jueves, 25 de noviembre de 2010
HABLEMOS DE “VAMPIRESAS”… POR FIN!!
miércoles, 29 de septiembre de 2010
HABLEMOS DE TIPOS DE ESQUIROLES… POR FIN!!
- Esquiroles obligados. Los que
tienen un contrato precario y temen que los despidan (o que sean los
primeros en ir a la calle en caso de despidos) como represalia de la
empresa por participar en la huelga. Generalmente esperan con ansias la
llegada de un piquete que les impida trabajar el día de la huelga.
- Esquiroles de nacimiento. Lo
llevan en la sangre. Suelen ser de la hermandad del puño y se piensan que
el resto somos tontos. Son los que, en realidad, no tienen un contrato
precario ni corre riesgo su empleo (generalmente porque trabajan en un
organismo público) pero alegan el punto 1 para así cobrar el día de la
huelga y, para colmo, quedar bien ante el personal (personal que,
generalmente no les dice nada por educación pero que sabe de qué pie
cojean aunque ellos crean que no).
- Esquiroles ocultos. También de la
hermandad del puño y, además, caguetas. Son los que dicen que van a hacer
huelga o no dicen nada (alegando su derecho al silencio) y luego, a
escondidas, van al puesto de trabajo.
- Esquiroles convencidos. Son los
que, realmente, no están a favor de la huelga, generalmente, porque están
contra los sindicatos y no quieren dejarse manejar por ellos (aun así les
cuesta trabajo decirlo abiertamente ¿por qué será? (ver punto en común de
los esquiroles para saber la respuesta)
- Esquiroles que hacen huelga. No
saben de que va la huelga y a muchos de ellos ni les interesa, pero la
hacen por cogerse un día de vacaciones y, en cualquier caso, quedar bien
ante sus compañeros.
- Esquiroles por coacción. Reciben
amenazas de empresarios. Son exactamente como los del punto 1 pero,
además, están amenazados.
- Esquiroles de corrillo. Durante un
tiempo antes de la huelga toman la palabra en corrillos para desprestigiar
a los sindicatos convocantes con objeto de convencer al número máximo
posible de compañeros de que no hagan huelga con objeto de no ser el único
esquirol.
- Esquiroles por mayoría. Alegan,
para justificar su condición de esquirol, que la huelga no tendrá
seguimiento y que por mucho que se haga no se conseguirán los objetivos.
- Esquiroles lameculos. Son cono los
del punto 1 y/o el punto 2, pero, además de por esos motivos, son
esquiroles para apuntarse un tanto ante su jefe (jefe que, por supuesto es
conocedor de la condición de lameculo del susodicho)
- Esquiroles excusados. Pueden poner
cualquier excusa para no hacer huelga. Vale cualquier cosa. La excusa
puede ser, desde una baja laboral hasta alegar que una vez tuvo un
problema con un sindicato y decir que a partir de ese día hace lo
contrario de lo que digan.
- Esquiroles de clase. Están a favor
de la huelga y les gustaría hacer huelga pero su condición de facha les
impide hacer huelga para no manchar su reputación.
- Esquiroles prostitutos. Reconocen
abiertamente que no hacen
huelga porque (eso alegan para justificarse) no pueden permitirse el lujo
de perder el dinero del día. Suelen vender barata su dignidad. Incluso le
ponen precio rápidamente.
PUNTO EN COMÚN DE LOS ESQUIROLES
Todos. Absolutamente todos aceptan las mejoras conseguidas tras la
huelga (eso si… con el dinero del día de huelga en el bolsillo y su “reputación
intacta”.
PD- Que cada uno de vosotros, esquiroles, se identifique con su
tipo. Y si me he dejado alguno en el tintero, que lo haga saber, por favor.
Fdo. Diego Bueno
martes, 28 de septiembre de 2010
HABLEMOS DE LOS SINDICATOS… POR FIN!!
Es el tema de moda. Eso es lo que hay que preguntarse,
pienso yo. ¿Por qué está de moda?. Indudablemente, está en boga el tema del
sindicalismo porque hay convocada una huelga general. Pero… además de eso
existe (y eso no se puede negar) una campaña de desprestigio, hacia los
sindicatos, iniciada hace ya tiempo. ¿Quién está interesado en desprestigiar a
los sindicatos?. Esto es como cuando hay un asesinato. ¿A quienes interesa y
quien se beneficia del desprestigio sindical?.
La respuesta a esa pregunta nos llevará al autor del asesinato.
Evidentemente, a quienes más interesa el desprestigio es a
los empresarios. Aunque algunos de ustedes se piensan que eso de la lucha de
clases ya está pasado de rosca y pertenece a otros tiempos, es evidente que lo
decís desde el desconocimiento de la realidad, porque os guste o no, existe y
existirá siempre un enfrentamiento entre los intereses (siempre opuestos) de
los trabajadores y los empresarios.
Ni que decir tiene que los empresarios lo son, no para crear
empleo, no para crear riqueza, no para beneficiar al estado. Los empresarios se
hacen empresarios (libremente, por cierto) para hacerse ricos, para no tener
que soportar jefes cabrones y, en cualquier caso, para acumular más capital y
ganar más dinero que siendo simples trabajadores. El empresario puede elegir
entre ser un trabajador normal o ser empresario. El trabajador, en cambio tiene
que serlo porque no tiene la posibilidad de ser empresario (para eso hace falta
dinero).
Por tanto, y partiendo de la base de que los intereses son
contrapuestos (el empresario quiere SIEMPRE trabajadores que trabajen mucho y
bien y que no protesten nunca y, el trabajador quiere SIEMPRE trabajar en las
mejores condiciones y tener un sueldo lo mayor posible) es evidente que al
empresario no le interesa que el trabajador se organice, ni que proteste, ni
que exija, ni que reclame derechos.
Ese es el fundamento de la justificación de que existan
sindicatos (derecho que tienen todos los trabajadores en empresas de más de 8
trabajadores y que queda recogido como tal en la constitución española. Esa que
tanto defienden, con extremada vehemencia, por cierto, algunos).
El empresario cuenta con un arma que suele utilizar contra
los trabajadores y que le confiere un poder contra el que hay que luchar para
equilibrar la balanza. Me refiero al despido. Las personas que trabajan, lo
hacen para poder ganarse un sueldo con el que mantener a sus familias. Si se
deja totalmente en manos del empresario la posibilidad del despido libre, esos
trabajadores estarán cohibidos a la hora de reclamar derecho alguno. Debe
existir una organización (democrática, por más señas) que represente a los
trabajadores y que pelee por derechos y mejoras en sueldos y condiciones
laborales.
Me cabrea tener que ahondar en razonamientos tan de
Perogrullo pero me doy cuenta de que en estos días y, gracias a la enorme
campaña orquestada desde la derecha, se hace necesario que la gente sepa cómo
son, en verdad, las cosas.
Si en este país gozamos (los trabajadores) de buenas
condiciones de trabajo en muchos sectores, es, en enorme medida, gracias a la
lucha de los sindicatos. Todos esos que criticáis a los sindicatos, debéis
saber que gozáis de esas condiciones tan buenas (suele pasar, sobre todo, en el
sector público) gracias a la pelea de los sindicatos. Cuando se negocian
convenios colectivos y hay mejoras laborales, es gracias a los sindicatos. Si
no te agrada la forma en que actúa un sindicato, puedes afiliarte a otro. Si no
te gustan las personas que te representan en tu empresa, puedes votar a otros.
O mejor aun… puedes presentarte tu mism@. Eso es la democracia.
¿Qué en los sindicatos hay golfos, ladrones etc.? ¿Me puede
alguien decir en qué colectivo no los hay?
Pero… sin duda, también hay personas que prestan su tiempo y
sus medios por defender ideas (ideas que luego repercuten en TU beneficio) y
ese tipo de gente si que es difícil encontrarlas en otros colectivos (por
ejemplo, en el de los empresarios).
Por último, recordarles que esos que se les llaman
“liberados” (en el tono más peyorativo posible) no son más que trabajadores
elegidos democráticamente por sus compañeros (y en el número que marca la ley)
para que los representen. Evidentemente, esa representación exige una
dedicación en forma de tiempo. A los empresarios y a la derecha, en general, no
les gustan los “liberados” porque, por una parte, no están produciendo y
trabajando en la empresa (y os recuerdo que los empresarios SIEMPRE quieren
gente que trabaje mucho y que no proteste ni se organice para negociar
condiciones de trabajo y exigir derechos) y hay trabajadores a los que tampoco
les gustan los liberados porque, simplemente, los envidian y se quejan de que
ellos están trabajando mientras sus compañeros liberados están exentos de
trabajar en la empresa. A esos trabajadores yo les diría que se presenten ellos
como enlaces sindicales o que no voten a los que no les gustan. Y si alguien
hace alusión al dinero con el que el estado financia a los sindicatos,
simplemente, decirles que el estado aporta cantidades de dinero a todo tipo de
asociaciones (incluidos partidos políticos) y que el dinero por representante
sindical/anual en España que aporta el estado es la cantidad de 30 euros/año.
Cuando queramos atajar, de verdad, la crisis, deberíamos empezar por luchar
contra el enorme fraude fiscal (que cometen la mayoría de empresarios, por
cierto) y que comparado con lo que le cuesta al estado subvencionar a los
sindicatos es una enormidad. Eso sí que es dinero de verdad. Las subvenciones… comparadas
con eso son calderilla.
Ah! Y el último tema que quería tratar respecto al
sindicalismo es el de los piquetes. Cada vez que hay una huelga (no
forzosamente general) sale a la palestra el tema de los piquetes. Resulta que
los piquetes coaccionan para que los trabajadores no puedan ejercer su derecho
al trabajo….
UN MOJÓN!!
Por supuesto que coaccionan y por supuesto que tienen que
coaccionar!!
Respecto de los piquetes hay dos tipos de quejas. Por una
parte la que parte de los empresarios. Lógicamente, los empresarios (y la
derecha, en general) no quieren piquetes (os recuerdo de nuevo que el
empresario quiere trabajadores que trabajen siempre y que sean borregos porque
el empresario SIEMPRE busca ganar más dinero y pagar menos sueldos, si es posible,
creando menos empleo). Es evidente que a los empresarios les jode que haya
piquetes (aunque os intentarán engañar diciendo que velan por vuestro derecho
al trabajo).
Respecto a los trabajadores que, libremente, deciden
trabajar (y, por tanto no hacer huelga) he de decir que en un porcentaje
altísimo lo hacen porque temen represalias por parte del empresario y porque
coaccionados por la precaria economía que tienen, no se pueden permitir el
“lujo” de hacer huelga o de quedar en entredicho ante sus jefes. ESO SI QUE ES
COACCIÓN Y NO LA QUE HACEN LOS PIQUETES!.
Por cierto… esos que dicen que no están a favor de la huelga
que sea y que acuden al trabajo… cuando se consiguen cosas (aumentos de sueldo,
mejora de condiciones laborales o retirada de medidas que lesionan a los
trabajadores, como es el caso de esta huelga general) se montan en el carro y
no renuncian a esas mejoras (que es lo que deberían hacer si fueran mínimamente
coherentes).
Por todo ello tienen sentido los piquetes. Simplemente se
trata de equilibrar un poco la desequilibrada balanza de poder existente entre
el empresario y los trabajadores.
Fdo. Diego Bueno
domingo, 4 de julio de 2010
HABLEMOS DE LAS OPOSICIONES O CÓMO ATENTAR, FLAGRANTEMENTE, CONTRA EL SENTIDO DE LA EQUIDAD Y LA JUSTICIA… POR FIN!!
El gran problema, el problema de fondo que subsiste en todo esto es que finalmente quien sale perjudicada es la educación. Esto que cuento es lo que se cuece en las cocinas interiores, en los sótanos de la educación. Y luego criticamos el sistema educativo a sabiendas, únicamente, de los defectos que vemos en la punta del iceberg. Pero… les aseguro que es solo eso. La punta del iceberg. Porque en el fondo subsisten defectos de forma de toda índole. En mi caso y, debido a que me atañe muy personalmente, quiero que se conozca cómo es el proceso de selección de personal que estoy padeciendo para que todo quien lea esto sepa en manos de quienes están sus hijos en institutos.
Me hallo ahora mismo, en pleno proceso de selección de personal. En mi caso opto (ya opto menos) a una de las diez plazas que hay vacantes para la especialidad de mecanizado y mantenimiento de máquinas.
El proceso de selección consta, básicamente, de cuatro pruebas.
-Desarrollo y defensa de una unidad didáctica. En mi caso la he elaborado pero no tengo que defenderla porque llevo algún tiempo dando clases y se supone que esto me faculta para poder elaborar una unidad didáctica, sin embargo, si que he de elaborar y defender una programación didáctica. Y digo yo… si estoy capacitado para una cosa… ¿cómo se duda de mi capacitación para la otra? Solo se explica, tal medida, como una forma de favorecer a los que llevamos dando clases algún tiempo. Aunque luego, en la práctica, seamos unos dejados, unos torpes o unos inútiles (que haberlos, haylos). No existe control sobre nuestra labor docente y, por tanto, se deja todo en manos de nuestra aptitud, nuestra actitud y nuestra vocación.
- Desarrollo de un tema por escrito durante dos horas. En mi especialidad hay 67 temas que equivalen a 67 bolitas que entran en una bolsa para que alguien elija AL AZAR 5 bolas de las cuales cada opositor elije una como tema a desarrollar. Si tienes la suerte de que sale uno de los temas que llevas preparado y, sobre todo, si salen temas que el resto no domina, has triunfado. Si, por casualidad sale una bolita de un tema que todo el mundo domina más o menos bien… la has cagado porque por muy bien que lo hagas no va a haber una diferencia clara entre quienes se han preparado a conciencia estas oposiciones y quienes no lo han hecho. Está montado todo en base a la competencia entre compañeros. Da lo mismo que seas un fenómeno o que no tengas aptitudes. La cuestión es que debes ser mejor que el compañero. Y esa valía se demuestra atendiendo a criterios de… AZAR. Ya. Ya se que ahora mismo estarás pensando que, quizás, no haya otra forma mejor de hacerlo (la hay) y que, en cualquier caso, si has estudiado y te has preparado tendrás más ventajas que el resto. Por supuesto que quien estudia y se prepara tiene más ventaja. Más posibilidades. Pero puede ocurrir que el azar sea caprichoso (recuerdo la canción de Serrat que se titula “es caprichoso el azar”) y, resulta que el azar es caprichoso siempre. Por definición. De hecho, en las pasadas oposiciones también lo fue y, en mi caso particular, me vi beneficiado por el azar. La cuestión es… ¿tiene que depender del azar el hecho de que alguien se convierta en profesor funcionario de por vida?. Una forma más honesta (aunque más incómoda para un tribunal) sería la de desarrollar el tema que elijas, de entre los 5 que salen al azar, durante el tiempo que creas oportuno. De esta forma quien verdaderamente se haya preparado el tema a conciencia podría dejar constancia de ello ya que no estaría limitado por una duración de examen igual para todos. Si elijes un tema que te has preparado bien, maldices que solo dure dos horas y si no te lo has preparado pero puedes decir algo das gracias por ello.
En cualquier caso… es el azar el que decide en un porcentaje demasiado alto.
Y no. No vale eso que se suele decir de… “ya tendrás más suerte” o “Es que esto es así” o “qué se le va a hacer”. Las administraciones en materia de educación están OBLIGADAS a hacer que un proceso de selección de personal sea, ante todo, justo, ecuánime y coherente. Por una parte porque es mucho lo que nos jugamos los que participamos y por otra, por el bien de la educación (esa educación que queremos mejorar entre todos).
- Prueba práctica. A ver. Esto ha sido lo más indignante este año.
Resulta que el tribunal es elegido por pertenecer a la misma provincia en la que se celebran las oposiciones (la provincia sede del tribunal. Recuerdo que en mi caso sólo hay un tribunal) y, en principio, no se me ocurre otro motivo para que esto sea así salvo criterios económicos. Mal vamos si son los criterios económicos los que marcan la propia elección del tribunal.
La sede de mi tribunal ha sido un instituto de Puerto Real (Cádiz). Un instituto que presenta unas condiciones de mantenimiento realmente lamentables, con un taller sucio y mal equipado que intuyo que subsiste gracias al trabajo desinteresado de profesores que se preocupan por ello pero no porque la administración invierta en máquinas, utillaje y mantenimiento, precisamente. ¿Llega dinero al instituto donde se celebran las oposiciones?. No lo se. Supongo que si. Lo que si se es que en 20 años se han celebrado dos oposiciones de mi especialidad en toda Andalucía y… casualidad?... las dos han sido en este instituto. No soy capaz de lanzar ninguna hipótesis acerca de los motivos que han llevado a la elección de este instituto y no otro de los muchos que hay en esta comunidad autónoma.
