunos quieren introducir en nuestra legislación porque les parece que, si figurase en el Código, permitiría que la motivación legal de muchos abortos provocados se acercase más a la realidad, ya que ahora tienen que acogerse a la indicación de "grave riesgo para la salud psíquica" de la madre.

60. ¿Pero no basta ya el supuesto del riesgo para la salud psíquica para que el aborto provocado sea, de hecho, aborto a petición e impune, según ya hemos visto?

En teoría podría pensarse que así es, pero no ocurre lo mismo en la práctica, porque entre las finalidades de esta legislación no está sólo la ausencia de castigo penal, sino que está también el adoctrinamiento indirecto a la sociedad, transmitiendo la idea de que abortar puede llegar a considerarse como algo socialmente respetable.

Por esta razón hay incluso quienes entienden que el sistema de indicaciones, por amplio que sea, no resuelve del todo esta cuestión, y pretenden transformar la naturaleza legal del aborto en España, de forma que, de ser un delito, pasase a ser el derecho que las madres tendrían de matar a sus hijos concebidos y aún no nacidos; eso, según los patrocinadores de esta idea, podría lograrse si se implantase una mera ley de plazos, que desprotegiese absolutamente a los seres humanos menores de tres o cuatro meses de edad en el útero materno. El Derecho, según esta normativa, se desentendería por completo de esos pequeños, que quedarían a merced de lo que su madre decidiese hacer con ellos, incluido el darles muerte sin tener que explicar a nadie por qué.

61. El que a veces el Derecho se desentienda de la protección del hijo no nacido, ¿significa que ese hijo no es una persona?

El no nacido es una persona, pues no existe ninguna otra forma de ser humano que el ser personal. Sin embargo, los ordenamientos jurídicos a veces establecen ficciones sobre quién es persona y quién no, pero estas ficciones no alteran la realidad de las cosas.

La palabra "persona" tiene, en el Derecho, un significado que no siempre corresponde a la realidad, como ocurre, por ejemplo, con las empresas, que son llamadas "personas jurídicas" para significar que son sujeto de derechos y obligaciones en cuanto tales. Otro ejemplo: en el Derecho español se tiene por muerto al desaparecido de quien no hay noticias en una serie de años, pero esta ficción legal no significa que si el desaparecido está vivo, deje por ello de ser una persona.

En el Derecho español, al no nacido debe considerársele persona, pues el aborto se regula en el Código Penal como uno de los "delitos contra las personas", aunque a otros efectos jurídicos no se le tenga por persona (en virtud de una ficción del Código Civil) hasta 24 horas después de nacer.

62. ¿Por qué esas 24 horas después del nacimiento para que el Derecho español considere, a efectos civiles, persona a un ser humano?

Este precepto de nuestro Código Civil es un arcaísmo que se arrastra desde los tiempos del Derecho Romano, en que había una enorme mortalidad de recién nacidos.

Sin embargo, ante las exigencias de la realidad, el propio Código Civil establece que al concebido y todavía no nacido se le tiene por nacido a todos los efectos que le sean beneficiosos (como por ejemplo en caso de herencia) si llega a nacer con vida.

63. Pese a todo, ¿no debía España equipararse a los países de su entorno, que en su mayoría tienen legalizado el aborto?

No. A otros países hay que imitarlos en todo aquello que sea favorable a la defensa de la vida y la dignidad humanas, pero no en lo negativo y ajeno al progreso humanista.

64. Pero si la mayoría de los países más adelantados de nuestra época tienen legalizado el aborto en mayor o menor medida, ¿no debe considerarse la legalización del aborto como una muestra de progreso?

No. Los países, como las personas, pueden ser adelantados y progresistas en unas cosas, y atrasados y reaccionarios en otras: la Atenas del siglo V antes de Cristo era el país más avanzado de su época en arte, filosofía, literatura, organización, pero todas estas conquistas convivían con la esclavitud. Lo mismo puede decirse de la Europa renacentista y la tortura, de los Estados Unidos del siglo pasado y la esclavitud de los negros, o de la Europa actual y el aborto provocado. Aun en nuestros días hemos asistido a auténticos genocidios, como el cometido contra los judíos durante el nazismo, que llegaron a presentarse como un avance en la depuración de la raza aria.

Del mismo modo que no sería un signo de progreso el imitar a la Atenas del siglo V antes de Cristo en cuanto a la esclavitud, tampoco sería bueno imitar hoy a los países del resto de Europa en cuanto a la legalización del aborto.

IV. EXIGENCIAS ETICAS DEL ESTADO

65. La cuestión del aborto, ¿no es un problema de conciencia de la mujer, al que debe ser ajeno el Estado?

No. El aborto no es un problema de conciencia individual de la madre, ni del padre, pues afecta a alguien distinto de ellos: el hijo ya concebido y todavía no nacido. Otra cosa es que abortar pueda crear problemas de conciencia.

Los poderes públicos deben intervenir positivamente en la defensa de la vida y la dignidad del hombre, en todos los períodos de su existencia, con independencia de las circunstancias de cada cual, aunque este principio, patrimonio común de todos los ordenamientos desde el cristianismo, sea hoy puesto en cuestión por algunos. El aborto provocado no es sólo un asunto íntimo de los padres, sino que afecta directamente a la solidaridad natural de la especie humana, y todo ser humano debe sentirse interpelado ante la comisión de cualquier aborto.

La autonomía de la conciencia individual debe respetarse en función de la persona humana, pero precisamente por esta convicción los Estados tienen la exigencia ética de proteger la vida y la integridad de los individuos, y despreciarían gravemente esta exigencia si se inhibieran en el caso del aborto provocado, como la despreciarían en el de la tortura. En efecto, carece de sentido una argumentación según la cual los Estados deberían permitir la tortura cuando chocasen el interés de los torturadores por obtener una información o una confesión y el de las víctimas por no facilitarla o no confesar. Los Estados no pueden inhibirse en la defensa de la vida humana o su integridad física o moral argumentando que nadie puede oponerse a que alguien, según su conciencia, crea que debe practicar la tortura. El aborto, como la tortura, nos afecta a todos, y los Estados no pueden ser ajenos a eso.

66. ¿Cómo es que esto se comprende claramente en el caso de la tortura y, sin embargo, no ocurre así en el del aborto?

Por varias razones, entre las cuales no es la menor el arcaísmo de creer que sólo existe lo que tenemos delante de nuestros ojos. Pero el hijo no nacido existe, está vivo, aunque no se vea ni se oiga. La tortura nos la podemos imaginar fácilmente en toda su crudeza y en todo su horror, pero hay que hacer un esfuerzo para imaginar la realidad cruda y horrible de un aborto provocado. De ahí que en páginas precedentes se haya explicado, aunque sea sucintamente y de la manera menos dramática posible, una realidad ciertamente dramática, que ni se puede ni se debe ocultar, porque el valor de la vida humana no depende de nuestros sentimientos, sino de lo que ella en realidad es.

Por otro lado, los Estados que permiten legalmente el aborto provocado encuentran para su silencio unos aliados espontáneos en los que tienen la principal obligación de proteger la vida de los hijos no nacidos: la madre y el médico que predica el aborto; mientras que, en el caso de la tortura, los familiares de la víctima son unos acusadores permanentes, y no digamos la propia víctima, si sale con vida del tormento. Por eso se tiende a comprender mucho más fácilmente la obligación del Estado de proteger al torturado que a la víctima de un aborto. Pero eso no exime en absoluto a los Estados de su obligación ética hacia el no nacido.

67. Entonces, ¿tienen los Estados obligación de penalizar la práctica del aborto?

Los Estados tienen obligación de poner los medios, también los jurídicos, para que no se practiquen abortos, del mismo modo que tienen obligación de poner los medios necesarios para que no se asesine, se viole o se robe; y conforme a las técnicas jurídicas actuales, la tipificación penal del aborto como delito es la medida jurídica proporcionada a la gravedad del atentado que supone contra la vida humana.

También existen otros medios jurídicos para que los Estados desarrollen una política contraria a la práctica de abortos (sanciones administrativas, premios o subvenciones a la natalidad, etc.), pero su carácter liviano y colateral no estaría proporcionado a la gravedad intrínseca del aborto, que, por ser un atentado radical a un bien básico y fundamental, merece la máxima protección jurídica, que hoy no es otra que su configuración como delito. Lo mismo se puede decir del homicidio o la violación: deben ser delito, pues no sería proporcional amenazar al asesino o al violador solamente con una multa o algo semejante.

68. ¿Significa esto que el Estado debe sancionar en sus leyes todo lo que la moral prohíbe?