Lo que sí es curioso es que ningún miembro del tribunal (cinco personas) son profesores de este instituto.
La prueba práctica consiste en la fabricación, en máquinas, de una pieza. Podría ser también una prueba escrita o alguna práctica relacionada con neumática, Hidráulica o control numérico pero la falta de medios hace que sea, materialmente, imposible llevar a cabo ese tipo de prueba.
Dado que en este instituto no hay suficientes fresadoras, la prueba tiene que ser forzosamente de torno. Dado que sólo hay 15 tornos y somos más de 60 opositores, se hace necesario que la prueba se haga en días sucesivos de forma que el orden de actuación sea según la letra que haya salido AL AZAR en sorteo puro y duro celebrado hace ya unos meses.
En este instituto hay 15 tornos. Dos de ellos se dejan de comodín por si, durante la prueba, surgiera alguna eventualidad en alguna máquina, que obligara a un opositor a usar otro torno.
De los 13 tornos que hay… 9 de ellos son tornos antiguos y 4 son modernos. Existen diferencias importantes (sobre todo si desconoces el sistema de palancas de uno de los dos modelos porque en tu instituto no exista alguno de ellos) entre ambos modelos y… a criterio del tribunal (el tribunal quiere que se realice la prueba en turnos de 13 personas ya que hacerlo en turnos de 9 alargaría el proceso) se sortean, antes de empezar la prueba (5 minutos antes) los tornos de tal forma que, una vez más EL AZAR decide donde tendrás que realizar la prueba práctica. Os recuerdo que la cuestión no es hacerlo bien, sino hacerlo mejor que tus compañeros. Evidentemente, el compañero que trabaje en un torno que conozca mejor o que esté en buen estado o que sea de los modelos nuevos… ya cuenta con una gran ventaja sobre el que no tenga esa posibilidad por azar.
Aun así y dado que debe haber un orden de actuación debido al sistema empleado (podrían abrirse 5 institutos, por ejemplo, y que todos los opositores realizaran la misma prueba a la misma hora, por ejemplo, pero… eso cuesta dinero y… en educación parece ser que la consigna es gastar poco o mal).
Pues en esas condiciones… al presidente del tribunal no se le ocurre otra cosa (en una evidente muestra de querer dejar su huella personal en los anales de las oposiciones) que sorprendernos. En esta ocasión no se ha limitado a entregarnos un croquis de una pieza o un conjunto que tengamos que fabricar (ya en las pasadas oposiciones, el tribunal no tuvo la suficiente imaginación como para poner piezas diferentes en días diferentes, sino que puso la misma pieza para todo el mundo, con lo cual, salvo los que tuvieron la mala suerte de concurrir el primer día, el resto llevaba ya las cuchillas afiladas, las herramientas preparadas y la práctica del examen más que ensayada) sino que decide (se ve que le vino la luz en un momento de inspiración o vete a saber bajo los efectos de qué droga estaba este hombre para hacer esto) que seamos nosotros mismos los que diseñemos la pieza a fabricar atendiendo a una serie de condiciones que nos da.
Lo siento por Ana, pero no se me ocurre un calificativo mejor que el de gilipollas. Hay que ser gilipollas para pensar que esta forma de examen no va a trascender. Hay que ser iluso para creer que la sorpresa por el tipo de examen se va a mantener durante todos los días en que hay prueba práctica. Evidentemente la sorpresa de tener que realizar un diseño, se la llevan (nos la hemos llevado) los del primer turno. Ese turno que se decide AL AZAR cuando se escoge la letra que marcará el orden de actuación.
Así que… ahí me tenéis a las 8 de la mañana con un papel en blanco y un lápiz teniendo que diseñar un conjunto que luego fabricaré en torno. Sin la más mínima idea de que fuera eso lo que tendría que hacer. Haces un diseño teniendo en cuenta las herramientas de que dispones pero sin, siquiera, acordarte de cuales son porque llevas tres cajas de herramientas hasta los topes. Haces que las medidas te coincidan e improvisas como buenamente puedes (la prueba no es mala idea, en si, siempre que fuera una sorpresa PARA TODOS). Evidentemente pierdes un tiempo precioso en este proceso.
Al poco de acabar la prueba práctica ya todo el mundo (el resto de opositores) conoce en qué consiste y esa misma tarde (lógicamente yo haría lo mismo) todos han diseñado ya varios conjuntos. A partir del primer día ya no hay sorpresa y todo el mundo tiene varios diseños grabados en mente. Memorizados. Ya todos tienen sus herramientas bien preparadas (ya saben que pueden elegir los diámetros que quieran, los pasos de rosca que quieran o los diámetros de curvas que quieran con lo cual se jode el factor sorpresa y se parte con una ventaja fundamental. La cuestión no es que yo hiciera bien mi pieza, sino que el resto de mis compañeros han partido con mucha más ventaja a la hora de hacer bien la suya. Y todo porque tuve la mala suerte de que salió por AZAR la letra “A” y mi apellido empieza por “B” y porque hay un presidente de tribunal que, en un acto de mal de famoso o síndrome de Aristóteles, ha querido dejar su impronta, su ocurrencia y su “saberhacer” para los restos. Será recordado por ello, se pensará. Al fin y al cabo sólo ha jodido a los 13 primeros. El resto de opositores parten con la misma ventaja. Hay que ser gilipollas e inepto, coño!.
Porque… ¿es posible que este hombre hubiera sido ecuánime?. Pues claro. Bastaba con imponer que el primer día se haga una pieza y el segundo se haga otra distinta. Es tan fácil como eso. Pero… se ve que eso es demasiado simple para el.
Por si alguien se pregunta que cómo llega a oídos del resto de compañeros la información sobre el tipo de prueba que han puesto el primer día… basta decir que hay compañeros que más que compañeros son amigos. Personas que salen y veranean juntos y que, incluso han tenido que convivir. ¿Cómo ocultar esa información a un amigo si, además sabes que le va a llegar desde distintos lugares?.
Pero por si fuera poco… durante la prueba hubo un opositor (este no se en qué turno iba pero no era en el primero) que entró en el taller, estuvo investigando por varias máquinas y viendo en qué consistía la prueba y nadie le dijo ni que allí no podía estar ni que se fuera. El colmo de los colmos. Para acabar con el cuadro, el impresentable este (me refiero al presidente del tribunal) nos trataba como si fuéramos alumnos y a algunos compañeros opositores, les daba pistas (pistas que yo, por ejemplo, no necesitaba porque se bien lo que hay que hacer en ciertos casos) acerca de cómo elaborar el diseño. O sea… le daba facilidades a esos que compiten conmigo, contra mi (se ve que, además de gilipollas y creído, el hombre quiere pasar por ser muy buena persona).
Hubo detalles sangrantes de los que me percaté en plena prueba.
Por ejemplo, este hombre no tuvo cojones de colocar en su sitio la caña del contrapunto que se le salió a mi compañero que estaba en el torno situado detrás de mi (la golpeaba para colocarla, que es, justo, lo último que hay que hacer en tal caso) y este compañero se vio obligado a cambiarse de torno (con lo que ello supone).
O, por ejemplo, en mi afán de dejar mi torno limpio (como me lo encontré yo) tardé algo más en limpiar y este hombre me dijo que daba igual, que había que irse a comer ya. Cuento este tipo de cosas para que se sepa en manos de quienes están sus hijos. Tanto por la consejería que elige al presidente (siguiendo no se qué criterios) como la actitud de este hombre (piensen que si es así con sus compañeros… cómo será con sus alumnos).
Y aun me queda la última prueba jejeje.
- La defensa de la programación. Esto es… básicamente, como ir a un casting de una obra de teatro. Has elaborado una programación durante meses y ahora te toca defenderla. Debes entrar en una sala y, durante 30 minutos, debes convencer al tribunal de que la tuya es una buena programación, todo ello, sin olvidarte de nombrar los sucesivos puntos. Ya estoy temiendo tener que interpretar todo esto delante de este tío (vete a saber por donde saldrá). Mi principal trabajo va a consistir en adivinar qué le gusta a este hombre para decirle lo que él quiere y espera oír. Lo demás da igual.
Esto será el próximo jueves día 8. Ya os contaré. Se supone que esta es la prueba que mejor domino pero… intuyo que el AZAR tendrá preparada alguna trampa más para mi. La gente, que en su mayoría me quiere y me valora, me dice que yo puedo, que yo lo valgo, que lo pelee etc. pero… uno se pregunta, por cojones, ¿no tendría que influir algo menos el azar?. Yo creo en mí más que nadie y este proceso supone para mi algo muy importante en mi vida. La educación es mi vocación desde siempre, es por lo que siempre he luchado y considero que es el motor que mueve a las sociedades para bien o para mal. Sólo pretendo que se me de la oportunidad de demostrarlo, de forma justa, ecuánime y no dependiente del azar. Ya podrían preocuparse de comprobar todo eso durante el tiempo en que he ejercido como profesor pero como renuncian a su OBLIGACIÓN de asegurarse que los profesores cumplimos con nuestras obligaciones y estamos preparados para ello… deciden comprobarlo mediante unas oposiciones en las que el azar juega un papel fundamental. Si hay diez compañeros mejores que yo, lo acepto sin problema alguno, pero, ahora que estoy dentro de esto, se perfectamente que algunas de esas diez plazas no serán merecidas si nos atenemos a criterios de actitud, aptitud, vocación y esfuerzo, por no hablar de la no exigencia de aptitudes pedagógicas para esta especialidad.
A toda aquella persona que tenga un mínimo de sensibilidad por la educación de una sociedad debería parecerle, en mi opinión, indignante esto que les he contado.
Fdo. Diego Bueno
domingo, 30 de mayo de 2010
HABLEMOS DE LA “CRISIS”… POR FIN!!
Crisis? What crisis?. Eso se preguntaba Supertramp hace ya
unos años.
Y yo me lo pregunto ahora.
Si, porque a la vez que todos nos quejamos de la crisis,
también todos hacemos el, ya típico, comentario de… “si, pero los bares están
abarrotados”.
Los “peperos” se quejaban (y con razón) de que el gobierno
tardó mucho en aceptar el término crisis para definir la situación del país.
Como si la aceptación del término tuviera algo que ver con la solución o con la
causa. Cierto es que las cuentas del estado no andan demasiado bien y cierto es
que hay muchas familias que lo están pasando mal. Cierto es que el paro ha
aumentado. Pero…. “los bares abarrotados”. De lo cual me alegro ¿eh?. Es
sintomático de estado de bienestar.
Y es que yo parto de la base de que existe una clara
desvirtuación de la palabra crisis.
Hay gente que habla de crisis mientras se toma 4 cervezas
con un platito de gambas y tiene su BMW aparcado en la esquina (mucha más gente
de la que pudiéramos pensar).
Por otra parte… es evidente la campaña de desgaste que
realiza la oposición. La gente acepta que el gobierno (el que quiera que sea)
es el que nos tiene que sacar de la “crisis”. Me cabrea la poca amplitud de
miras del personal que, de forma completamente aborregada, se deja llevar por
discursos demagógicos y derrotistas por quienes hacen gala de una negatividad
fuera de contexto (recuerdo lo del platito de gambas). Es estrambótico el
asunto, a mi entender.
Lo primero que hay que decir, si ahondamos un poco en el
asunto, es que esta situación ni es exclusiva de España ni la ha creado el
partido que gobierna.
Automáticamente muchos podréis decirme (se que en este
momento lo estáis pensando jajajajaj) que en España es más acusada que en otros
países.
Pues claro que es más acusada. ¿No recordáis acaso, ya, que
hace unos años poníamos el grito en el cielo por lo carísima que estaba la
vivienda?. ¿No nos acordamos ya que todos los partidos políticos llevaban en
sus programas distintas medidas para que bajara el precio de la vivienda? ¿No
nos acordamos de que criticábamos a las distintas administraciones por permitir
la especulación del suelo, por no construir viviendas VPO o por los chanchullos
inmobiliarios?. La situación de España respecto al tema inmobiliario era muy
muy muy distinta a la de otros países. Ese es el gran motivo de que aquí la
“crisis” (crisis con platito de gambas) sea más acusada. La famosa burbuja inmobiliaria estalló. Al
carajo la construcción! Y, por tanto, miles de puestos de trabajo. Pero ¿qué esperabais?.
¿No decíais que esa situación no podía seguir así?. Todos sabemos que se
vendían pisos de 15 millones por 60. Todos sabíamos que un enorme porcentaje de
ese dinero era en negro.( ¿O no lo sabíamos, coño!?). Todos sabemos que eso es
ROBAR al estado (y, por tanto, a todos). Pero… no sólo no lo parábamos, sino
que, como buenos españoles, alabábamos al que era capaz de defraudar al fisco
(es decir, a todos) al igual que hemos hecho desde siempre cuando se la “hemos
metido doblada” a hacienda. Pues señores!!. Tenemos lo que nos merecemos!.
Ahora…. Es fácil y demagógico echar la culpa al gobierno. Por supuesto que no
estoy de acuerdo con ciertas medidas que ha tomado el gobierno (el cual ha
demostrado tener poca personalidad) sobre todo porque ha generalizado. ¿2.500
euros para familias con ingresos superiores a los 6.000 euros mensuales por
tener un hijo?. Es de locos, coño!. Y ese es un simple ejemplo. Pero… el matiz
está en que hay que verlo todo. Yo opino que solemos dejarnos llevar por los
comentarios demagógicos que, en momentos de sensibilidad social hacia un
problema, son fáciles de lanzar. Campaña anti-zapatero despiadada. ¿Recordáis
cuando el gran problema del pais era ETA?. ¿Dónde está ETA ahora?. ¿Eso no es
mérito del gobierno?. O cuando la vivienda era carísima (problema número 1
según las estadísticas, hace unos años). La vivienda ha bajado de precio. ¿Eso
no es mérito del gobierno?.
La crisis no la ha creado el gobierno. La han creado los
banqueros y la han hecho más acusada los especuladores y defraudadores a
hacienda. Justamente… todos ellos… votantes acérrimos del PP jajajajaja. Que
tiene cojones ¿eh?. Y digo yo… Partiendo de la base de que hoy día, si hubiera
elecciones, saldría ganador el PP con mayoría absoluta… uno se pregunta…O hay mucha
gente rica (especuladores, empresarios y banqueros) o hay mucho gilipollas. Lo
siento pero no se me ocurre un calificativo más apropiado para definir a aquel
que, siendo un simple currito va a votar al mismo partido que aquellos que
provocaron la crisis e hicieron que aquí sea más acusada. Porque lo van a votar
para que “nos saque” de la crisis (eso sí… “los bares abarrotados”).
Al final terminan haciendo con nosotros lo que han tratado
de hacer (a veces con más éxito que otras) todos los gobiernos de derecha de la
historia. Es decir… dividirnos, crear confusión, aborregarnos y servirse de la
incultura o cortedad de mente del pueblo llano. Los funcionarios cabreados
porque les bajan el sueldo y tienen la sensación de que siempre pagan el pato
ellos (funcionarios que trabajan en condiciones laborales envidiadas por el
resto de trabajadores) y el resto de trabajadores cabreados porque se producen
despidos y sus condiciones de trabajo se recrudecen (y no sólo no se cabrean
con los que permiten esas condiciones, sino que la pagan con los funcionarios
jajajajja ¿envidia?). Gente que se compró una casa de 60 millones (con un
sueldo de 2000 euros al mes) que ahora no pueden pagarla (haberte comprado una
de 20 millones, cojones. Ahora pagas tu irresponsabilidad y tu deseo de
ostentación). Familias que no llegan a fin de mes y, además, no tiene cobertura
social por haber trabajado sin contratos o con contratos falsificados con tal
de ganar más dinero (engañando al estado, de nuevo).
Y… mientras todo eso ocurre… los especuladores son los que
más se quejan de la crisis. Los mismos que la han creado. Los que han tenido
que vender su audi y quedarse sólo con el BMW. Porque están en crisis. Y los
bares abarrotados. Los mismos que votarán PP. Los mismos que lanzan consignas
anti-zapatero (qué manía de personalizar).
Hay que ser cínico para actuar así y hay que ser gilipollas
para creérselo!!
Joder! Y lanzan la consigna de que el PSOE, que tanto
presumía de inversión social, ahora tiene que tragarse sus palabras porque rebaja
las pensiones. Y la gente se lo cree. Y la gente no tiene cojones de ver que,
precisamente, el PSOE ha subido las pensiones mínimas un 50% en su legislatura
y tampoco ve que el SMI (sueldo mínimo interprofesional) ha subido en este
tiempo más que en toda la historia!. Eso no lo ve la gente (con el platito de
gambas mientras se quejan de crisis, eso sí). Y sí que tienen ojos para
compadecerse de que fulanito ha tenido que parar la obra de su chalet en el
campo porque hay crisis (y ha despedido a sus albañiles a los cuales tenía
trabajando sin contrato de trabajo y sin medidas de seguridad). Y crean la
sensación de que la clase política, en general, deja mucho que desear
(independientemente de que sea cierto en algunos casos) en cuanto a preparación
y que cobran sueldos abusivos (lo cual es incierto, por cierto) para que cuando
lleguen las elecciones, ese desencanto se traduzca en abstención. Saben perfectamente
que es la abstención la que les dará el poder.
Ah! Y a los que aun
duden de si el PP lo hará mejor… que se den una vueltecita por Valencia y
comprobarán, no solo que quienes gobiernan son los mayores ladrones y
especuladores del país, sino que, además, es la comunidad con mayor déficit del
estado. Eso si… sin cobertura social para los sueldos más irrisorios. Es
evidente que no da igual quién gobierne, pero también lo es que el mayor
problema es la mentalidad española. Es lo que tenemos. Para lo bueno y para lo
malo.
Yo aumentaría la plantilla de inspectores de hacienda un
100% y les pagaría 300 euros al mes mas una comisión porcentual en función del
fraude que detecten. Ahí es donde hay que meter mano. Os aseguro que con lo que
se defrauda al fisco nos convertimos en el país más rico del mundo. Ya que no
hay concienciación… que haya persecución y multas. Y, por supuesto… que quien
más tenga, más pague a hacienda. Para que cuando hablen de crisis lo hagan con
conocimiento de causa.
A los del platito de gambas que se quejan de crisis…
evidentemente, yo les daría un paseo por cualquier país de Sudamérica, Asia o
África o, mejor aun… los trasladaría en el tiempo a hace 50 años para que
pudieran entender qué significa, de verdad, la palabra crisis.
Fdo. Diego Bueno
lunes, 5 de abril de 2010
HABLEMOS DE, ¿POR QUÉ A UN ATEO LE APASIONA LA SEMANA SANTA?… POR FIN!!
Incompatible para mucha gente,
supongo. La semana santa es un acto, a todas luces, religioso. Ante todo
religioso. No se concibe la celebración de la semana santa sin la religión cristiano-católica.
Y yo estoy de acuerdo.
Es un acto religioso pero… no sólo
es religioso. Hay mucho más. Es más, en cualquier celebración religiosa hay
mucho de humano (todo, en realidad, desde una óptica atea). No se concibe lo
divino sin lo humano. Y ahí encontramos lo que a mí, personalmente me interesa.
De cómo el ser humano es capaz de hacer lo que hace para conmemorar y/o
celebrar un acto religioso, cómo lo lleva a cabo, cómo reacciona ante diversos
estímulos e incluso cual es el origen (fundamentalmente pagano) de esta otra
epifanía con carácter ecuménico.
También, antes que nada quisiera
desterrar, de vuestras cabezas pensantes, la idea de que a un ateo no tiene por
qué interesarle el evangelio. A mi, personalmente, me interesa mucho
(independientemente de que lo conciba como la palabra de un dios en el que no
creo bajo ningún concepto).
Para mi el evangelio es la palabra
del hombre, es el testimonio de lo que el hombre ha ideado para fabricar un
dios en el cual creer (como lo es el Corán también, por ejemplo).
Es innegable el éxito de la
historia (para mí, leyenda intencionada) de la pasión de Jesús como lo es su
belleza. Para mi es un testimonio (uno más, en este sentido) de cómo somos los
humanos, de cómo somos capaces de lo mejor y lo peor. Un compendio de
actuaciones tan humanas como universales, una guía moral (nueva moral que
terminó triunfando o, al menos, imponiéndose), aprovechando el desconcierto
judío provocado por la intervención romana en sus asuntos. Cohecho,
malversación, política de bajos fondos, intereses, afán de protagonismo,
tiranía, juicios paralelos, prejuicios, miedos, chantaje, luchas de poder… un
sinfín de actuaciones ilegítimas y, sobre todo, injustas, por parte del
sanedrín y de las autoridades romanas en Judea dieron lugar a muchos disidentes
(en forma de herejes) entre los que se encontraba Jesús con sus innovadoras
ideas acerca de cómo debía ser encaminada su religión, el judaísmo, en ese
contexto de crisis interna.
Pero en realidad no es sólo la
semana santa (y lo que ello representa desde el punto de vista divino-humano),
en sí, lo que me interesa, sino (localizando y concretando aun más) la
celebración de la semana santa en Sevilla.
Sevilla es una ciudad (intentaré
ser lo más objetivo posible cuando hablo de Sevilla aunque os digo ya, que no
lo voy a conseguir) con unas características propias, inigualables, únicas y
espectaculares.
Sevilla es, ante todo, dual. Los
sevillanos no conocemos el punto medio. Nuestro carácter es dualizador.
Tendemos a la bifurcación, no para crear dos caminos, sino, más bien, para
llegar al mismo sitio de dos formas radicalmente opuestas. Toda esa dualidad
enfrentada conforma lo que es y lo que significa Sevilla. En pocos lugares como
aquí se conoce tan pronto el sentido del ying y el yang. Aquí se es del Betis o
del Sevilla. Aquí se toma partido siempre. Los remedios y las tres mil
viviendas, la torre del oro y la giralda, la macarena y la trianera, Sevilla y
triana, cofradías de barrio y cofradías serias, silencio o calvario o gran
poder y macarena o gitanos o trianera.
Sevilla bulliciosa (a veces
chabacana y siempre alegre y abierta) y Sevilla silenciosa (a veces lúgubre y
siempre sabiendo escuchar los silencios con calma).
Y todo ello bordado de tirabuzones
barrocos, olores de azahar mezclado con incienso, colores de atardeceres
eternos de primavera tras la clausura invernal, destellos de palios soleados,
plata en movimiento en los candelabros de cola, oscuridad de
callejones, creados para que el viento se refresque acariciando la cal de
las paredes, verde naranjo que estrena el blanco azahar en domingo de ramos,
cielos que inventan el color azul, morados de muerte. Rojos de pasión. ¿Cómo no
va a tener un color especial?. Y todo ello bajo la atenta y perpetua miarada de
la Giralda o el guiño cómplice de unos de los ojos del puente de Triana.
¿Por qué me apasiona la semana
santa?
- Porque me apasiona la vida. A nadie que sea de Sevilla
y sienta pasión por la vida puede no gustarle la semana santa.
- Porque la celebración pagana, que en realidad es el origen
de esta fiesta, consiste en celebrar la llegada de la primavera. Y la
primavera es la estación, por excelencia, de Sevilla.
- Porque es una excelente excusa para pasear por la
ciudad cuando, tras el frío invierno, la llegada de la primavera nos
sorprende cada año brotando por las paredes.
- Porque no existe una fiesta (y esta celebración es,
ante todo, una fiesta) con un porcentaje de participación semejante.
Hablamos de unos 45.000 nazarenos, cada uno de ellos con la implicación de
sus familiares. Sumémosle costaleros, capataces, sacerdotes, policía,
séquitos, músicos, acomodadores, empleados del ayuntamiento, guías
turísticos, hoteles, etc. Hablamos de un índice de participación, en
relación a la población de la ciudad, altísimo. Un ejemplo de organización
que ya quisiera yo que tuviéramos en otras facetas sociales. Mucho mejor
nos iría a los andaluces si todo ese alarde de organización y
participación fuera puesto al servicio de otras necesidades sociales. Pero
así somos los andaluces. Para lo bueno y para lo malo. Lo innegable es lo
extraordinario del asunto, lo paradójico. Y todo ello es movido por la
pasión, por los sentimientos. Son los sentimientos los que mueven todo
esto (independientemente de su carácter religioso). Es nuestra
idiosincrasia. Tan incongruente como atractiva. En definitiva, venimos a
demostrar al mundo que cuando queremos somos capaces de todo. Y digo todo
esto porque no es fácil (de eso no me cabe duda) organizar semejante
“tinglado”. Pintoresco, lúdico, turístico, frívolo a veces, pero también,
sentimental, sensible, humano, moral y trascendente.
- Porque todo se desarrolla en las calles de esta
ciudad, a la vista de todos. Nos gusta que se nos vea, nos gusta lo
social. Hacemos público lo íntimo. Restregamos nuestras miserias públicamente,
bien tras el semi-anonimato de la túnica de nazareno, bien ostentosamente
al paso del paso.
- Porque lo he “mamao” desde pequeñito.
- Porque cuando miro a la macarena a los ojos (debes
hacerlo si eres valiente) veo a mi madre. La esperanza macarena tiene
carácter y me gustan las mujeres con carácter.
- Porque recuerdo mi niñez cuando contemplo las
imágenes, las iconografías, las mismas escenas que se reproducen desde
siempre y que, sin embargo, cada año tiene connotaciones distintas.
- Porque mi padre fue monaguillo en la catedral (aunque
sólo fuera para poder comer algo) a la que todas las cofradías (y yo
mismo) acuden en carrera oficial.
- Porque cada una de las escenas bíblicas iconografiadas
me hacen pensar en lo que representan. En el poder de los buenos sentimientos
humanos, a veces, tan denostados, como la compasión, la humildad, la
entrega abnegada y sin condiciones o la igualdad de derechos y deberes.
Escenas como, por ejemplo, las de “la bofetá”, el lavado de manos de
Poncio Pilato o las tres caídas de Jesús dan mucho que pensar.
- Porque me atrae la idea andaluza del culto a la muerte
para desmitificarla y convertirla en vida (sin la cual no es entendible
esa muerte)
- Porque en esta celebración no hay distinción entre
ricos y pobres, drogatas, deportistas, burgueses, pijos, niños,
mayores, padres e hijos. No hay clases sociales. No sólo todos tienen
derecho a participar (de la forma que sea) sino que todos participamos.
- Porque puedes estar tomándote una cervecita en la
calle bromeando con los amigos, contando un chiste verde, quizás, y en
cuanto el paso pasa por delante de nosotros lo dejas todo y miras,
contemplas, admiras, te conmueves quizás y
luego puedes seguir con las bromas.
- Porque cada año, en según qué lugar y qué situación,
se me vienen a la cabeza los seres queridos que ya no están con nosotros.
Bonita forma de llevarlos siempre conmigo.
- Porque el morbo de la muerte (más si es pública) es
atractivo a todos.
- Porque es buena ocasión para hablar de la muerte a
nuestros hijos (desde la óptica que sea. Laica o religiosa).
- Porque tienes la ocasión de ver cómo todo un barrio se
echa a la calle un martes santo, vestidos de domingo, para presumir de
cofradía (hablo concretamente del cerro, por ejemplo) mezclándose jóvenes
“ninis”, ancianos, impedidos y, sobre todo, trabajadores, con el factor
común de su cofradía, su fe, sus llantos y su ostentación. Todo eso ayuda
a comprender al ser humano (sus limitaciones y sus capacidades), a ser
piadoso, tolerante y compasivo.
- Porque no concibo un domingo de ramos sin el blanco de
"la paz" en un enclave como el parque de María Luisa.
- Porque me encanta oír el crujir de la caoba de la
canastilla de “la cena”
- Porque es sobrecogedor el bufido de los costaleros
(verdaderos penitentes) en las “levantás”
- Por la forma única en que los capataces “mandan” los
pasos. Otra demostración del carácter sevillano.
- Por el enorme respeto que observo en la gente ante el
sufrimiento humano.
- Por la devoción con que mi gente vive y siente “su”
religión.
- Por el revuelo de “las esperanzas” (trianera o
macarena). Si te das cuenta, la esperanza es lo más ansiado del ser
humano.
- Porque en esta ciudad es posible oír el silencio en
una multitud de forma única e incomparable.
- Por la forma única e inmejorable que tenemos los
ciudadanos de gestionar las “bullas”.
- Porque de no ser por la semana santa jamás habría
podido dar un paseo en barca por el Guadalquivir a las dos de la madrugada
mientras el puente de Triana, en su especial “trabajadera”, soporta sobre
su costal el peso de la multitud, que se agolpa por saludar (con tremenda
alegría) a Triana, que camina hacia Sevilla con su forma incomparable de
decir “aquí estoy yo!”.
- Porque gracias a la semana santa puedo disfrutar,
paladear y embelesarme con la belleza incomparable de piezas musicales
como “amargura”, “virgen del valle”, “ione” o “Caridad del Guadalquivir”
(por ejemplo).
- Porque gracias a la semana santa puedo recrearme ante
la belleza de parroquias (En Sevilla tantas, casi, como bares) como
“Omnium Santorum” del siglo XIII, en la calle Feria, por ejemplo.
- Por la labor social de muchas hermandades y, en mi
caso concreto, la participación en gastos y organización del centro de
estimulación precoz de la hermandad del buen fin, al que mi hijo David
asistió durante sus cuatro primeros años de vida.
- Por el arte. El
arte a la hora de llevar los pasos, el arte de la orfebrería, el arte de
la imaginería, de la música, de los bordados, el arte de las “vestidoras”,
el de los costaleros, el arte de los capataces, de los músicos etc. Mucho
arte en la calle. Una exposición en movimiento en la que se cuida hasta el
último detalle. Un lenguaje propio, especial, único.
- Porque es una ocasión estupenda para compartir
momentos con mi hijo mayor, al cual ya he dejado un legado de sevillanía
del cual, a su vez, yo fui heredero.
- Porque ¿a quién no le gusta tomar unas tapitas y unas
cervecitas en buena compañía en un entorno como el casco antiguo de
Sevilla en primavera?
Podría
mencionar muchísimos más porqués pero creo que con estos queda suficientemente
aclarado el asunto.
Fdo. Diego Bueno
domingo, 14 de marzo de 2010
HABLEMOS DEL ADIOS A UN AMIGO… POR FIN!!
Es curioso cómo la muerte nos lleva a pensar en la muerte.
Nos hace pararnos y pensar, analizar y situarnos en el contexto de la vida.
Porque cuando un amigo se va… se va un trozo de nuestra vida. Se va un pasado común que no volverá a ser esperanza. Esperanza y futuro van de la mano como incompatibles son con la muerte.
Queda la nostalgia de los momentos vividos y compartidos.
Y no! No está en el cielo porque no existe el cielo. El amigo que se va está en el mismo lugar en el que se encontraba antes de nacer. En la nada. Y la nada es nada. Los matemáticos intentan simbolizarla con el número 0. Es curioso que el 0 se represente con la forma de un círculo. Si la muerte es la nada, la vida es un círculo. Todos los días mueren y nacen personas. La vida se renueva y nosotros formamos parte de ese círculo.
Lo único que queda (que no es poco) es el legado de amistad, de su concepto, de los momentos compartidos por contemporaneidad, afinidad y complementación. Y todo eso es ya mucho, porque inunda los corazones de los que tuvimos la enorme fortuna de ser sus amigos. Pero su recuerdo durará un par de generaciones a lo sumo. Es triste y, sin embargo me siento afortunado de pertenecer a una de esas generaciones.
A estas alturas de partido son muchas las personas que han pasado por nuestras vidas y todas, en mayor o menor medida, han dejado alguna huella en nosotros. Cuando una de esas personas la definimos como AMIGO la huella que deja es honda.
Queda el vacío, la despedida soñada y no cumplida, la impotencia y la desazón. Queda una vida (la mía y otras) enriquecida por la que se ha marchado.
Luego están las típicas frases de cementerio. Que si la vida es un asco, que si estaba para él, que si el destino está escrito etc.
Estoy totalmente de acuerdo con Machado cuando dijo que “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”.
En realidad la muerte duele a los vivos. En el sepulcro hay un solo muerto y muchos corazones enterrados.
Qué verdad tan enorme es que la amistad no depende del espacio y el tiempo, porque el tiempo es el que demuestra que los avatares y vicisitudes de la vida no son suficientes para separar una verdadera amistad. Porque aun en la lejanía, incluso a veces, en el desencuentro, la amistad perdura como perdura el amor. Cuando la muerte rompe esos lazos notamos la llama que incendia el alma. Notamos el escalofrío de sabernos vivos y, por tanto, candidatos a la muerte. Comprendemos el significado de la palabra “jamás”. Porque quien se va ya no vuelve.
Me quedo, sin duda, con los momentos vividos. Muy vividos. Masticados, acaso, con deleite. Momentos compartidos que, eso si… no olvidaré “jamás”.
Este artículo, por supuesto, está dedicado a mi amigo que se fue. Antonio Ruiz Adame y a su viuda, Belén.