No. El Estado sólo debe sancionar aquellas conductas inmorales que entran en el ámbito de su competencia por no agotarse en el terreno de la intimidad de las personas, y siempre que las normas jurídicas sean un instrumento técnicamente apto para evitar que se haga lo que se prohíbe. Todo ello sin perjuicio de la prudencia exigible al legislador para saber en cada caso hasta dónde puede y debe llegar, pues a veces es admisible la tolerancia con el mal por la imposibilidad de erradicarlo y si su prohibición pudiese causar males todavía mayores.

69. ¿Y no es éste precisamente el caso de los abortos, ya que siempre los habrá y su clandestinidad puede causar gravísimos peligros a las madres que abortan?

De ninguna manera. El Estado debe proteger, por todos los medios a su alcance, los valores sobre los que se cimienta el orden social, como lo es la vida humana, y nunca, bajo ninguna circunstancia, puede renunciar a reprimir los atentados básicos y definitivos contra esos valores (homicidio, aborto, violación, tortura...), aunque se sepa que jamás podrán erradicarse, porque eso sería tanto como renunciar a la razón de ser de toda sociedad organizada y del mismo poder público.

70. El que a veces pueda ser aceptable cierta tolerancia con el mal, ¿significa que hay circunstancias en que pueda no ser tenido por mal, sino ser considerado como un bien?

No. El mal siempre es mal aunque haya que tolerarlo. El bien no se tolera; se desea, se busca, se intenta conseguir. Sólo se puede tolerar lo que es negativo mientras lo negativo no se puede suprimir, pero nunca es legítimo ver como bueno lo que intrínsecamente es malo, como por ejemplo el aborto.

71. Y si en un momento determinado, una parte de la población de un país no percibe el aborto como intrínsecamente malo, ¿significa eso que el aborto no ha de sancionarse o perseguirse por el Estado?

No; si fuese éste el caso, esa parte de la población estaría equivocada, como lo estaban quienes en otras épocas no veían como malas la esclavitud o la tortura. Quienes están equivocados tienen derecho a que se les ayude a salir de su error, y se les impulse a no causar daños irreparables por actuar conforme a su error.

Los valores básicos y esenciales, como la vida del ser humano y su dignidad, son previos, independientes y superiores a las determinaciones de las mayorías. Por eso los Estados no deben guiarse por las opiniones de la mayoría en lo que hace referencia a la naturaleza de las cosas. Las cosas no son verdaderas o falsas, bellas o feas, buenas o malas, porque así lo pueda disponer una mayoría en un momento concreto.

72. La actitud del Estado frente al aborto provocado, ¿debe limitarse a tipificarlo como delito y perseguirlo?

No. El Estado está obligado también a favorecer la vida de las personas y su dignidad, ayudando a resolver los problemas sociales que están en el fondo de la decisión o la tentación de abortar (ayudando a la maternidad, favoreciendo la adopción, creando un marco de costumbres públicas que favorezcan la vida y la vida digna...), y buscando el ideal de que no sea necesario aplicar las penas del delito porque las medidas positivas sean más eficaces.

73. Pero, mientras el aborto se dé en la realidad, ¿no es mejor sacarlo de la clandestinidad para controlarlo?

No. Legalizar los abortos no ayuda a su desaparición, sino a que aumente su número. Creer lo contrario es un error muy extendido que desmienten las estadísticas de todo el mundo, sin excepciones. El efecto multiplicador de la legalización del aborto se debe a que la opinión pública general ve como bueno lo que se despenaliza, y cada vez se trivializa más en las conciencias la decisión de abortar.

La ley penal no sólo tiene como fin la persecución del delito, sino también ayudar a conformar la conciencia social sobre los valores básicos de la convivencia, estimulando a los ciudadanos a no cometer lo que se penaliza. Por eso, cuando una determinada conducta se despenaliza, se hace cada vez más frecuente hasta llegar a ser vista como buena y, por lo tanto, a practicarse con naturalidad, en la equivocada creencia de que todo lo legal es moral, y todo lo ilegal es inmoral.

74. ¿Quiere decir esto que el Estado ha de poner su poder legislativo y represivo al servicio de una determinada moral, concretamente de la moral católica?

No. Pero hay un mínimo que se articula alrededor de la defensa de la dignidad humana -en la cual se incluye el derecho a la vida, también del concebido y todavía no nacido- que es absolutamente irrenunciable, pues, de lo contrario, ni la sociedad ni el Estado tendrían justificación alguna. Este mínimo no es patrimonio exclusivo de la Iglesia Católica, sino de toda la Humanidad.