Fdo. Diego Bueno
jueves, 11 de febrero de 2010
Y
aunque digo “personas” no puedo ocultar que me estoy refiriendo, en un altísimo
porcentaje, a mujeres.
Lo siento pero vengo observando, desde
siempre, que esto es algo vinculado al sexo femenino.
Tanto la queja (con su carga de cabreo
implícita) como el lamento (más tristeza que cabreo) han formado parte de la
existencia de infinidad de mujeres (empezando por mi propia madre) y eso me
hace pensar que debe haber algún tipo de influencia hormonal en el asunto. Sin
embargo no se puede pasar por alto la parte de responsabilidad que nos
corresponde ni la influencia cultural-educacional.
A menudo quizá nos descubrimos
quejándonos de pequeños rechazos, de faltas de consideración o de descuidos de
los demás. Observamos en nuestro interior ese murmullo, ese gemido, ese lamento
que crece y crece aunque no lo queramos. Y vemos que cuanto más nos refugiamos
en él, peor nos sentimos. Cuanto más lo analizamos, más razones aparecen para
seguir quejándonos. Cuanto más profundamente entramos en esas razones, más
complicadas se vuelven.
Entramos en una especie de espiral de
la queja.
Es
la queja de un corazón que siente que nunca recibe lo que le corresponde. Una
queja expresada de mil maneras, pero que siempre termina creando un fondo de
amargura y de decepción.
Hay
un enorme y oscuro poder en esa vehemente queja interior. Cada vez que una
persona se deja seducir por esas ideas, se enreda un poco más en una espiral de
rechazo interminable. La condena a otros, y la condena a uno mismo, crecen más
y más. Se adentra en el laberinto de su propio descontento, hasta que al final
puede sentirse la persona más incomprendida, rechazada y despreciada del mundo.
Además,
quejarse es muchas veces contraproducente. Cuando nos lamentamos de algo con la
esperanza de inspirar pena y así recibir una satisfacción, el resultado es con
frecuencia lo contrario de lo que intentamos conseguir. La queja habitual
conduce a más rechazo, pues es agotador convivir con alguien que tiende al victimismo,
o que en todo ve desaires o menosprecios, o que espera de los demás (o de la
vida en general) lo que no se puede exigir. La raíz de esa frustración está, no
pocas veces, en que esa persona se ve autodefraudada, y es difícil dar
respuesta a sus quejas porque en el fondo a quien rechaza es a sí misma.
Quizás el miedo provocado por seguir roles desfasados hace que esa persona quede bloqueada, por una parte, para actuar y cambiar aquello que no le gusta de su vida y por otra, ese miedo no le deja ver, apreciar y valorar todo lo bueno que posee.
Una
vez que la queja se hace fuerte en alguien (en su interior, o en su actitud
exterior), esa persona pierde la espontaneidad hasta el punto de que la alegría
que observa en otros tiende a evocar en ella un sentimiento de tristeza, e
incluso de rencor. Ante la alegría de los demás, enseguida empieza a sospechar.
Alegría y resentimiento no pueden coexistir. Cuando hay resentimiento, la
alegría, en vez de invitar a la alegría, origina un mayor rechazo.
Esa
actitud de queja es aún más grave cuando va asociada a una referencia constante
a la propia virtud, al supuesto propio buen hacer: “Yo hago esto, y lo otro, y
estoy aquí trabajando, preocupándome de aquello, intentando eso otro... y en cambio
él, o ella, mientras, se despreocupan, hacen el vago, van a lo suyo, son así o
asá...”.
Son quejas y susceptibilidades que parecen estar misteriosamente ligadas a
elogiables actitudes en uno mismo. Todo un estilo patológico de pensamiento que
desespera enormemente a quien lo sufre. Justo en el momento en que quiere
hablar o actuar desde la actitud más altruista y más digna, se encuentra
atrapada por sentimientos de ira o de rencor. Cuanto más desinteresado,
entregado, trabajador, responsable, cumplidor pretende ser, más se obsesiona en
que se valore lo que hace. Cuanto más se esmera en hacer todo lo posible, más
se pregunta por qué los demás no hacen lo mismo que él/ella. Cuanto más generosa
quiere mostrarse, más envidia siente por quienes se abandonan en el egoísmo.
Típico comentario de… “esta sí que vive bien por esto o aquello”
Cuando
se cae en esa espiral de crítica y de reproche, todo pierde su espontaneidad.
El resentimiento bloquea la percepción, manifiesta envidia, se indigna constantemente
porque no se le da lo que, según él o ella, merece. Todo se convierte en
sospechoso, calculado, lleno de segundas intenciones. El más mínimo movimiento
reclama un contramovimiento. El más mínimo comentario debe ser analizado, el
gesto más insignificante debe ser evaluado. La vida se convierte en una
estrategia de agravios y reivindicaciones. En el fondo de todo aparece
constantemente un yo resentido y quejoso.
¿Cuál
es la solución a esto? Quizá lo mejor sea esforzarse en dar más entrada en uno
mismo a la confianza y a la gratitud. Sabemos que gratitud y resentimiento no
pueden coexistir. La disciplina de la gratitud es un esfuerzo explícito por
recibir con alegría y serenidad lo que nos sucede. La gratitud implica una
elección constante. Puedo elegir ser agradecido aunque mis emociones y
sentimientos primarios estén impregnados de dolor. Es sorprendente la cantidad
de veces en que podemos optar por la gratitud en vez de por la queja. Hay un
dicho que dice: “Quien no es agradecido en lo poco, tampoco lo será en lo
mucho”. Los pequeños actos de gratitud le hacen a uno agradecido. Sobre todo
porque, poco a poco, nos hacen a uno ver que, si miramos las cosas con
perspectiva, al final nos damos cuenta de que todo resulta ser para bien.
Lo malo no era tan malo y lo bueno es lo que rescatamos para convertir
en sana nostalgia lo que podría haber sido amargo recuerdo.
Señores! Y sobre todo Señoras!!. Vamos a quejarnos menos, coño!. Vamos a
intentar cambiar lo que no nos gusta. Con coraje pero sin cabreos ni
obsesiones. Con valentía y coherencia. Sin caprichos cambiantes y siguiendo una
línea previamente trazada. Con optimismo y positividad. Y sobre todo con
agradecimiento.
Señores! Y sobre todo Señoras!!. Es signo de poca inteligencia no
aceptar, no apreciar, no valorar lo bueno que hay a nuestro alrededor. Es un
vano esfuerzo que, además, no es gratis. Estúpida pérdida de tiempo intentar
barrer el desierto aun a riesgo de morir de insolación o sed.
Fdo. Diego Bueno
sábado, 30 de enero de 2010
HABLEMOS DEL FRÍO DE LAS MUJERES… POR FIN!!
Es invierno cuando escribo esto.
En invierno, al menos en España, hace frío.
Hace más frío que en verano.
Hace frío para todos.
En agosto llegamos a los 40 grados en Sevilla
En invierno llegamos a a 1 grado algún día.
Que si, que vale, que hace fresco, joder! Pero…una cosa os voy a decir:
20ºC NO ES FRÍO. A 20ºC se está muy bien con algo de ropa. Y cuando hacen 20ºC da lo mismo que sea invierno o verano, coño!.
Claro que ahora está de moda la frasecita mágica jajajajaja. Esa que lo cambia todo.
Me refiero a esa de… “sensación de frío”.
Que tiene cojones la cosa ¿eh? Que ya la mencionan hasta en los partes meteorológicos!
“Hace 20ºC pero la sensación de frío es como si hiciera -3ºC”
Ea!
Toma ya!
A ver quién discute eso!
Y digo yo… vale que la sensación de frío existe. Viene determinada, básicamente, por dos factores. La humedad y el viento. Pero señoras!! En un bar ni hay humedad, ni hay viento ni pollas en vinagre, coño!
Lo digo porque el otro día dos compañeras se quejaban de frío en un bar en el que hacía verdadera flama pero… según ellas, era por la sensación de frío jajaja.
Es como cuando entro en el hipercor y la gente no se quita los chaquetones aun a 60ºC.
Vale que vosotras sois más frioleras (y aquí no hay distinción entre delgadas o entraditas en carne) por naturaleza pero (y esto lo plasmo en forma de pregunta por no… ofender jajajajaja) ¿no será que también sois más quejicas?
Señoras!!... Vamos a mover esas carnes! Que estáis enfrascadas en plena campaña de dieta pre-bikini y post-mantecados y, digo yo que, habrá que mover las carnes ¿no?
Vamos a hacer más ejercicio porque se ve que sólo a base de comer más no es suficiente para quitaros el frío.
Vamos a quejarnos menos, coño!, que esto es Sevilla, que no es Estocolmo!
(Miedo me da la “sensación de frío” que me recorre ahora mismo al saberme el blanco de varias collejas que, además, en mi calva suenan más)
Porque eso no es lo peor. Lo que te descentra es que luego, cuando llegue el verano “la calor” será insoportable para ellas, también.
En cuanto vaya al mediamarkt compraré una estación meteorológica de esas que miden hasta la humedad relativa.
Menos mal que tenéis la suerte de que nosotros siempre estamos calentitos y ni siquiera nos molesta el frío de vuestras desamparadas manos cuando se posan (cual conejo que busca cobijo en su madriguera) en nuestras partes “nobles” jajaja.
Ayyyyy! Si no fuera por nosotros…
Fdo. Diego Bueno
sábado, 23 de enero de 2010
HABLEMOS DE LA PUTA ESPECIE HUMANA… POR FIN!!
Ayer fuimos víctimas de un incidente en el parque.
Sergio vino, corriendo, asustado y con lágrimas aflorando en
sus ojos, a donde estábamos Eva y yo sentados tomando una cerveza para
avisarnos de que había unos niños acosando, humillando y riéndose de David.
Fuimos corriendo a ver qué pasaba y, al parecer, lo habían engañado dándole una
de esas botellitas de refresco de limón para que se la bebiera. El matiz es que
previamente la habían llenado con orina. No se si David llegó a beber. Lo que
sí se es que esos niños se reían mucho. Luego, al parecer, jugaban con una
pelota (y ahí es donde Sergio se percató) a darle pelotazos a David.
Lógicamente acudí furioso y descargué mi ira sobre esos
niños. El problema es que son niños y como tales… te das cuenta de que no
puedes hacer nada. Ya estaba hecho el daño y por mucho que yo me empeñe
volverán a hacer daño y David volverá a recibirlo.
David no… David no es consciente de nada de eso. David no
entiende que haya personas que hagan daño gratuitamente. Puedo decir que a
Sergio le pasa igual pero Sergio, al menos, cuenta con la suficiente
inteligencia para esquivar ese tipo de situaciones. David no tiene armas. David
sólo nos tiene a nosotros.
Intento dar vueltas en mi mente. Intento pensar los “por
qués”.
Lo que más me dolió fue ver la angustia de Sergio, su
impotencia para poder parar aquello y por no haber estado antes. Me dolió su
pena. A David no le afecta, o al menos, no le afecta como a nosotros. Es lo
bueno de la inconsciencia.
Luego, tras el incidente… seguimos sentados pero… tanto Eva
como yo no estábamos en la conversación. Tanto ella como yo nos sentíamos mal.
Muy mal. Observas cómo la gente acepta de forma impasible ese tipo de
situaciones cuando no se trata de sus hijos.
Actualmente la bondad no es un valor en alza, precisamente.
La gente acepta de forma automática que las relaciones entre personas es una
guerra para la que hay que estar preparados con armas. Armas, supuestamente, de
defensa que luego usan para atacar, invadir y humillar. La especie humana es
tan “animal” que necesita de la humillación del prójimo para destacar sus
supuestas virtudes.
En definitiva nos comportamos como lo que somos. Animales.
Somos una especie animal más, solo que para adueñarnos del medio contamos con
un arma con la que no cuenta el león. La “inteligencia”. Por desgracia somos
así de beligerantes. Gracias a esa violencia extrema nos hemos adueñado del
planeta. Lo hemos conquistado, lo hemos transformado, hemos extinguido muchas
especies animales y vegetales y, actualmente somos el animal que reina en el
planeta. Lo que no pensamos es que nuestra extinción (auto extinción) está asegurada a corto plazo y tendremos el
triste honor de extinguirnos habiendo durado, como especie, menos que los
dinosaurios, por ejemplo. La diferencia es que antes nos habremos llevado por
delante a miles de especies y que, probablemente, no dejemos nada vivo en este
planeta.
Es cierto que en España hay una moral imperante que detesta
las buenas formas, la EDUCACIÓN, el respeto a los demás, la tolerancia y la
solución de problemas por la vía pacífica. Es cierto que esa moral imperante
destaca el individualismo, el egoísmo, el “yo” “mi” “mío” del que hablaban los
Beatles en una canción, el “vivir” el presente aun a costa de destruirlo, la
inmediatez de los placeres, la ostentación de bienes materiales, la
satisfacción de “necesidades” cuanto antes a costa de lo que sea.
Es cierto todo eso pero… el uso de la inteligencia como
arma, el ataque a los débiles como artimaña para alcanzar plenitud inmediata y
la humillación del prójimo como prueba de poder…. No es una cuestión de la
moral imperante en España, sino de la condición de la especie humana.
Todos somos conscientes de que debemos preparar a nuestros
hijos para la guerra. Todos intentamos inculcarles toda esa basura acerca de la
maldad humana.
Pero…. Qué ocurre cuando te topas con un ser que ve las
cosas de otra forma?
Ya sea por su educación o, simplemente, por sus “carencias”,
en cuanto a aptitudes, que los demás sí poseen.
Y, sobre todo…. ¿Qué hacemos si uno de esos seres es tu
propio hijo?
Es triste. Muy triste, porque se que nadie que tenga hijos
“normales” puede ver todo esto. Nadie es capaz de entender al 100% todo esto
que digo.
Qué hacer?. Ir contracorriente?, ¿Montarnos en ese carro que
sabemos que no es el correcto?.
Veo en los medios de comunicación a 1000 fantoches egoístas
que son verdaderos iconos. Ídolos de masas. Veo cómo la gente se preocupa del
precio de los pantalones en rebajas, de no se qué crema que deja la piel suave,
de no se qué aparato que sirve para esto o aquello. Y mientras todos estamos
ocupados en gilipolleces como esas vemos, igualmente, cómo hay personas que
mueren desnutridas, atacadas por enfermedades perfectamente curables, vemos a
gente que se juega la vida por pertenecer a nuestro círculo privilegiado, vemos
cómo se encumbra a belenes Esteban, a Cristianos Ronaldos o a Arturos de gran
hermano.
Así es esta especie. Eso es lo que somos. Ni podemos ni
queremos cambiar. Ya sólo es cuestión de tener más o menos suerte de que te
toque un papel u otro en la vida.
Se ve que a nosotros nos tocó el papel que tenemos y que
debemos aceptar, porque lo verdaderamente penoso de todo es que, aun así,
debemos dar gracias por haber nacido.
Hay momentos en que uno odia al ser humano por ser como es.
Lo malo es que eso supone odiarme a mi mismo porque supongo que yo también soy
uno de “ellos”.
Tengo tanto que aprender de él….
Y quiero que Sergio siga por donde va. Quiero que cuente con
armas para la guerra pero que sean armas suficientes (y no más) para sólo
defenderse al ser atacado. Quiero que se olvide de cómo somos los humanos para
que no vea la vida como una guerra que hay que afrontar cabreado. Quiero
dotarlo de armas para la detección de belleza, para la creación de belleza.
Desde la bondad. Sin necesitar atraer la atención de los demás humillando al
más débil o siendo protagonista de cada capítulo colectivo.
Me gusta que no se ria de las desgracias ajenas, que no
utilice a otras personas para conseguir la aprobación de los demás, que no
necesite ser el protagonista para conseguir esa aprobación. Me gusta que
necesite únicamente, la aprobación de su conciencia. Una conciencia que estamos
forjando entre todos, incluida la enorme influencia de David.
Me siento orgullosísimo de su bondad, de su sencillez, de su
humildad, de su discreción, de su adaptabilidad, de su sensibilidad, de su
falta de egoísmo. Es verlo a él y sentir que estamos haciendo bien las cosas. En
cuanto a David he de decir que no soy más que un afortunado por poder olerlo
mientras me recuesto junto a el en el sofá.
Fdo. Diego Bueno
domingo, 10 de enero de 2010
HABLEMOS DEL ABORTO... POR FIN!
1.
¿Qué es el aborto?
El Derecho español considera aborto la muerte del feto
mediante su destrucción mientras depende del claustro materno o por su
expulsión prematuramente provocada para que muera, tanto si no es viable como
si lo es.
En el lenguaje corriente, aborto es la muerte del feto por
su expulsión, natural o provocada, en cualquier momento de su vida
intrauterino.
2.
¿Cuántas clases hay de aborto?
El aborto puede ser espontáneo o provocado. El espontáneo
se produce o bien porque surge la muerte intrauterinamente, o bien porque
causas diversas motivan la expulsión del nuevo ser al exterior, donde fallece
dada su falta de capacidad para vivir fuera del vientre de su madre. Si el
aborto es provocado, se realiza o bien matando al hijo en el seno materno o
bien forzando artificialmente su expulsión para que muera en el exterior.
En ocasiones se actúa sobre embarazos de hijos viables,
matándolos en el interior de la madre o procurando su muerte después de nacer
vivos. Esto no es, médicamente hablando, un aborto, y de hecho muchas
legislaciones que se consideran permisivas en la tolerancia del aborto lo
prohíben expresamente, porque lo incluyen en la figura del infanticidio. Pero
no ocurre así en otros casos, como por ejemplo en España, donde el Código Penal
no tiene en cuenta la viabilidad del feto para que se dé el delito de aborto,
y, en contrapartida, se puede matar en algunos casos a fetos viables sin
recibir ningún castigo penal, al amparo de la legislación vigente precisamente
en materia de aborto. Por eso utilizaremos en estas páginas la definición de
aborto según el lenguaje corriente, de modo que la muerte provocada de un feto
viable también será considerada como aborto.
3.
¿Es un ser humano el fruto de la concepción en sus primeras fases de
desarrollo?
Desde que se produce la fecundación mediante la unión del
espermatozoide con el óvulo, surge un nuevo ser humano distinto de todos los
que han existido, existen y existirán. En ese momento se inicia un proceso
vital esencialmente nuevo y diferente a los del espermatozoide y del óvulo, que
tiene ya esperanza de vida en plenitud. Desde ese primer instante, la vida del nuevo
ser merece respeto y protección, porque el desarrollo humano es un continuo en
el que no hay saltos cualitativos, sino la progresiva realización de ese
destino personal. Todo intento de distinguir entre el no nacido y el nacido en
relación con su condición humana carece de fundamento.
4.
¿Así que no es verdad que al principio existe una cierta realidad biológica,
pero que sólo llegará a ser un ser humano más tarde?
No. Desde que se forma el nuevo patrimonio genético con la
fecundación existe un ser humano al que sólo le hace falta desarrollarse y
crecer para convertirse en adulto. A partir de la fecundación se produce un
desarrollo continuo en el nuevo individuo de la especie humana, pero en este
desarrollo nunca se da un cambio cualitativo que permita afirmar que primero no
existía un ser humano y después, sí. Este cambio cualitativo únicamente ocurre
en la fecundación, y a partir de entonces el nuevo ser, en interacción con la
madre, sólo precisa de factores externos para llegar a adulto: oxígeno, alimentación
y paso del tiempo. El resto está ya en él desde el principio.
5.
¿Cómo puede existir un ser humano mientras es algo tan pequeño que no tiene el
más mínimo aspecto externo de tal?
La realidad no es sólo la que captan nuestros sentidos.
Los microscopios electrónicos y los telescopios más modernos nos ofrecen, sin
lugar a dudas, aspectos de la realidad que jamás habríamos podido captar con
nuestros ojos. De manera semejante, la ciencia demuestra rotundamente que el
ser humano recién concebido es el mismo, y no otro, que el que después se
convertirá en bebé, en niño, en joven, en adulto y en anciano. El aspecto que
presenta varía según su fase de desarrollo. Y así, en la vida intrauterina
primero es un embrión pre-implantado (hasta la llamada anidación, unos 12-14
días después de la fecundación, en que cabe la posibilidad de que de un mismo
óvulo fecundado surjan gemelos); después es un embrión hasta que se forman
todos sus órganos; luego, mientras éstos van madurando, un feto, hasta formarse
el bebé tal como nace. Y después continúa el mismo proceso de crecimiento y
maduración, y más tarde se produce el inverso de decadencia hasta la muerte.
Por eso no tiene sentido decir que un niño proviene de un
feto, sino que él mismo fue antes un feto, del mismo modo que un adulto no
proviene de un niño, sino que antes fue niño, y siempre es el mismo ser humano,
desde el principio. Y tan absurdo sería defender que el hijo recién concebido
no es un ser humano porque no tiene aspecto de niño, como suponer que el niño
no es un ser humano porque no tiene el aspecto externo del adulto.
6.
Admitiendo que existe una nueva vida desde el momento de la fecundación, ¿no
podría ser una vida vegetal o animal, para
llegar a ser humana en una fase posterior?
No. Con los actuales conocimientos genéticos, es indudable
que cada ser es lo que es desde el momento de la fecundación. De la unión de
gametos vegetales sólo sale un vegetal; de gametos animales no racionales, por
ejemplo un chimpancé, sólo sale otro chimpancé, y de la unión de gametos
humanos se crea un nuevo ser de la especie humana, que es tal desde el
principio, pues así lo determina su patrimonio genético específicamente humano.
7.
¿Ha habido épocas en que se haya
creído que el fruto de la concepción de la mujer podía ser un individuo no
humano?
Sí. Hubo épocas en que, por ignorancia de los mecanismos
genéticos, se creyó que una mujer fecundada por un hombre podía concebir un ser
no humano o medio-humano. Esta idea es una manifestación de superstición y de
ignorancia científica que hoy debe tenerse por superada. Otra cosa es que, por
enfermedades o alteraciones diversas, puedan producirse trastornos en el
momento de la fecundación que desemboquen en la formación de productos
anómalos, como la llamada "mola vesicular" o los "huevos
abortivos", que carecerán de capacidad de desarrollo. O que, en ocasiones,
conduzcan a hijos con malformaciones congénitas, cuya vida, sin embargo, es
merecedora del mismo respeto y la misma protección que la de los seres
normalmente constituidos.
8.
¿Y no puede suceder que, aunque el fruto de la fecundación sea una vida humana,
ésta no llegue a constituir un ser humano individual hasta un momento
posterior?
En la realidad no existen más que seres humanos
individuales. El concepto de vida humana es una abstracción que no existe más
que encarnada en seres individuales de la especie humana. La vida humana, en
general, es una idea abstracta; una vida humana concreta no es, no puede ser en
la realidad, otra cosa que un ser humano.
9.
Pero dado que hasta el decimocuarto día posterior a la fecundación existe la
posibilidad de que de un óvulo fecundado salgan no uno, sino dos seres humanos
(gemelos monocigóticos), ¿no habría que afirmar que mientras sea posible tal división no existe un ser humano
individualizado?
El que puedan llegar a existir dos seres humanos a partir
de un mismo óvulo fecundado no significa que antes de la división no haya
ninguno, sino más bien que donde había uno -por un proceso todavía no bien
conocido- llega a haber más de uno.
Hay que tener en cuenta que no es lo mismo individualidad
que indivisibilidad. Un ser vivo puede ser individual, pero divisible; es el
caso de las bacterias y otros microorganismos. El que en una determinada época
de su evolución biológica un ser vivo pueda ser divisible no invalida su
carácter de individuo único en los momentos anteriores. El ser humano, como se
ha dicho antes, hasta aproximadamente el día 12-14 de su evolución es
individual, pero divisible, y a partir de la anidación es ya único e indivisible.
10.
Si existe un ser humano desde la fecundación, ¿por qué los científicos se
refieren a él con términos varios según su fase de desarrollo: cigoto, mórula,
blastocisto, embrión, feto?
Porque la vida de un ser humano es un largo proceso que se
inicia cuando de dos gametos, uno masculino y otro femenino, surge una realidad
claramente distinta: el nuevo ser humano, fruto de la fecundación, quien en las
distintas etapas de su desarrollo recibe nombres distintos: el cigoto es la
primera célula que resulta de la fusión de las células masculina y femenina.
Tras unas primeras divisiones celulares, este ser humano recibe el nombre de
mórula, en la que pronto aparecerá una diferenciación entre las células que
formarán el embrión (lo que hemos llamado embrión preimplantado, y que algunos
llaman preembrión) y las destinadas a formar la placenta. En esta nueva fase,
el ser humano se llama blastocisto, y anidará en la pared del útero de su
madre. Después se irán diferenciando sus órganos, unos antes que otros, durante
todo el período embrionario, al tiempo que la placenta se desarrolla por
completo. El embrión se llamará entonces feto, y continuará su crecimiento
mientras se produce la maduración funcional de sus órganos hasta que, en un
momento dado, nacerá y se llamará neonato, recién nacido. Y este proceso único,
que se ha desarrollado suavemente, sin cambios bruscos, continúa después del
nacimiento, y el neonato se hace niño; el niño, adolescente; el adolescente,
joven; el joven, adulto y el adulto, anciano. Todos éstos son los nombres que
distinguen las etapas de la vida de un solo ser que surgió con la fecundación y
que será el mismo hasta que muera, aunque su apariencia externa sea muy
diferente en una u otra fase.
11.
¿No podría entenderse que hasta que sea viable, es decir, hasta que sea capaz
de subsistir fuera del vientre materno, el hijo no nacido no es un ser humano,
puesto que depende de su madre para existir?
No. El hecho de que en una determinada fase de su vida el
hijo necesite el ambiente del vientre materno para subsistir no implica que sea
una parte de la madre. Desde la fecundación tiene ya su propio patrimonio
genético distinto del de la madre, y su propio sistema inmunológico diferente
también del de la madre, con quien mantiene una relación similar a la del
astronauta con su nave: si saliese de ella moriría, pero no por estar dentro
forma parte de la nave.
Por otra parte, lo que se llama la viabilidad (es decir,
la probabilidad de que el hijo siga viviendo en el exterior tras un embarazo
cesado prematuramente) es mayor a medida que la gravidez está más avanzada,
pero es muy difícil determinarla en el tiempo, pues el que el hijo pueda seguir
viviendo depende en gran parte de factores externos: . tipo de parto,
atenciones médicas que reciba el niño, abundancia o escasez de medios y estado
de la técnica en el lugar en que ocurre el nacimiento, etc. Además, a medida
que avanzan los conocimientos de la ciencia va disminuyendo la edad del
embarazo en que se puede considerar viable un feto. Por eso la adquisición de
la viabilidad, como el aprender a andar o a hablar, o el llegar al uso de
razón, son cosas que le pasan a un ser humano, pero en modo alguno momentos en
que éste se convierte en humano. No tiene sentido hacer depender la condición
humana del desarrollo tecnológico.
Por lo demás, la capacidad de subsistir fuera del seno
materno ha de ser forzosamente ajena a la determinación del inicio de la vida
humana, porque un recién nacido es también absolutamente incapaz de subsistir
por sí mismo sin recibir los oportunos cuidados. El nacimiento determina un
cambio en el modo de recibir el oxígeno y un cambio en el modo de alimentarse,
pero el resto del desarrollo continúa el curso que ya se inició en el comienzo
de la vida intrauterino.
En el supuesto de que alguien tenga dudas acerca de si en
un instante concreto ya comienza a existir un nuevo ser humano o todavía no
existe, debe abstenerse de interrumpir su normal desarrollo o de darle tratos
indignos del hombre, pues ante esta duda debe prevalecer la posibilidad de que
sí estemos ante un ser humano; al igual que, en caso de duda sobre si un hombre
está ya muerto o todavía no, se exige que se le respete como ser humano vivo
hasta que haya certeza de su muerte. Hasta tal punto la sociedad valora la
protección de la vida humana, que para extirpar un órgano con destino a un
trasplante no basta con la probabilidad de que el donante haya fallecido, sino
que se exigen rigurosos criterios científicos para diagnosticar su muerte.
Que esto es así se puede apreciar muy vivamente en los
casos dramáticos de hundimiento de edificios o de mineros atrapados en un
derrumbamiento: los trabajos de desescombro y de rescate prosiguen mientras no
haya completa certeza de que no queda nadie vivo, y jamás se suspenden sólo
porque se suponga meramente probable que hayan muerto todos.
13.
¿En qué momentos de su vida intrauterina va desarrollando el hijo no nacido sus
distintos órganos y funciones?
·
A las dos semanas se inicia el desarrollo del sistema nervioso.
·
A las tres semanas de vida empieza a diferenciarse el cerebro,
aparecen esbozos de lo que serán las piernas y los brazos y el corazón inicia
sus latidos.
·
A las cuatro semanas ya empiezan a formarse los ojos.
·
A las seis semanas la cabeza tiene su forma casi definitiva, el
cerebro está muy desarrollado, comienzan a formarse manos y pies, y muy pronto
aparecerán las huellas dactilares, las que tendrá toda su vida.
·
A las ocho semanas el estómago comienza la secreción gástrica;
aparecen las uñas.
·
A las nueve semanas se perfecciona el funcionamiento del sistema
nervioso: reacciona a los estímulos y detecta sabores, pues se ha comprobado
que si se endulza el líquido amniótico -en el que vive nadando dentro del
vientre materno- ingiere más, mientras que si se sala o se acidula, lo rechaza.
·
A las once semanas ya se chupa el dedo, lo que puede verse
perfectamente en una ecografía.
La mayor parte de los órganos están completamente formados
al final de la duodécima semana, y casi todos ellos funcionarán ya en la
segunda mitad de la vida intrauterina. Pero hay cambios que no se producirán
más que después de nacer: la primera dentición sólo aparece seis meses después
del nacimiento, los dientes definitivos lo hacen hacia los siete años y algunas
veces las últimas muelas no salen hasta bien avanzada la edad adulta. La
pubertad, con todos sus cambios anatómicos y fisiológicos, acaece en la segunda
década de la vida, y la capacidad reproductora en la mujer se inicia poco
después de la pubertad y cesa en el climaterio. Es decir, la vida es un proceso
único, que empieza en la fecundación y no se detiene hasta la muerte, con sus
etapas evolutivas e involutivas.
14.
Entonces, ¿con qué fundamento defienden algunos que el hijo aún no nacido forma
parte del cuerpo de la madre, y que es ella la única que puede decidir sobre el
destino del hijo?
Quienes así argumentan no tienen ningún fundamento en
absoluto. La realidad demuestra categóricamente que el hijo es un ser por
completo distinto de su madre, que se desarrolla y reacciona por su cuenta,
aunque la dependencia de su madre sea muy intensa, dependencia que, por cierto,
continúa mucho tiempo después del nacimiento. Ni siquiera forman parte del
cuerpo de la madre la placenta, el cordón umbilical o el líquido amniótico,
sino que estos órganos los ha generado el hijo desde su etapa de cigoto porque
le son necesarios para sus primeras fases de desarrollo, y los abandona al
nacer, de modo semejante a como, varios años después del nacimiento, abandona
los dientes de leche cuando ya no le son útiles para seguir creciendo. Por
tanto, pretender que el hijo forma parte del cuerpo de la madre no es, en el
mejor de los casos, más que una muestra de absoluta ignorancia.
ll. COMO SE PRACTICA EL ABORTO
15.
¿Cuáles son los métodos habituales en la práctica del aborto?
El aborto provocado tiene por objeto la destrucción del
hijo en desarrollo en el seno materno o su expulsión prematura para que muera.
Para conseguir este resultado se suelen usar diversos métodos que en otras
circunstancias se emplean normalmente también en ginecología y obstetricia, y
que se eligen atendiendo a los medios de que se disponga y a la edad del feto
que hay que suprimir. Los métodos más utilizados son: aspiración, legrado,
histerotomía ("mini cesárea"), inducción de contracciones e inyección
intraamniótica.
16.
¿No existen también unas píldoras abortivas?
Aunque se ha intentado muchas veces el uso de medios con
apariencia de medicamentos para producir abortos, hasta ahora sólo lo ha
conseguido con alguna efectividad la llamada "píldora abortiva"
(RU-486). Mediante su administración en época muy temprana del embarazo, antes
de la sexta semana de vida del hijo, es decir, antes de que se produzca la
segunda falta de la regia en la madre, se intenta que este preparado hormonal
anule la función de la placenta en formación, con lo que se produce la muerte
del hijo, que es en ese momento un embrión necesitado absolutamente de la
función nutritiva de la placenta, y entonces ocurre su consiguiente expulsión
con todas sus envolturas. Si no se consiguen completamente los resultados
perseguidos hay que recurrir a un legrado para consumar el aborto.
17.
¿Cómo se practica un aborto por aspiración?
Se dilata primero el cuello uterino con un instrumental
adecuado a esta función, para que por él pueda caber un tubo que va conectado a
un potente aspirador. La fuerza de la succión arrastra al embrión y al resto
del contenido uterino, todo deshecho en pequeños trozos. Una vez terminada la
operación de succión se suele realizar un legrado para obtener la certeza de
que el útero ha quedado bien vacío. Este método se suele usar cuando el
embarazo es de menos de diez o doce semanas.
18.