Los legisladores no pueden, no tienen derecho a determinar quién es humano o no a los efectos de su protección jurídica. Este es un dato de la realidad que los hombres han de respetar, pues no lo pueden cambiar. De ahí que toda norma jurídica que atente contra este principio sea esencialmente injusta, aunque se apruebe con todos los formalismos legales; del mismo modo que es radicalmente ilegítimo basar el derecho a la vida de cualquier ser humano en su salud, su habilidad física o mental o cualquier otra circunstancia distinta del hecho de ser humano y estar vivo.

Es ésta una doctrina que la Humanidad ha aprendido (aunque no siempre la aplique coherentemente) con la experiencia de los totalitarismos del siglo XX: las normas que ampararon primero la matanza de alemanes considerados "parásitos inútiles" y más tarde el exterminio de los judíos en la Alemania nazi de los años 30 eran intrínsecamente malas e injustas, aunque fueran acordadas por los órganos competentes del Estado. Lo mismo pasa con las leyes actuales que pretenden legitimar la práctica del aborto provocado.

Estas consideraciones, hay que repetirlo, no forman parte sólo de la doctrina y la moral católicas, sino que se integran en un elemental sentido común humanista. Oponerse hoy al aborto provocado, como en otras épocas a la esclavitud, no es fanatismo ni tiene que ver exclusivamente con las convicciones religiosas, católicas o no, sino que es una obligación indeclinable para todos los que creen en el derecho a la vida y en la dignidad del ser humano.

75. ¿Hay que rechazar radicalmente a las personas que abortan?

De ninguna manera. Hay que ser firmes con la verdad, pero comprensivos con las personas; naturalmente, eso no presupone que el comprender, ayudar y convivir con las personas que han cometido un error signifique negar que han cometido un error. Un crimen es un crimen, aunque al criminal se le ayude y acoja, e incluso se le pueda eximir de culpa y de responsabilidad, si hay razones para ello.

76. ¿Es razonable pensar que un día la vida y la dignidad humanas se respetarán desde la concepción hasta la muerte?

No es posible contestar rotundamente a esta cuestión, pero hacia este objetivo deben encaminarse los esfuerzos de todos los que aspiran a un mundo justo. Las agresiones a la vida humana, especialmente de los inocentes, han tenido siempre en la historia consecuencias dramáticas.

Bien. Y dicho todo esto….quedan demostradas muchas cosas.

Una de las más importantes es que (nos guste o no) no somos más que otra especie animal más (con todo lo bueno y malo que hay en ello) y que actuamos, en muchos casos, de forma irracional.

Estamos limitados. Somos limitados. Nuestro cerebro da para lo que da y a veces pretendemos jugar a ser dioses.

Creemos, a veces, que lo que no perciben nuestros sentidos no existe. No nos cuesta creer que hay un mundo microscópico aunque no lo veamos, ya que eso no representa desventaja alguna para el ser humano, simplemente, descubrir la existencia del mundo microscópico viene a constatar esa existencia. En cambio, en el tema del aborto siempre hay un perdedor. Un embarazo no deseado es una desgracia. Un asesinato es aun mayor desgracia.

No me digan que el hecho de no existir sufrimiento para el hijo asesinado (llamemos a las cosas por su nombre) hace que todo sea más fácil porque si así fuera podríamos deshacernos de personas mayores que son un “estorbo” para muchas personas, durmiéndolas antes de matarlas y eliminando, por tanto, cualquier sufrimiento (por ejemplo).

Hay algo que suele olvidarse (sobre todo si se vive en la abundancia, como es nuestro caso) y es que….nos guste o no, el sufrimiento es intrínseco a la propia vida.

El gran inconveniente que tiene vivir es que puedes morir. Solo puede morir quien esté vivo.

Dicho esto he de decir, también, que es entendible la postura abortista de la misma forma que es entendible la ira de un padre hacia el asesino de su hijo lo cual no significa que haya que permitir el asesinato, los linchamientos o los juicios sin garantías.

Me indignan las posturas ultra feministas (y no creo que haya un hombre tan antimachista como yo) que hablan de que la decisión sobre si se comete un asesinato o no sea de la mujer. Biológicamente somos como somos y los estados están obligados a proteger la vida humana (aunque esta se desarrolle dentro del cuerpo de una mujer).

Los estados deberían obligar a que la mujer que está embarazada lleve a término su embarazo, garantizando la acogida y posterior adopción de ese niño tras su nacimiento (cuántas parejas hay que quieren tener hijos y no pueden) así como toda asistencia a la madre (médica, psicológica y económica).