¿En qué consiste el método de legrado?
El legrado o raspado, también llamado
"curetaje", es el método que se usa más frecuentemente. Se comienza
por dilatar convenientemente el cuello del útero, lo que sólo se puede hacer
bajo anestesia. Luego se introduce en el útero una especie de cucharilla de
bordes cortantes llamada legra o "cureta", que trocea bien a la
placenta y al hijo al ser paseada de arriba abajo por toda la cavidad del
útero. Los trozos así obtenidos se extraen con la misma legra.
Este método suele practicarse sobre todo en los tres o
cuatro primeros meses de la vida del hijo. Si el embarazo ha superado las doce
semanas, las dificultades aumentan y hay que triturar muy bien el cuerpo del
feto para sacarlo al exterior. A veces pueden quedar grandes restos en el
interior del útero, por ejemplo la cabeza, y por eso el abortador debe
identificar cuidadosamente todos los restos extraídos para asegurarse de que no
ha quedado nada dentro de la madre.
19.
¿Por qué se usan estos métodos sólo en los primeros meses del embarazo?
Porque el hijo crece y se desarrolla muy rápidamente, y
pasado este tiempo su trituración y su expulsión por vía vaginal se hace muy
difícil para quien realiza el aborto y muy peligrosa para la madre.
20.
¿En qué consiste el método de abortar conocido por "mini cesárea"?
La cesárea es una intervención que se realiza al final del
embarazo, y que consiste en extraer al hijo a través de una incisión en el
abdomen de su madre, cuando por las causas que fuere no es posible su
nacimiento por el conducto normal. Esta operación ha salvado muchas vidas tanto
de madres como de hijos. Una cesárea practicada cuando han transcurrido todavía
pocas semanas de embarazo se llama "mini cesárea", y consiste en
practicar una incisión en el útero a través del abdomen materno para extraer
por ella al hijo y a la placenta. Este método se suele realizar a partir de la
decimoquinta o decimosexta semana del embarazo. Habitualmente se extraen niños
vivos, que se mueren poco después por ser inviables. Pero a veces por este
procedimiento se han obtenido niños vivos que eran viables, y entonces se les
ha dejado morir sin prestarles los cuidados que posiblemente habrían permitido
salvarlos, o bien se les ha provocado la muerte, habitualmente por asfixia.
21.
¿En qué consiste el aborto por inducción de contracciones?
Consiste en la provocación de la expulsión del feto y la
placenta mediante la administración a la madre, por diversas vías, de
sustancias (prostaglandinas, oxitocina) que producen contracciones semejantes a
las de un parto, las cuales provocan a su vez la dilatación del cuello uterino,
y la bolsa en que está el hijo se desprende de las paredes del útero. El niño
puede nacer muerto, porque se asfixia en el interior de su madre, o vivo.
También se emplean en ocasiones, y previamente al uso de
oxitócidos, unos tallos o dilatadores hidrófilos que, colocados en el cuello
uterino, se hinchan progresivamente y lo dilatan.
22.
¿En qué consiste el método de la inyección intraamniótica?
Se inyecta en el líquido amniótico en que vive el hijo, a
través del abdomen de la madre, una solución salina hipertónica o una solución
de urea. Estas soluciones irritantes hiperosmóticas provocan contracciones
parecidas a las del parto, y con un intervalo de uno o dos días tras la inyección,
el hijo y la placenta suelen ser expulsados al exterior. En un cierto número de
casos hay que efectuar después un legrado para asegurarse de la expulsión de la
placenta.
Este método se utiliza en ocasiones para evacuar un feto
muerto espontáneamente y retenido en el útero, y sólo puede usarse en un
embarazo ya avanzado. Si se trata de provocar un aborto, es decir, si el hijo
está vivo dentro de su madre y hay que suprimirlo, también el embarazo tiene
que ser de cierto tiempo, de más de cuatro meses.
La solución irritante introducida previamente suele
envenenar al feto, produciéndole además extensas quemaduras. Alguna vez, en
lugar de soluciones cáusticas, se han introducido en el líquido amniótico
prostaglandinas; pero los que provocan abortos prefieren las otras soluciones,
porque se obtienen fetos muertos con más seguridad, y es desagradable que el
hijo nazca vivo y haya que matarlo o dejarlo morir a la vista de todos.
23.
¿Puede decirse que estos métodos
sean seguros para la vida o la salud de la madre?
No. La palabra "seguridad" es completamente
inadecuada para estas situaciones. En los abortos por aspiración existe el
riesgo de infecciones e incluso de perforación del útero, y que a la hemorragia
se una la lesión de órganos abdominales de la madre. Este riesgo se incremento
en los abortos por legrado. En los abortos por inducción de contracciones las
complicaciones más graves son las hemorragias y las embolias, y en las
"mini cesáreas" se corre el riesgo de desgarros de la cicatriz y de
infecciones sobreañadidas. En las inyecciones intraamnióticas puede producirse
el paso de las sustancias tóxicas al sistema circulatorio de la madre.
Es cierto que estas complicaciones no son muy frecuentes y
que la mortalidad materna no es alta (aunque hay complicaciones y hay muertes),
pero existen secuelas importantes derivadas de estas manipulaciones, que pueden
influir seriamente en el desarrollo de embarazos posteriores.
Hay que mencionar también aquí el alto riesgo de
alteraciones psíquicas que pueden aparecer muchas veces de forma tardía. El
aborto supone frecuentemente para la madre, aunque se someta a él
voluntariamente, un fuerte trauma psíquico.
En suma, ningún aborto es "seguro" para la mujer
que aborta. Se trata tan sólo de una manera de hablar, por contraposición a
otros métodos que implican aún más riesgo.
24.
¿Existen, pues, otros métodos, más burdos y peligrosos para la madre, que se
usan en el aborto clandestino?
Sí. Desde hace miles de años existen testimonios
históricos de abortos provocados, con gran riesgo para la vida de la madre. Hoy
día siguen usándose métodos caseros en los abortos clandestinos.
25.
¿No sería mejor entonces, legalizar el aborto para evitar los riesgos de esos abortos clandestinos, o para que las mujeres más pobres no
estén en inferioridad de condiciones respecto de las más ricas, que pueden ir a
abortar al extranjero?
En primer lugar, debe saberse que incluso en los países
con legislación muy permisivo sobre el aborto, el aborto clandestino sigue
existiendo, por mil razones muy fáciles de comprender (adulterios con
consecuencias no deseadas, necesidad de ocultar un embarazo para mantener
cierta posición social, o tantas otras). En cualquier caso, las circunstancias
exteriores que rodean al aborto pueden hacerlo más sórdido e inhumano por poner
en peligro la vida de la madre además de la del hijo. Pero el aborto, sea de
mujeres ricas o pobres, se haga clandestinamente o bajo la protección del
Estado, se practique sin medios o con la más sofisticado tecnología, es siempre
el mismo crimen contra la vida de un inocente indefenso, y esta acción nunca se
puede justificar.
III. LAS LEYES SOBRE EL ABORTO
26.
¿Cómo se ha venido regulando el aborto en los ordenamientos jurídicos de las naciones?
En
En el siglo XX se han producido varias modificaciones en
esa situación:
A partir de finales de los años 60 se va permitiendo el
aborto provocado -con más o menos restricciones, según los países- en el mundo
occidental, aunque en muchas naciones sigue respetándose y protegiéndose el
derecho a la vida del no nacido.
27.
¿Cuál es la situación en España?
En España el aborto ha sido un delito castigado en el
Código Penal sin excepciones hasta 1985, en que una reforma del Código,
conocida popularmente como "ley del aborto", estableció unos
supuestos en que, por concurrir determinadas circunstancias, el aborto no será
punible.
28.
¿Significa esto que el aborto ya no es delito en España?
No. El aborto en España es un delito regulado en el Código
Penal, en el Título VlIl ("delitos contra las personas"), Capítulo
III, artículos
29.
¿Cuál es, entonces, la novedad que
supuso la "ley del aborto"?
La nueva legislación, si se realiza en las circunstancias
y condiciones que prevé esa legislación, no se castiga a quien lo practique ni
a quien consienta que se le practique.
30.
¿Cuáles son esas circunstancias?
Son de tres clases: unas, relativas a la madre: que preste
su consentimiento al aborto; que del embarazo se derive un grave peligro para
su vida o su salud física o psíquica, o que el embarazo sea el resultado de un
delito de violación. Otras, relativas al hijo: que se presuma que habrá de
nacer con graves taras físicas o psíquicas. Otras, en fin, relativas a la misma
práctica del aborto: que cuando se realice en virtud de uno de los casos
anteriores, se haga en un centro autorizado para ello; que se practique por un
médico o bajo su dirección; que, en algunos casos, haya uno o más dictámenes
médicos que aconsejen el aborto, y que éste se realice no más tarde de
determinados plazos en los casos de violación o de presuntas malformaciones del
hijo.
31.
¿Cuál es la justificación que se ha
dado para que el aborto no se castigue en algunos casos?
En algunas legislaciones se parte de la base de que el
hijo concebido y no nacido no merece ninguna protección legal más que a partir
de determinado tiempo de vida intrauterino, que es cuando se le empieza a
considerar merecedor de protección. Según este criterio, el aborto es legal en
determinado plazo del embarazo. Este sistema se conoce como el "sistema de
plazos".
En otros ordenamientos, como ocurre en el caso español, se
considera que el hijo merece protección legal desde el inicio de su vida, pero
se establecen las circunstancias en las cuales abortar deliberadamente no debe
ser castigado. Este es el sistema conocido como "sistema de
indicaciones", que suele ser mixto, es decir, que a cada indicación suele
corresponder un plazo de embarazo en que el aborto provocado no es punible.
32.
¿Es más restrictivo el sistema de indicaciones que el sistema de plazos?
Sí, porque en el sistema de indicaciones
33.
¿Explica de alguna manera nuestra legislación las razones por las cuales se establecen ciertas indicaciones para que el aborto
no sea punible?
Normalmente, los promotores y quienes consienten las leyes
que facilitan el aborto provocado intenta justificar la legislación permisiva
argumentando que, en casos límite, no puede exigirse de las madres angustiadas
una conducta heroica, ya que ésa no es función de la norma penal.
34.
¿Y no es, efectivamente, así?
No. Cualquier legislación penal establece con carácter
general que los "casos límite", en los cuales una persona se ve
obligada, física o psíquicamente, a cometer un delito (cualquier delito, no
sólo el aborto), implican la exención de responsabilidad penal del autor.
También en España se da esta eximente de responsabilidad, llamada "estado
de necesidad", que, apreciada por el juez, conlleva la absolución del
autor del delito. Esto quiere decir que no era necesaria una legislación
específica para los "casos límite" en materia de aborto provocado,
pues jamás se ha condenado a nadie por este delito, en la historia judicial
española, si concurría la circunstancia de estado de necesidad.
Si lo que se pretendía era resolver los casos límite, la
reforma del Código Penal no sólo no ha venido a llenar una laguna, que no
existía, sino que ha transmitido a la sociedad la errónea impresión de que
abortar en determinadas condiciones no es delito, tanto si se trata de casos
límite como si no.
35.
¿Y no es lo mismo, a fin de cuentas, aplicar una eximente que declarar ciertos
abortos no punibles?
No, porque en el primer caso la ley sigue transmitiendo a
la sociedad el mensaje de que abortar es un delito, aunque los jueces apliquen
la máxima comprensión hacia el delincuente en estado de necesidad, y en el
segundo se transmite la idea de que basta con cumplir determinados requisitos
formales para que abortar no sea delito, e incluso pueda llegar a ser una
conducta socialmente respetable.
36.
Entonces, ¿por qué se hizo esta modificación del Código Penal, si también antes
se absolvía en casos de estado de necesidad?
Algunos de los promotores de la actual legislación sobre
el aborto nunca han ocultado que éste tiene que ser el primer paso para que la
sociedad considere el aborto provocado, en cualesquiera circunstancias, no sólo
como algo legítimo, sino como un derecho de las madres de suprimir a sus hijos.
Más adelante veremos que en la ley española, aparte de verdaderos estados de
necesidad, se contemplan como causas de no punibilidad del aborto
circunstancias normales en la vida, por duras que puedan ser.
Por otra parte, si no se realizaba la reforma como se
realizó, no habría sido posible, entre otras cosas, el establecimiento legal de
centros dedicados a la práctica de abortos, como si fueran una actividad médica
o terapéutica en lugar de una sistemática eliminación de hijos aún no nacidos.
Esta ocultación de la realidad se vive hasta el punto de que a los abortos
provocados se les denomina con el eufemismo de "interrupciones voluntarias
del embarazo", o incluso con las iniciales "I.V.E.", que
sugieren algo técnico y científico, y desde luego ajeno a la posibilidad de que
haya una víctima humana en este proceso, como en efecto la hay.
37.
¿Qué opinan los médicos de la realización de abortos provocados?
La gran mayoría de los médicos, en España y en todo él
mundo, se niegan terminantemente a practicar abortos, porque saben que un
aborto provocado es acabar violentamente con la vida de un ser humano, y esto
es enteramente contrario a la práctica de
38.
¿Qué dice el artículo del Código Penal español que declara no punibles determinados abortos?
Es el artículo 41 7 bis, y su texto es el siguiente:
1. No será punible el aborto
practicado por un médico, o bajo su dirección, en centro o establecimiento
sanitario, público o privado, acreditado y con consentimiento expreso de la
mujer embarazada, cuando concurra algunas de las circunstancias siguientes:
1ª: Que sea necesario para evitar
un grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la embarazada y
así conste en un dictamen emitido con anterioridad a la intervención por un
médico de la especialidad correspondiente, distinto de aquél por quien o bajo
su dirección se practique el aborto.
En caso de urgencia por riesgo vital para la gestante,
podrá prescindiese del dictamen y del consentimiento expreso.
2ª: Que el embarazo sea
consecuencia de un hecho constitutivo de delito de violación del artículo 429,
siempre que el aborto se practique dentro de las doce primeras semanas de
gestación y que el mencionado hecho hubiese sido denunciado.
3ª: Que se presuma que el feto
habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas, siempre que el aborto se
practique dentro de las veintidós primeras semanas de gestación y que el
dictamen, expresado con anterioridad a la práctica del aborto, sea emitido por
dos especialistas de centro o establecimiento sanitario, público o privado,
acreditado al efecto, y distintos de aquél por quien o bajo cuya dirección se
practique el aborto.
2. En los casos previstos en el
número anterior no será punible la conducta de la embarazada, aun cuando la
práctica del aborto no se realice en un centro o establecimiento público o
privado acreditado o no se hayan emitido los dictámenes médicos exigidos".
Se trata, pues, de una legislación mixta, de indicaciones
y de plazos, aunque en el primero de los tres supuestos se atiene
exclusivamente al sistema de indicaciones.
39.
¿Qué quiere decir "no será punible el aborto practicado por un médico, o
bajo su dirección, en centro o establecimiento sanitario, público o
privado"?
Con estas expresiones se quieren significar varias cosas:
la primera, que la conducta descrita en este artículo no lleva aparejada la
imposición de pena alguna si se cumplen los supuestos y los requisitos del
propio artículo. También se quiere decir que la ley no obliga a que el aborto
lo practique un médico; lo puede realizar cualquiera, aun sin requisito alguno
de cualificación, siempre que un médico reconozca haberío dirigido. Y se
establece que, para que el aborto no sea punible, debe hacerse en un
establecimiento que reúna determinadas condiciones técnicas, que están
reguladas por Decreto y se refieren al personal y las instalaciones de que ha
de disponer el lugar.
40.
¿Qué quiere decir la circunstancia 1ª de este artículo?
Quiere decir que la determinación de si la vida o la salud
física o psíquica de la madre corren grave riesgo como consecuencia del
embarazo, se hará solamente por medio de un único certificado médico. El aborto
fundado en esta circunstancia se conoce como "aborto terapéutico".
41.
¿Por qué se llama "aborto terapéutico"?
Inicialmente se llamó así al aborto que se practicaba
cuando entraban en colisión la vida de la madre y la del hijo. Hoy se extiende
esta calificativo a cualquier dolencia o riesgo de dolencia. En este último
sentido, se pretende sugerir que mediante el aborto se cura alguna enfermedad
de la madre, aunque, en términos estrictos, un aborto provocado no cura nada,
no es terapia de nada.
42.
¿De cuántas semanas ha de ser el embarazo para que en esta circunstancia el
aborto no sea punible?
No hay plazo alguno. La madre podrá abortar impunemente en
cualquier momento de su embarazo si el certificado médico se basa en el peligro
para su vida o su salud.
43.
¿Es frecuente que la vida de una mujer corra grave peligro como consecuencia de
su embarazo?