Los estados están en la obligación de informar. Me doy cuenta de que existe una gravísima desinformación respecto al tema. La gente no tiene claro cuándo comienza una vida humana, por ejemplo.

La gente desconoce los riesgos del aborto. La gente actúa muchas veces desde la inconsciencia, así que hay mucha tarea, en cuanto a información, que realizar.

Por otra parte considero que los estados están obligados a atender y proteger a aquellas mujeres que tengan que abortar.

Muchas veces se dice que esa es una postura hipócrita ya que, aunque se prohibiera el aborto, este seguiría dándose (y, además, de forma clandestina, con lo que ello conlleva en cuanto a riesgos y costes que deberían asumir esas mujeres).

Me parece algo así como querer legalizar las armas para evitar su tráfico clandestino.

Siempre habrá mujeres que quieran abortar como siempre habrá ladrones o asesinos.

Es lo que tiene ser mujer. Te puedes quedar embarazada. Eso es una realidad tan irrefutable como inamovible.

Por eso la información y la educación son pilares fundamentales en este asunto.

Lo que sí tengo claro es que con leyes como la que existe actualmente en España se promueve el aborto libre (ahí están los datos) y la gente termina abortando de forma inconsciente (de la misma forma que se operan las tetas, por ejemplo).

Quizás he exagerado con este ejemplo porque se que un aborto no es agradable para ninguna mujer pero sí que es cierto que se banaliza el tema socialmente y que se pierde el norte en cuanto a lo verdaderamente trascendente, es decir, el asesinato de un ser humano (indefenso, para más INRI).

Y como estoy aquí para posicionarme (incluso de forma incoherente e irracional como humano que soy) he de decir que yo admitiría el aborto siempre que se trate de una violación (la madre decidiría en este caso), siempre que la vida de la madre corra grave peligro de muerte y siempre que quede demostrado que el hijo va a padecer una gravísima enfermedad que limitará mucho su existencia (y este caso, aun no lo tengo, del todo, claro).

Ya se que es incongruente esta postura con todo lo anteriormente expuesto pero debes entender que estos casos son muuuuuuuy escasos. La inmensa mayoría de aborto se acogen al primer caso (al de las repercusiones psicológicas de la madre). Ese es el que yo eliminaría ya que da pie a que exista el aborto libre.

Pensad en el siguiente caso extremo:

Imagina a una madre con sus dos hijos que es capturada en una guerra. Sus captores hacen que esta mujer tenga que decidir a cual de sus dos hijos salvará, bajo la amenaza de que si no decide….matarán a ambos.

Difícil cuestión ¿verdad?.

Solo en un caso así sería entendible el asesinato de un hijo (aunque en este caso, claramente, no es la madre la asesina, sino la que decide).

Una cosa es un caso extremo y otra bien distinta es decidir por puro egoísmo personal e individual. A veces desde la inconsciencia y otras veces desde el puro egoísmo.

Es lícito ser egoísta y buscar la felicidad por donde se crea oportuno así como es bueno que nuestro egoísmo nos lleve a evitar situaciones difíciles pero…..jamás a costa de una vida humana (salvo en casos verdaderamente extremos).

Con todo esto trato de que reflexionéis sobre el tema y os decantéis en el sentido que creáis oportuno.

Estoy seguro de que si existiera más información se salvarían muchas vidas.

Si el objetivo vital de cada especie (se que ese es el objetivo pero no me preguntes por qué ya que, como humano, no doy para más) es multiplicarse y perpetuarse he de decir que no somos la especie animal más cualificada.

En cuanto a multiplicarse nos ganan las hormigas, por ejemplo. En cuanto a perpetuarse creo que nos extinguiremos habiendo permanecido, como especie, menos tiempo, en la tierra, que los dinosaurios, por ejemplo.

Así que sería bueno que hiciéramos gala de un poco de humildad y no nos creyeramos señalados por el dedo de ningún dios, de forma especial o con tanto poder de decisión sobre la propia vida.

En lo único que mostramos grandes ventajas es en la individualidad. Esta cualidad nos lleva, a veces, al egoísmo. Egoísmo sin límites. Incluso por encima de conceptos generales propios de cualquier especie como el sentido de la perpetuidad y la multiplicación. Es lo que hace, a su vez, que nos sintamos orgullosos de ser humanos y que seamos capaces de VIVIR, de ser conscientes de nuestra existencia y exprimir de forma individual nuestro tiempo de vida.

Fdo. Diego Bueno

 

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