No; es muy raro que eso ocurra. Con los últimos adelantos
de la ciencia médica, es cada día más difícil que se plantee esta colisión
entre la vida de la madre y la del hijo. La realidad más bien inclina a decir
lo contrario: hay más ocasiones de peligro de muerte para una madre como
consecuencia de un aborto provocado que como consecuencia de su embarazo.
44.
¿Y respecto de la salud física de la madre?
Ciertamente, un embarazo que se considere normal es de por
sí una sobrecarga que debe sufrir la mujer embarazada, y puede producir, y de
hecho produce, trastornos de diversa índole; pero parece cosa clara que ninguna
de estas irregularidades entra en las causas previstas para que el aborto no
sea punible, ya que entonces sobraría la ley, porque, como queda dicho, esas
disfunciones corresponden a embarazos que médicamente se consideran
perfectamente normales.
En determinadas ocasiones puede suceder que un embarazo
agrave una enfermedad previa a la madre, pero resulta muy difícil cuantificar
el riesgo añadido que pueda suponer el embarazo y, en cualquier caso, la madre
bien atendida podrá superar sin mayores problemas las dificultades planteadas,
porque hoy existen medios sobrados para que así suceda. Por otro lado, no debe
olvidarse que la práctica de un aborto puede suponer por sí misma un
empeoramiento de la salud de la madre.
Finalmente, hay que tener muy en cuenta la enorme
desproporción de los valores en conflicto en este caso, que son la mejor o peor
salud de la madre frente a la vida o la muerte del hijo. No se puede justificar
la eliminación del hijo para evitar un agravamiento de la salud de la madre.
45.
¿Y en cuanto a la salud psíquica?
Todo embarazo no deseado supone, claro está, una
perturbación emocional en la madre, como ocurre en cualquier disgusto serio.
Pero de ahí a suponer que venga a producirse un grave peligro para su salud
psíquica media un abismo. Si hubiéramos de juzgar por las causas alegadas para
la realización de abortos no punibles en España, tendríamos que concluir que en
efecto es muy frecuente que un embarazo causa "grave peligro" a la salud
psíquica de la madre pues, de hecho, la inmensa mayoría de los abortos
realizados en España al amparo de la ley lo son por esta causa. El portavoz de
un establecimiento que realiza abortos en Madrid ha declarado que
"practicamos el aborto libre sin estar fuera de la ley, porque
interpretamos que cada embarazo no deseado supone un grave riesgo para la salud
psíquica de la madre".
46.
Parece que son muchos los que, efectivamente, creen que todo embarazo no deseado ya es de por sí una grave enfermedad psíquica
para la mujer.
Esta es una de tantas creencias erróneas, que se mantienen
como consecuencia de la ignorancia, deliberada o no, de una realidad tan
evidente como que la vida se compone necesariamente de momentos felices y
momentos tristes, e incluso amargos. El llevarse un disgusto grave, sufrir un
desengaño importante o tener que soportar consecuencias desagradables de algo
que se hizo sin medir el alcance de sus efectos, son cosas que ocurren
continuamente en todos los órdenes de la vida, sin que por eso nadie pueda
decir en serio que todos los que están en una situación así sufren una grave
enfermedad psíquica. Los habrá que sí, pero es obvio que éste no es el caso
corriente, ya que de lo contrario habría que aceptar el absurdo de que todos
los hombres y mujeres sobre la tierra sufren una grave enfermedad psíquica por
el hecho de existir; el absurdo de que la existencia, por llevar consigo
episodios infelices, es en sí misma una grave enfermedad psíquica.
De todos modos, aun suponiendo que una mujer que se encuentra
embarazada sin querer estarlo sufre un trastorno psicológico de importancia,
hemos de tener en cuenta que la experiencia demuestra que muchos, por no decir
muchísimos, embarazos no deseados se transforman, si se deja nacer al hijo, en
gozosas maternidades deseadas, y bien deseadas. La experiencia demuestra que lo
más corriente es que un feto no querido se convierta en niño queridísimo cuando
nace. Y eso no tiene nada de particular, porque la madre puede experimentar,
ante un embarazo que no quería, una perturbación emocional que le dificulte el
hacerse cargo cabalmente de a quién lleva en sus entrañas, pero esa situación
desaparece en cuanto oye al hijo llorar y lo ve agarrándose a su pecho para
tomar su alimento.
Existen, sin embargo, casos en los que la madre detesta a
su hijo ya nacido de todos modos, como hay madres, y padres, que aman
intensamente a sus hijos cuando son pequeños y los odian cuando ya son mayores,
por las circunstancias que fuere. En situaciones así, parece que la legislación
más prudente será la que se ocupe de velar por la vida y la seguridad de los
eventualmente amenazados, sobre todo si son desvalidos e inocentes de toda
culpa (arbitrando sistemas de adopción, de acogida, de educación, etc.), y no
una legislación que acepte como legal el infanticidio o el parricidio.
47.
¿Hay algún modo de contrastar si el peligro alegado en el certificado médico
existe y, de existir, si es o no grave?
Resulta muy difícil contrastar eso. El estudio de los
trastornos psíquicos tienen todavía, según opinión unánime de los
especialistas, mucho camino que recorrer. Hablar en general de "salud
psíquica" es tan vago e inconcreto que puede no significar científicamente
nada. No se ha demostrado hasta ahora que ningún tipo de enfermedad mental
conocido y preciso se pueda curar solamente mediante un aborto, porque es
prácticamente imposible esta clase de demostraciones, como es igualmente
imposible demostrar que el aborto no sea más perjudicial para la salud psíquica
de la madre que dejar que el hijo nazca.
48.
¿Qué quiere decir la circunstancia de violación?
Quiere decir que para que el aborto no sea punible, hay
que haber denunciado previamente la violación, y que el aborto hay que
realizarlo en los tres primeros meses del embarazo. El aborto por esta razón se
conoce como "aborto ético".
49.
¿Por qué se llama "aborto ético"?
Se le ha dado este nombre por los que consideraban que el
aborto provocado en estos casos era éticamente admisible. Hoy, con esta
expresión se quiere transmitir la sensación de que se remedia un acto de
salvajismo como es toda violación, aunque, en realidad, el aborto no remedia
nada, ya que la violación no puede dejar de haber existido, y el hijo fruto de
la violación es completamente inocente. El abortar por causa de violación no tiene
nada que ver con la ética, porque no es una actitud ética el tratar de
compensar una injusticia con otra injusticia.
50.
¿Por qué se establece el plazo de tres meses en este caso?
No existe ninguna razón con fundamento biológico o médico
para que el aborto deliberado por causa de violación no sea punible antes de
los tres meses de gestación y sí lo sea después de ese plazo. Únicamente ocurre
que la realización del aborto es más fácil y ofrece menores riesgos para la
madre cuanto más pequeño sea el hijo en el útero materno.
51.
¿Es frecuente la práctica de abortos legales fundados en la causa de violación?
No; es sumamente rara, porque es muy infrecuente que de
una violación se siga un embarazo. Además, para estos casos tiene que
intervenir
52.
¿Qué quiere decir la circunstancia de riesgo de graves taras del feto?
Quiere decir que para que el aborto por causa de
mal-formaciones del feto (llamado también "aborto eugenésico" o
"eugénico") no sea punible, han de cumplirse estas dos condiciones:
a) que existan dos certificados
médicos, emitidos por especialistas diferentes del que eventualmente practique
el aborto, en los que conste la presunción de graves taras del hijo;
b) que el aborto se realice en las
primeras veintidós semanas de gestación, es decir, hasta los cinco meses y
medio de vida del hijo en el vientre de su madre.
53.
¿Por qué se llama
"aborto eugenésico"?
La palabra "eugenésico" significa "de buen origen".
Desde fines del siglo pasado se estudia la eugenesia, que es la ciencia que
estudia cómo mejorar los factores hereditarios en las especies vivas, también
en la humana, y que tuvo un gran desarrollo en Estados Unidos; ya entrado este
siglo, en
Se ha aplicado este término a este tipo de aborto porque
se pretende evitar así el nacimiento de niños con malformaciones o anomalías.
Pero esta denominación no es idónea, ya que mediante esta forma de aborto no se
consiguen mejorar los factores hereditarios de la especie humana.
54.
¿Por qué se establece el plazo de veintidós semanas de gestación para esta
clase de aborto?
Porque hacia la vigésimo segunda semana es cuando con las
técnicas más habituales se pueden detectar signos de que el hijo padece alguna
malformación congénita.
55.
¿No es mejor evitar que nazca un niño llamado a tener una vida disminuida, con
grandes sufrimientos tanto para él como para su familia?
No. El pensar de esta manera conduce a la aberración de
suponer que dar muerte a un ser humano en determinadas circunstancias es
hacerle un favor. La muerte como remedio va directamente en contra no sólo de
los más elementales planteamientos humanitarios, sino también del sentido
común.
Los poderes públicos, ante los casos de minusvalías
físicas o mentales, no solamente no deben predicar la muerte, sino que tienen
la grave obligación de promover una legislación que les preste atención
especialísima, pues no hay mejor expresión de solidaridad que una legislación
que ayude positivamente a la más plena integración social de los deficientes y
al logro por su parte de toda la calidad de vida que les sea asequible. No
existe más atroz muestra de insolidaridad que patrocinar la muerte del ser
humano con graves taras cuando ya existe y está vivo, aunque sea antes de su
nacimiento.
Pero además de estas cuestiones de principio, la
experiencia nos muestra continuamente que personas aquejadas de graves taras
físicas, que según la ley española podrían haber sido matadas impunemente antes
de nacer, han prestado y prestan servicios relevantes, y aun espectaculares, a
la comunidad humana. Y por lo que respecta a los minusválidos psíquicos,
también la experiencia de millares de hijos deficientes nos enseña que ellos
son a menudo unos felices miembros de sus familias y unos decisivos factores de
cohesión familiar y de amor mutuo.
Hay que decir, por último, que la legislación española
establece una lacerante desproporción entre lo probable de la malformación y lo
seguro de la muerte en este tipo de aborto no punible.
56.
¿Son frecuentes los abortos realizados acogiéndose a esta circunstancia?
No; son muy infrecuentes, porque cuando se tiene
conocimiento de que el hijo o la hija son o pueden ser deficientes, resulta más
fácil acogerse a la circunstancia primera ("grave peligro para la salud
psíquica" de la madre), que sólo requiere un certificado médico en lugar
de dos, y además no limita la práctica del aborto con ningún plazo.
57.
En este artículo del Código Penal se dice, además, que no se castigará a la
madre que aborte acogiéndose a una de estas "indicaciones", aunque no
haya certificados médicos o el aborto no se haga en un "centro
acreditado". ¿Cuál es el significado de esta afirmación?
Con este mandato se quiere eximir de toda culpa penal a la
madre que consiente que se le practique un aborto porque crea erróneamente que
se cumplen los requisitos de la ley, aunque no sea así. En este caso, se
castigará solamente a los demás autores del delito.
58.
¿Y qué ocurre si se demuestra que un certificado médico de los exigidos no responde a la realidad de un riesgo para la
vida o la salud de la madre, o a una probable malformación grave del hijo?
Si se demostrase esto, el aborto así practicado sería un
delito punible, y los culpables (autores materiales, inductores, cómplices,
encubridores) deberían ser castigados. Pero es sumamente difícil que en la
práctica ocurra esto, porque tendría que abrirse una causa penal, previa
denuncia que permitiera al juez investigar, y tanto la madre como los
familiares lo que quieren a todo trance es olvidar este episodio dramático de
sus vidas, lo cual beneficia a los médicos y demás personas que se lucran
económicamente con la práctica del aborto. Todo esto sin contar con la gran
dificultad técnica que entraña la averiguación de la veracidad de lo que se
dice en un certificado médico, sobre todo si en él se establecen previsiones o
pronósticos y no diagnósticos.
59.
¿Pueden ampliarse en la legislación española los supuestos en los que el aborto
no se castigue penalmente?
Desde luego que sí, y, si ocurriese esto, no sería ninguna
novedad, puesto que en las legislaciones de algunos otros países también se
considera no punible el aborto realizado por causas socio-económicas, es decir,
si la llegada del nuevo hijo implicase un sacrificio económico o social que los
padres considerasen insoportable. Es el llamado "cuarto supuesto",
que algunos quieren introducir en nuestra legislación porque les parece que, si
figurase en el Código, permitiría que la motivación legal de muchos abortos
provocados se acercase más a la realidad, ya que ahora tienen que acogerse a la
indicación de "grave riesgo para la salud psíquica" de la madre.
60.
¿Pero no basta ya el supuesto del riesgo para la salud psíquica para que el
aborto provocado sea, de hecho,
aborto a petición e impune, según ya hemos visto?
En teoría podría pensarse que así es, pero no ocurre lo
mismo en la práctica, porque entre las finalidades de esta legislación no está
sólo la ausencia de castigo penal, sino que está también el adoctrinamiento
indirecto a la sociedad, transmitiendo la idea de que abortar puede llegar a
considerarse como algo socialmente respetable.
Por esta razón hay incluso quienes entienden que el
sistema de indicaciones, por amplio que sea, no resuelve del todo esta
cuestión, y pretenden transformar la naturaleza legal del aborto en España, de
forma que, de ser un delito, pasase a ser el derecho que las madres tendrían de
matar a sus hijos concebidos y aún no nacidos; eso, según los patrocinadores de
esta idea, podría lograrse si se implantase una mera ley de plazos, que
desprotegiese absolutamente a los seres humanos menores de tres o cuatro meses
de edad en el útero materno. El Derecho, según esta normativa, se desentendería
por completo de esos pequeños, que quedarían a merced de lo que su madre
decidiese hacer con ellos, incluido el darles muerte sin tener que explicar a
nadie por qué.
61.
El que a veces el Derecho se desentienda de la protección del hijo no nacido,
¿significa que ese hijo no es una persona?
El no nacido es una persona, pues no existe ninguna otra
forma de ser humano que el ser personal. Sin embargo, los ordenamientos
jurídicos a veces establecen ficciones sobre quién es persona y quién no, pero
estas ficciones no alteran la realidad de las cosas.
La palabra "persona" tiene, en el Derecho, un
significado que no siempre corresponde a la realidad, como ocurre, por ejemplo,
con las empresas, que son llamadas "personas jurídicas" para
significar que son sujeto de derechos y obligaciones en cuanto tales. Otro
ejemplo: en el Derecho español se tiene por muerto al desaparecido de quien no
hay noticias en una serie de años, pero esta ficción legal no significa que si
el desaparecido está vivo, deje por ello de ser una persona.
En el Derecho español, al no nacido debe considerársele
persona, pues el aborto se regula en el Código Penal como uno de los
"delitos contra las personas", aunque a otros efectos jurídicos no se
le tenga por persona (en virtud de una ficción del Código Civil) hasta 24 horas
después de nacer.
62.
¿Por qué esas 24 horas después del nacimiento para que el Derecho español
considere, a efectos civiles, persona a un ser humano?
Este precepto de nuestro Código Civil es un arcaísmo que
se arrastra desde los tiempos del Derecho Romano, en que había una enorme
mortalidad de recién nacidos.
Sin embargo, ante las exigencias de la realidad, el propio
Código Civil establece que al concebido y todavía no nacido se le tiene por
nacido a todos los efectos que le sean beneficiosos (como por ejemplo en caso
de herencia) si llega a nacer con vida.
63.
Pese a todo, ¿no debía España equipararse a los países de su entorno, que en su
mayoría tienen legalizado el aborto?
No. A otros países hay que imitarlos en todo aquello que
sea favorable a la defensa de la vida y la dignidad humanas, pero no en lo
negativo y ajeno al progreso humanista.
64.
Pero si la mayoría de los países más adelantados de nuestra época tienen
legalizado el aborto en mayor o menor medida, ¿no debe considerarse la
legalización del aborto como una
muestra de progreso?
No. Los países, como las personas, pueden ser adelantados
y progresistas en unas cosas, y atrasados y reaccionarios en otras:
Del mismo modo que no sería un signo de progreso el imitar
a
IV. EXIGENCIAS ETICAS DEL ESTADO
65.
La cuestión del aborto, ¿no es un problema de conciencia de la mujer, al que debe ser ajeno el Estado?
No. El aborto no es un problema de conciencia individual
de la madre, ni del padre, pues afecta a alguien distinto de ellos: el hijo ya
concebido y todavía no nacido. Otra cosa es que abortar pueda crear problemas
de conciencia.
Los poderes públicos deben intervenir positivamente en la
defensa de la vida y la dignidad del hombre, en todos los períodos de su
existencia, con independencia de las circunstancias de cada cual, aunque este
principio, patrimonio común de todos los ordenamientos desde el cristianismo,
sea hoy puesto en cuestión por algunos. El aborto provocado no es sólo un
asunto íntimo de los padres, sino que afecta directamente a la solidaridad
natural de la especie humana, y todo ser humano debe sentirse interpelado ante
la comisión de cualquier aborto.
La autonomía de la conciencia individual debe respetarse
en función de la persona humana, pero precisamente por esta convicción los
Estados tienen la exigencia ética de proteger la vida y la integridad de los
individuos, y despreciarían gravemente esta exigencia si se inhibieran en el
caso del aborto provocado, como la despreciarían en el de la tortura. En
efecto, carece de sentido una argumentación según la cual los Estados deberían
permitir la tortura cuando chocasen el interés de los torturadores por obtener una
información o una confesión y el de las víctimas por no facilitarla o no
confesar. Los Estados no pueden inhibirse en la defensa de la vida humana o su
integridad física o moral argumentando que nadie puede oponerse a que alguien,
según su conciencia, crea que debe practicar la tortura. El aborto, como la
tortura, nos afecta a todos, y los Estados no pueden ser ajenos a eso.
66.
¿Cómo es que esto se comprende claramente en el caso de la tortura y, sin embargo, no ocurre así en el del aborto?
Por varias razones, entre las cuales no es la menor el
arcaísmo de creer que sólo existe lo que tenemos delante de nuestros ojos. Pero
el hijo no nacido existe, está vivo, aunque no se vea ni se oiga. La tortura
nos la podemos imaginar fácilmente en toda su crudeza y en todo su horror, pero
hay que hacer un esfuerzo para imaginar la realidad cruda y horrible de un
aborto provocado. De ahí que en páginas precedentes se haya explicado, aunque
sea sucintamente y de la manera menos dramática posible, una realidad ciertamente
dramática, que ni se puede ni se debe ocultar, porque el valor de la vida
humana no depende de nuestros sentimientos, sino de lo que ella en realidad es.
Por otro lado, los Estados que permiten legalmente el
aborto provocado encuentran para su silencio unos aliados espontáneos en los
que tienen la principal obligación de proteger la vida de los hijos no nacidos:
la madre y el médico que predica el aborto; mientras que, en el caso de la
tortura, los familiares de la víctima son unos acusadores permanentes, y no
digamos la propia víctima, si sale con vida del tormento. Por eso se tiende a
comprender mucho más fácilmente la obligación del Estado de proteger al
torturado que a la víctima de un aborto. Pero eso no exime en absoluto a los
Estados de su obligación ética hacia el no nacido.
67.
Entonces, ¿tienen los Estados obligación de penalizar la práctica del aborto?
Los Estados tienen obligación de poner los medios, también
los jurídicos, para que no se practiquen abortos, del mismo modo que tienen
obligación de poner los medios necesarios para que no se asesine, se viole o se
robe; y conforme a las técnicas jurídicas actuales, la tipificación penal del
aborto como delito es la medida jurídica proporcionada a la gravedad del
atentado que supone contra la vida humana.
También existen otros medios jurídicos para que los
Estados desarrollen una política contraria a la práctica de abortos (sanciones
administrativas, premios o subvenciones a la natalidad, etc.), pero su carácter
liviano y colateral no estaría proporcionado a la gravedad intrínseca del
aborto, que, por ser un atentado radical a un bien básico y fundamental, merece
la máxima protección jurídica, que hoy no es otra que su configuración como
delito. Lo mismo se puede decir del homicidio o la violación: deben ser delito,
pues no sería proporcional amenazar al asesino o al violador solamente con una
multa o algo semejante.
68.
¿Significa esto que el Estado debe sancionar en sus leyes todo lo que la moral prohíbe?
No. El Estado sólo debe sancionar aquellas conductas
inmorales que entran en el ámbito de su competencia por no agotarse en el
terreno de la intimidad de las personas, y siempre que las normas jurídicas
sean un instrumento técnicamente apto para evitar que se haga lo que se
prohíbe. Todo ello sin perjuicio de la prudencia exigible al legislador para
saber en cada caso hasta dónde puede y debe llegar, pues a veces es admisible
la tolerancia con el mal por la imposibilidad de erradicarlo y si su
prohibición pudiese causar males todavía mayores.
69.
¿Y no es éste precisamente el caso de los abortos, ya que siempre los habrá y
su clandestinidad puede causar gravísimos peligros a las madres que abortan?
De ninguna manera. El Estado debe proteger, por todos los
medios a su alcance, los valores sobre los que se cimienta el orden social,
como lo es la vida humana, y nunca, bajo ninguna circunstancia, puede renunciar
a reprimir los atentados básicos y definitivos contra esos valores (homicidio,
aborto, violación, tortura...), aunque se sepa que jamás podrán erradicarse,
porque eso sería tanto como renunciar a la razón de ser de toda sociedad
organizada y del mismo poder público.
70.
El que a veces pueda ser aceptable cierta tolerancia con el mal, ¿significa que hay circunstancias en que pueda no ser
tenido por mal, sino ser considerado como un bien?
No. El mal siempre es mal aunque haya que tolerarlo. El
bien no se tolera; se desea, se busca, se intenta conseguir. Sólo se puede
tolerar lo que es negativo mientras lo negativo no se puede suprimir, pero nunca
es legítimo ver como bueno lo que intrínsecamente es malo, como por ejemplo el
aborto.
71.
Y si en un momento determinado, una parte de la población de un país no percibe
el aborto como intrínsecamente
malo, ¿significa eso que el aborto no ha de sancionarse o perseguirse por el
Estado?
No; si fuese éste el caso, esa parte de la población
estaría equivocada, como lo estaban quienes en otras épocas no veían como malas
la esclavitud o la tortura. Quienes están equivocados tienen derecho a que se
les ayude a salir de su error, y se les impulse a no causar daños irreparables
por actuar conforme a su error.
Los valores básicos y esenciales, como la vida del ser
humano y su dignidad, son previos, independientes y superiores a las
determinaciones de las mayorías. Por eso los Estados no deben guiarse por las
opiniones de la mayoría en lo que hace referencia a la naturaleza de las cosas.
Las cosas no son verdaderas o falsas, bellas o feas, buenas o malas, porque así
lo pueda disponer una mayoría en un momento concreto.
72.
La actitud del Estado frente al aborto provocado, ¿debe limitarse a tipificarlo
como delito y perseguirlo?
No. El Estado está obligado también a favorecer la vida de
las personas y su dignidad, ayudando a resolver los problemas sociales que están
en el fondo de la decisión o la tentación de abortar (ayudando a la maternidad,
favoreciendo la adopción, creando un marco de costumbres públicas que
favorezcan la vida y la vida digna...), y buscando el ideal de que no sea
necesario aplicar las penas del delito porque las medidas positivas sean más
eficaces.
73.
Pero, mientras el aborto se dé en la realidad, ¿no es mejor sacarlo de la
clandestinidad para controlarlo?
No. Legalizar los abortos no ayuda a su desaparición, sino
a que aumente su número. Creer lo contrario es un error muy extendido que
desmienten las estadísticas de todo el mundo, sin excepciones. El efecto
multiplicador de la legalización del aborto se debe a que la opinión pública
general ve como bueno lo que se despenaliza, y cada vez se trivializa más en
las conciencias la decisión de abortar.
La ley penal no sólo tiene como fin la persecución del
delito, sino también ayudar a conformar la conciencia social sobre los valores
básicos de la convivencia, estimulando a los ciudadanos a no cometer lo que se
penaliza. Por eso, cuando una determinada conducta se despenaliza, se hace cada
vez más frecuente hasta llegar a ser vista como buena y, por lo tanto, a
practicarse con naturalidad, en la equivocada creencia de que todo lo legal es
moral, y todo lo ilegal es inmoral.
74.
¿Quiere decir esto que el Estado ha de poner su poder legislativo y represivo
al servicio de una determinada moral, concretamente de la moral católica?
No. Pero hay un mínimo que se articula alrededor de la
defensa de la dignidad humana -en la cual se incluye el derecho a la vida,
también del concebido y todavía no nacido- que es absolutamente irrenunciable,
pues, de lo contrario, ni la sociedad ni el Estado tendrían justificación
alguna. Este mínimo no es patrimonio exclusivo de
Los legisladores no pueden, no tienen derecho a determinar
quién es humano o no a los efectos de su protección jurídica. Este es un dato
de la realidad que los hombres han de respetar, pues no lo pueden cambiar. De
ahí que toda norma jurídica que atente contra este principio sea esencialmente
injusta, aunque se apruebe con todos los formalismos legales; del mismo modo
que es radicalmente ilegítimo basar el derecho a la vida de cualquier ser humano
en su salud, su habilidad física o mental o cualquier otra circunstancia
distinta del hecho de ser humano y estar vivo.
Es ésta una doctrina que
Estas consideraciones, hay que repetirlo, no forman parte
sólo de la doctrina y la moral católicas, sino que se integran en un elemental
sentido común humanista. Oponerse hoy al aborto provocado, como en otras épocas
a la esclavitud, no es fanatismo ni tiene que ver exclusivamente con las
convicciones religiosas, católicas o no, sino que es una obligación
indeclinable para todos los que creen en el derecho a la vida y en la dignidad
del ser humano.
75.
¿Hay que rechazar radicalmente a las personas que abortan?
De ninguna manera. Hay que ser firmes con la verdad, pero
comprensivos con las personas; naturalmente, eso no presupone que el
comprender, ayudar y convivir con las personas que han cometido un error
signifique negar que han cometido un error. Un crimen es un crimen, aunque al
criminal se le ayude y acoja, e incluso se le pueda eximir de culpa y de
responsabilidad, si hay razones para ello.
76. ¿Es razonable pensar que un día la vida y la dignidad
humanas se respetarán desde la concepción hasta la muerte?
No es posible contestar rotundamente a esta cuestión, pero
hacia este objetivo deben encaminarse los esfuerzos de todos los que aspiran a
un mundo justo. Las agresiones a la vida humana, especialmente de los
inocentes, han tenido siempre en la historia consecuencias dramáticas.
Bien. Y dicho todo esto….quedan demostradas muchas cosas.
Una de las más importantes es que (nos guste o no) no
somos más que otra especie animal más (con todo lo bueno y malo que hay en
ello) y que actuamos, en muchos casos, de forma irracional.
Estamos limitados. Somos limitados. Nuestro cerebro da
para lo que da y a veces pretendemos jugar a ser dioses.
Creemos, a veces, que lo que no perciben nuestros sentidos
no existe. No nos cuesta creer que hay un mundo microscópico aunque no lo
veamos, ya que eso no representa desventaja alguna para el ser humano,
simplemente, descubrir la existencia del mundo microscópico viene a constatar
esa existencia. En cambio, en el tema del aborto siempre hay un perdedor. Un
embarazo no deseado es una desgracia. Un asesinato es aun mayor desgracia.
No me digan que el hecho de no existir sufrimiento para el
hijo asesinado (llamemos a las cosas por su nombre) hace que todo sea más fácil
porque si así fuera podríamos deshacernos de personas mayores que son un “estorbo”
para muchas personas, durmiéndolas antes de matarlas y eliminando, por tanto,
cualquier sufrimiento (por ejemplo).
Hay algo que suele olvidarse (sobre todo si se vive en la
abundancia, como es nuestro caso) y es que….nos guste o no, el sufrimiento es
intrínseco a la propia vida.
El gran inconveniente que tiene vivir es que puedes morir.
Solo puede morir quien esté vivo.
Dicho esto he de decir, también, que es entendible la
postura abortista de la misma forma que es entendible la ira de un padre hacia
el asesino de su hijo lo cual no significa que haya que permitir el asesinato,
los linchamientos o los juicios sin garantías.
Me indignan las posturas ultra feministas (y no creo que
haya un hombre tan antimachista como yo) que hablan de que la decisión sobre si
se comete un asesinato o no sea de la mujer. Biológicamente somos como somos y
los estados están obligados a proteger la vida humana (aunque esta se
desarrolle dentro del cuerpo de una mujer).
Los estados deberían obligar a que la mujer que está
embarazada lleve a término su embarazo, garantizando la acogida y posterior
adopción de ese niño tras su nacimiento (cuántas parejas hay que quieren tener
hijos y no pueden) así como toda asistencia a la madre (médica, psicológica y
económica).
Los estados están en la obligación de informar. Me doy
cuenta de que existe una gravísima desinformación respecto al tema. La gente no
tiene claro cuándo comienza una vida humana, por ejemplo.
La gente desconoce los riesgos del aborto. La gente actúa
muchas veces desde la inconsciencia, así que hay mucha tarea, en cuanto a
información, que realizar.
Por otra parte considero que los estados están obligados a
atender y proteger a aquellas mujeres que tengan que abortar.
Muchas veces se dice que esa es una postura hipócrita ya
que, aunque se prohibiera el aborto, este seguiría dándose (y, además, de forma
clandestina, con lo que ello conlleva en cuanto a riesgos y costes que deberían
asumir esas mujeres).
Me parece algo así como querer legalizar las armas para
evitar su tráfico clandestino.
Siempre habrá mujeres que quieran abortar como siempre
habrá ladrones o asesinos.
Es lo que tiene ser mujer. Te puedes quedar embarazada.
Eso es una realidad tan irrefutable como inamovible.
Por eso la información y la educación son pilares
fundamentales en este asunto.
Lo que sí tengo claro es que con leyes como la que existe
actualmente en España se promueve el aborto libre (ahí están los datos) y la
gente termina abortando de forma inconsciente (de la misma forma que se operan
las tetas, por ejemplo).
Quizás he exagerado con este ejemplo porque se que un
aborto no es agradable para ninguna mujer pero sí que es cierto que se banaliza
el tema socialmente y que se pierde el norte en cuanto a lo verdaderamente
trascendente, es decir, el asesinato de un ser humano (indefenso, para más
INRI).
Y como estoy aquí para posicionarme (incluso de forma
incoherente e irracional como humano que soy) he de decir que yo admitiría el
aborto siempre que se trate de una violación (la madre decidiría en este caso),
siempre que la vida de la madre corra grave peligro de muerte y siempre que
quede demostrado que el hijo va a padecer una gravísima enfermedad que limitará
mucho su existencia (y este caso, aun no lo tengo, del todo, claro).
Ya se que es incongruente esta postura con todo lo
anteriormente expuesto pero debes entender que estos casos son muuuuuuuy escasos.
La inmensa mayoría de aborto se acogen al primer caso (al de las repercusiones
psicológicas de la madre). Ese es el que yo eliminaría ya que da pie a que
exista el aborto libre.
Pensad en el siguiente caso extremo:
Imagina a una madre con sus dos hijos que es capturada en
una guerra. Sus captores hacen que esta mujer tenga que decidir a cual de sus
dos hijos salvará, bajo la amenaza de que si no decide….matarán a ambos.
Difícil cuestión ¿verdad?.
Solo en un caso así sería entendible el asesinato de un
hijo (aunque en este caso, claramente, no es la madre la asesina, sino la que
decide).
Una cosa es un caso extremo y otra bien distinta es
decidir por puro egoísmo personal e individual. A veces desde la inconsciencia
y otras veces desde el puro egoísmo.
Es lícito ser egoísta y buscar la felicidad por donde se
crea oportuno así como es bueno que nuestro egoísmo nos lleve a evitar
situaciones difíciles pero…..jamás a costa de una vida humana (salvo en casos
verdaderamente extremos).
Con todo esto trato de que reflexionéis sobre el tema y os
decantéis en el sentido que creáis oportuno.
Estoy seguro de que si existiera más información se
salvarían muchas vidas.
Si el objetivo vital de cada especie (se que ese es el
objetivo pero no me preguntes por qué ya que, como humano, no doy para más) es
multiplicarse y perpetuarse he de decir que no somos la especie animal más
cualificada.
En cuanto a multiplicarse nos ganan las hormigas, por
ejemplo. En cuanto a perpetuarse creo que nos extinguiremos habiendo
permanecido, como especie, menos tiempo, en la tierra, que los dinosaurios, por
ejemplo.
Así que sería bueno que hiciéramos gala de un poco de
humildad y no nos creyeramos señalados por el dedo de ningún dios, de forma
especial o con tanto poder de decisión sobre la propia vida.
En lo único que mostramos grandes ventajas es en la
individualidad. Esta cualidad nos lleva, a veces, al egoísmo. Egoísmo sin
límites. Incluso por encima de conceptos generales propios de cualquier especie
como el sentido de la perpetuidad y la multiplicación. Es lo que hace, a su
vez, que nos sintamos orgullosos de ser humanos y que seamos capaces de VIVIR,
de ser conscientes de nuestra existencia y exprimir de forma individual nuestro
tiempo de vida.
Fdo. Diego Bueno
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